LO QUE TANTO ANHELAMOS

Un pueblo singular

Derieri y Tristán habían terminado y abarcado más pueblos de los que tenían planeado, siendo así que solo quedaron menos de 20 faltantes para terminar la parte norte de Britannia, por lo que decidieron regresar al castillo en Liones debido a que el sol ya se había ido

— Tristán... ¿Quién es Deathpierce? — preguntó la rubia mientras iban volando

— ¿Enserio no sabes quién es?

— Mmh no me suena ese nombre, ni tampoco recuerdo a alguien

— Mamá me había dicho que un humano tuvo la intención de matarte cuando llegaste al campo enemigo hace años. Bueno se trata de él

— Entonces el idiota que creyó que podía matarme con un arma común y corriente cuando era una demonio ahora es el gobernante en Edinburgh

— Si, pero no hay ninguna necesidad de ir a Edinburgh, por lo que realmente no hace falta ponerse a pensar en él. Lo de hoy fue un simple tropiezo y ya, encontraré una manera de decirle a mamá sin que se ponga nerviosa o se preocupe demás cada vez que dejamos el castillo

— De acuerdo

Llegaron al castillo e inmediatamente se dieron un festín ya que no habían comido muy bien en todo el día, después de eso se fueron a dormir sin problema alguno hasta que llego el día siguiente.
Una vez llegada por completo la mañana Elizabeth se levantó bastante temprano por cuenta propia, y al ver que Meliodas continuaba dormido decidió salir del cuarto, no sin antes cambiarse y alistarse para ir con Derieri, ya que como habían acordado ese día le tocaría ir a ella. Comenzó a caminar por los pasillos y antes de que llegara a la habitación de Derieri se encontró con unas empleadas del castillo y se detuvo a hablar de un asunto. Al terminar se dirigió a donde iba en un principio, tocó la puerta y mencionó que era ella

— Adelanteee — dijo Derieri desde el interior

— Se que es temprano pero lista para ir... nos — Elizabeth se quedó confundida ya que Derieri estaba en el piso acostada con sus piernas y brazos extendidos por completo — ¿Qué haces ahí?

— Reflexionando, sobre mi vida pasada y lo que llevo de esta — respondió la rubia mirando al techo

— ¿Quieres un rato a solas?

— No, ya vámonos — dijo Derieri mientras se ponía de pie — Espera, ¿Qué es eso? — continuó señalando un pergamino que la diosa tenía en las manos

— Justamente iba a comentarte eso, ví la ruta de hoy y queda muy cerca de un pueblo en el que tienen la mayor cantidad de establecimientos que venden suministros de todo tipo. No esta en el mapa debido a sus condiciones pero como queda cerca me ofrecí a comprar todo lo que haga falta en el castillo

— ¿Al menos revisaste que no fuera mucho?

Elizabeth se quedó callada con esas palabras y desplegó la lista, la cual extendida llegaba desde su pecho hasta el suelo — Parecía más pequeña cuando estaba enrollada — mencionó la diosa mientras que Derieri solo frunció el seño — Lo lamento no creí que fuera para tanto

— No importa, solo hay que tratar de no tardar demasiado

Más tarde ambas salieron y siguieron la ruta marcada en el mapa, esta vez de cierto modo todo estaba tranquilo, a pesar de que la mayoría de gente de los pueblos que recorrían había vivido la resurrección de los mandamientos trataban de manera muy amable a Derieri, por lo que ella supuso que se debía a que iba acompañada de la diosa.
Tardaron varias horas en recorrer los pueblos antes de ir por los suministros, tal fue el tiempo que dieron las 3:00pm y por fin llegaron al momento de interrupción