Después del caos (Volkacio)

8-Vodka...

Un sonido proveniente de la puerta de su casa hizo que Horacio se tuviese que despertar.
Tocaban la puerta y tuvo que levantarse de la cama, sin tiempo de quitarse el pijama que básicamente eran sus bóxers y una camisa negra larga que le llagaba a la mitad de los muslos, con cuidado de no lastimarse llegó a la puerta para así abrir y encontrarse con cierto ruso parado al otro lado que llevaba su traje de comisario pero sin pistolera.

—Buenas Volkov—Le sonrió amablemente, lo que provocó que aumentara un poco el sonrojo que se formó al verlo.

—Privet Horacio—intentó mantener la compostura logrando que su sonrojo bajara un poco.

—Que hace aquí ?

—Conway me ordenó que viniera para asegúrame que estuviera bien—hace unas horas el súper intendente le dio la orden de ir a ver a Horacio ya que él no tenía tiempo y a Gustabo no le pudo decir porque fue a una consulta al médico.

—Quiere pasar?—se alejó un poco de la puerta dejándole el camino libre para entrar a Volkov, quien así lo hizo, para después Horacio cerrara la puerta detrás de ellos.

—Veo que acaba de despertar.

—Si,me despertó el sonido de la puerta—camino asta la cocina seguido del comisario.

—Perdone no era mi intención despertarlo.

—No se preocupe—se acercó a la cafetera para poder hacerse un café.

—Y bien, como se siente?—se sentó en una de las sillas frente a la barra de la cocina.

—Estoy mejor, ya puedo regresar a comisaría.

—Tiene que descansar, las heridas son recientes.

—Eh trabajado con dos disparos en las piernas, Volkov, para mañana ya puedo volver sin problemas—sirvió dos tazas de café y le dio una al comisario que no tardó mucho en recibirla.

—Si... lo recuerdo—como olvidarlo, ese día pasaron muchas cosas...

Le dio un sorbo a su café mientras repasaba en su cabeza ese día.

—Entonces no se preocupen, para mañana ya volveré a trabajar.

Mientras bebían el café en silencio, en la mente del comisario iba y venía una idea, que no fue hasta haber terminado su café que la dijo.

—Tiene vodka Horacio?—dejó la taza sobre la barra y miró al contrario que parecía haber entendido el porqué de la petición y por eso... se había ahogado un poco con su café.

—V-vodka?—estaba recuperando poco a poco el aire que había perdido hace un momento.

—Si, creo recordar que lo teníamos pendiente.

—Eh... c-creo que si tengo—el pensaba que el comisario ya no se acordaría de eso.

—Muy bien—se puso de pie y llevo ambas tazas a donde se encontraba el lava platos y los dejo ahí.

Mientras tanto Horacio rebuscó entre los cajones de la cocina asta encontrar el susodicho vodka, eran dos botellas con eso debería bastar. Las puso sobre la barra y también saco dos vasos para poder beber.

—Póngase cómodo Volkov—señaló el sofa de la sala de estar y Volkov camino hacia ahí sentándose a esperar al chico.

Llevo las botellas y los vasos, los dejo sobre la mesa frente a ellos, para así después sentarse a un lado del comisario y servir vodka en cada vaso.