Celeborn y Thranduil: Un Amor Eterno

Legolas

3019 TE, 3 Semanas después del Fin de la Guerra del Anillo

En Minas Tirith Legolas contemplaba desde sus aposentos las estrellas, olvidada sobre la cama esta una carta de su Ada, en ella le relata sobre su reencuentro con Celeborn, como resurgió su amor tras 1.500 años de indiferencia y sobre el pronto nacimiento de su hermana.

No puede evitar sentir celos, celos porque esa niña tendrá a sus padres, crecerá feliz y nunca conocerá el dolor y la soledad. Nunca escuchara la burla de otros elfos, las miradas de desprecio. Tendrá amor y eso llena de amargos celos su corazón.

Celos y envidia, porque el nunca tendrá eso, simplemente seria inapropiado que un elegido buscará el cariño de un elfo, mayor y que además esta prometido a otro elegido. Eso es lo que mas le duele, para la Tierra Media Celeborn nunca será su padre, no hay documentos ni cartas que lo prueben.

Su padre en su despecho, 1.500 años atrás, quemo todo, alimentando una hoguera que duro 3 jornadas. Simplemente y como le dijo la Dama Galadriel solo es el hijo de Thranduil.

Solo es Legolas, el hijo de Thranduil.

Nunca será nada más.

Oh, Aragorn tus deberes reales te ocupan todo el día y tus concejeros seguro están empeñados en presentarte damas casaderas de Gondor. Mi amor es tuyo, mi corazón y mi alma te pertenecerán para siempre.

Si tan solo no fuéramos quienes somos, pero ambos tenemos responsabilidades, tu deber esta en Gondor y yo debo proteger el bosque. Tu debes casarte con una dama que te de un heredero y yo entregar mi vida al servicio del reino.

Desde la batalla no nos hemos visto con tanta frecuencia como desearía. No he podido decirte lo orgullo que estoy de ti, de tu fortaleza y tus habilidades.

-Quisiera decirte tantas cosas, pero sobre todo de lo mucho que te amor, mi lealtad es solo para ti, Aragorn te amo.

Legolas estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de la existencia de un testigo y que su sincera confesión de amor había dejado de ser privada.