WangXian- Santuario

Capitulo Cuatro

Jiang YanLi ahora solo lloraba en silencio esperando así no hacer enojar a su madre.

Los botes se movían uno detrás de otro aprovechando las corrientes nocturnas. Al amanecer llegarían a Lanling Jin.

Madame Yu iba al frente dirigiéndolos. No había de otra.

Estaba tan agotada como el resto, pero Jiang FengMian estaba indispuesto a siquiera responderle a sus hijos con una frase coherente.

Cuando vio que no les quedaba mucho tiempo para alejarse llamo a los discípulos mayores haciendo que los botes volvieran a moverse. Jiang YanLi y Jiang Cheng se opusieron al instante, pidiendo volver en busca de Wei WuXian.

—¡Si siguen de necios lo que hizo no significara nada! —exclamó al final.

Esto hizo a todos callar y bajar la mirada al suelo. Jiang YanLi se mordió los labios con frustración. Madame Yu los miró a todos con enojo y al vr que ya los había domado volvió a tomar el mando.

—Ahora muévanse y dirijan el curso a Lanling Jin—ordenó de nuevo yendo al frente del bote para vigilar el rio.

Jiang YanLi y Jiang Cheng se vieron entre ellos bastante confundidos respecto a que hacer. Su hermano estaba vivo, pero no seguro y quien sabe cuánto tiempo le quedaba.

Pero la señora de Muelle de Loto tenia razón, si iban a entregarse así nada más, lo que hizo seria en vano. No podían hacer eso.

Aun así, Jiang YanLi insistió en hacer algo.

—A-Cheng, siempre hay otro camino—insistió tomándolo del brazo. — Yo te apoyare.

Jiang Cheng con dolor y una sensación de querer arañarse los brazos hasta quitarse la piel lo invadió. Sin mucha fuerza tomó a su hermana de los hombros y la obligó a sentarse.

Después él hizo lo mismo del lado contrario sin dejar de mirar en ningún momento la dirección contraria a la que estaban yendo.

Jin ZiXuan estaba limpiando su espada cuando llegó la noticia de los nuevos visitantes. Al instante se puso nervioso al saber que se trataba de la secta Yummeng Jiang por lo que corrió apresurado a recibirlos con sus padres.

Claro que mientras avanzaba por los pasillos no pudo evitar preocuparse. ¿no habían despedido al líder de secta y a su hija apenas hace unos días? Para volver tan rapido seguro ni siquiera habían llegado a su destino.

La imagen de la secta Yummeng Jiang llena de sangre y casi derrumbándose en el pasillo del salón principal alarmaron a los lideres de la secta Jin.

Jin ZiXuan pasó frente a su padre en busca de Jiang YanLi, temiendo no encontrarla y pensar lo peor. Pero para su gran alivio ahí estaba, sus ropas estaban sucias, pero no llenas de sangre y su rostro mostraba gran cansancio y tristeza.

Aunque ambos lideres de Secta caminaban al frente fue Madame Yu quien tomó la palabra.

—Muelle de Loto ha caído ante el clan Wen—anunció Madame Yu con voz tranquila, con las manos frente a ella, una sosteniendo la otra para ocultar el temblor que tenía—y pese a que lo mejor para el honor de la secta Yummeng Jiang era caer también, hemos huido del enemigo en busca de asilo para los sobrevivientes.

En ese momento todos los discípulos hicieron una reverencia suplicando ayuda a los lideres de Lanling Jin. Jin GuangShan ni siquiera tuvo tiempo de responder cuando su esposa se acercó al frente con rapidez.