LO QUE TANTO ANHELAMOS

Algo que lo cambio todo

Tristán y Elizabeth llegaron a donde estaba Derieri, y se les veía muy contentos a ambos al ver que Derieri tenía una sonrisa en su rostro

— ¿Qué tal te fu... — dijo Tristán siendo interrumpido

— Fue una gran idea el venir aquí, muchas gracias — respondió Derieri abrazando a su compañero algo que él correspondió casi de inmediato

— Por tu reacción supongo que pudiste encontrarlos a ambos

La rubia pensó en eso unos momentos y después apartó a Tristán — Pues la verdad no

— ¿Hablas enserio? — comentó Elizabeth desanimada

— Solamente pude encontrar a mi hermana, creo que después de todos los pecados que cometimos como parte de los 10 mandamientos significa una entrada directa al purgatorio. Pero aún así se los agradezco a ambos

— No hay problema

— Oigan ¿podríamos volver pronto al castillo? — dijo Tristán entusiasmado, aún que ninguna de las dos entendió el porqué de su reacción — Lo que sucede es que invité al tío Zeldris para que viera a Derieri

Ambas lo miraron con sorpresa, aún que Derieri no guardo el reclamo
— Agh ¡idiota si ya teníamos planes para hoy como se te ocurrió invitarlo, puede que él llegue mucho antes que nosotros!

— Ay Tristán, entonces será mejor que nos apuremos — dijo Elizabeth para después hacer aparecer sus alas y comenzar el vuelo. Una vez en el aire nuevamente Tristán iba más adelantado que las otras dos, pero esta vez no iban volando tan lento y tranquilamente

— No te ofendas pero tu hijo es algo estúpido

— Voy a suponer que no oí eso — dijo la diosa apenada — Derieri, lamento que no encontrarás a Monspeet

— Ya te dije que no pasa nada

— ¡Pero si pasa! Sé bien que por fuera pareciera que no te importa y luces normal pero por dentro estás lamentando ese hecho y no tienes que mentir

— No hablemos de esto, porque aún que lo acepte no cambiaría nada y prefiero fingir que no me afecta a pensar en el hecho de que no pude hablar con él y agradecerle por todo lo que hizo por mi en mi vida pasada

Elizabeth solamente se limitó a observar con tristeza a Derieri y colocar una mano en su hombro — Entiendo, lo siento

— No te preocupes

Tardaron un rato en llegar a Liones, y Tristán entró directamente por una ventana del castillo mientras que Elizabeth y Derieri prefirieron la puerta principal, al llegar la mayoría tuvo duda por las alas de Derieri ya que se suponía que ahora era humana pero nadie dijo nada, por otro lado los caballeros de generaciones recientes realmente quedaban asombrados ya que solo habían escuchado relatos de los mandamientos o visto retratos de ellos (como los carteles de "se busca" de los pecados). También algunos caballos le informaron a Elizabeth que nadie había llegado, y que su hermana todavía se encontraba ahí. Más tarde Margaret se marchó junto a Gilthunder, y por su parte la diosa y sus compañeros estaban en un cuarto almorzando algo esperando la llegada de Zeldris y Gelda

— Ya paso más de una hora — dijo Elizabeth

— Algo me dice que lo mejor será que me vaya a casa

— ¡No!, espera el tío Zeldris me dijo que vendría más o menos por estás horas, solo hay que ser pacientes — En ese momento alguien tocó la puerta — Lo ves, seguramente es alguien avisando que ya está aquí — dijo Tristán para después pararse y abrir la puerta