Entonces había sido mucho lo que sufrió, lo que ella sentía en su corazón, era una infinita soledad, todo lo que había sido su vida, no era más que una ilusión en el mundo real.
Asuna lo entendía, la acogía aún cuando podía ver a través de sus ojos azules el sentimiento por el mismo hombre que ella amaba.
Pero no podía culparla, cómo hacerlo, cuando ella misma hace tanto sintió lo que ella al ser salvada de sí misma por él, ese era el motivo de su serena sonrisa, aunque en sus ojos había destellado un momento un leve miedo; uno que disipó rápidamente al cruzar su mirada con la de Kirito.
Estaba tenso, incluso lo estuvo en el llamado, pero sabía que sí la había contactado para ir con él, era porque, así como ella, la necesitaba, luego relajó sus crispados hombros y exhalaba un aliento con un poco de resignación, él era un héroe para todos.
Confiaba en él, con su vida, y Alice era una persona amable, que sólo veía a Kirito como esa única persona que tenía y aunque entendiera que aquel cariño, podría llegar a llamarse amor, al pensarlo, solamente una triste soledad podía sentir por esa orgullosa caballero.
No era lástima, y se lo transmitiría el día en que Alice la viera como lo que ella buscaba ser, una amiga en la cual pudiese confiar, buscaría el modo de acompañarla.
Sonrió ligera cuando sus dedos rozaron ligeramente la mano de su amado, una caricia tan sutil podía lograr que ella apaciguara todo rastro de dudas, es que en esos profundos ojos grises podía transitar por esos 200 años en que vivieron en aquel mundo en el que ahora regresarían.
Porque aunque no logrará recordar nada, sabía dentro de ella que juntos habían sorteado dos vidas completas uno al lado del otro.
Y luego de los segundos perdida en sus ojos, volvió su vista a la mujer de corto cabello frente a ellos, la Dra. Rinko era una persona a la que le debía mucho, entendía cuánto había sufrido por su amor por el capitán, arrugó sus cejas al oírla afirmar que aquella dirección ip era su obra.
Un pequeño pensamiento se apoderó de ella, si hubiera estado en su lugar, habría hecho sin lugar a dudas, lo mismo que ella, ir contra el mundo por una sola persona, ese hombre al que amaba, de soslayo miró al joven de cabello negro, era más alto y su amplia espalda que siempre sintió sinónimo de protección, aunque más grande, era la misma figura que amaba con el alma, y ella lo seguiría hasta el fin del mundo, lo había declarado, lo había hecho y lo seguiría haciendo todas las veces que hicieran falta.
Hacer inmersión se sintió nostálgico, aunque no había exteriorizado su sentir, algo apretaba su pecho y oprimía su garganta, como una emoción tratando de escalar y apoderarse de su voz y sus ojos avellana; aunque recordaba solo unas semanas en ese mundo, en su alma sabía que había sido mucho más y quizá ese recuerdo perdido en sus memorias era lo que pugnaba por salir.
Al materializarse en ese mundo, la oscuridad y el frío se apoderaron de ella, pujando un grito que no se sentía en el espacio vacío, la mano cálida de Kirito la tranquilizó para luego oír la voz de la rubia llamándolo y al mirar la dirección de su dedo, un planeta con una región se divisaba en su vista, y un círculo gigante se iluminaba en el centro y se expandía en pequeñas porciones a su alrededor — era Centoria —
Guardó silencio cuando la declaración de volver fue dada por Alice, y su boca se curvó con ternura ante sus ojos azules humedecidos.
Y luego aquella extraña criatura atacando, su amado fue el primero en acudir en ayuda de dos naves combatiéndola, su poder de manipulación se activó justo después del ataque de su amado, sus poderes juntos eran abrumadores, pero se sorprendió cuando el ataque en dolor ante una modificación geográfica de esa magnitud no la envolvió, su cuerpo tenía memoria de ese mundo.
Al bajar contra el suelo, guiadas por las jóvenes pilotos, el cambio era increíble, y sus ojos terminaron por derramar lágrimas cuando les informaron que todo era a causa de los reyes estelares, de ella misma y su amado.
Un gran mural pintado los tenía en el centro, la hermosa e imponente pintura los mostraba como los reyes, sus hombros convulsionaron un segundo, para luego recibir el abrazo de su amado.
—Vivimos 200 años aquí, Asuna — como si le afirmara esa verdad, solo asintió con sus ojos color de las avellanas mojados, dentro de su corazón sabía que era así.
La decisión de no entrar a la gran catedral fue mutua, los reyes habían muerto hacia ya 30 años en ese mundo, y aunque un atisbo de tristeza surcaba sus miradas, comprendían que había sido el único modo en que en ese momento se tenían así.
Prometieron volver, no sabían cuándo, pero volverían a ese mundo.
—¿Fuimos los reyes?, no imagino cómo llegamos a serlo — sonrió al sentarnos en la cama de gel en roppongi.
—Tampoco yo, pero para mí, aunque no lo recuerde, serás eternamente mi rey, Kirito Kun — ante las palabras que mencionó con una risa ligera, se sonrojó.
—Siento lo mismo, Asuna — la esquina de sus labios se había curvado en una sonrisa genuina para ella.
No sabían realmente qué era lo que el futuro les deparaba, pero si había algo que sabían, era que lo que fuera, lo enfrentarían juntos.
No importa al mundo dónde vayas, siempre juntos… y solo así…
________
Nota: y terminó Sao WoU, con mil sentimientos encontrados, triste porque no lo veremos más los sábados, contenta por la adaptación de Progressive (amo pero amo con toda mi alma esas novelas) y un poco de agridulce de ver a Alice toqueteandolo tanto xD (ok ahí no me presten atención, soy demasiado amante del KiriAsu xD).
Como este libro pequeño fue un conjunto de emociones que necesitaba sacar de la serie en emisión, pues este también es el último, gracias a quienes pasaron y lo leyeron a pesar de que era más mi sentir de los capítulos ya vistos, de verdad se los agradezco!
Y bueno, nos leemos pronto en alguna otra historia!
Gracias totales 💖
![](https://img.wattpad.com/cover/234718704-288-k860964.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Indomable
RomantiekLágrimas se esconden tras el reflejo de su mirada, ella las lleva con orgullo, se alza sobre los cielos aún sin volar, y pisa fuerte en la tierra, soportando el dolor, lo único que la domina es el amor, el mismo que la vuelve libre. Serie de pequeña...