LO QUE TANTO ANHELAMOS

Lo que define el futuro

Deathpierce ya había dicho a Eliana lo que tenía que hacer, por lo que ella prosiguió a comenzar con el nuevo plan
Lo primero era crear una niebla que cubriera el lugar, cosa que no tardó demasiado en exparsirse por todo el Castillo

— ¿De dónde salió toda esta niebla? — dijo Derieri dudosa

— Seguramente es algún tipo de distracción, nos quieren obligar a volar sobre esto para que podamos ver bien los alrededores, pero si hacemos eso les daremos nuestra ubicación exacta

— ¿Entonces que hacemos?

— Hay que buscar otro sitio menos vulnerable — respondió Monspeet para después ayudar a Derieri a pararse
La rubia tomaría del brazo a Monspeet para que no se separaran en ningún momento, comenzaron a caminar con precaucion y después encontraron un rincón que alumbraba la Luna pero que a la vez dificultaba la visión debido a la niebla

— Creo que aquí está bien, lo mejor será que te sientes porque con esa herida no deberías hacer tanto esfuerzo — dijo Monspeet

— Se están tardando más de lo que esperaba, ojalá pudiera haber otro modo de sacarlos de ese ámbar

— No estoy seguro sobre cuanto tiempo se tarda en salir, ya que es la primera vez que veo que encierran a una diosa. Pero tengo una idea, solamente tú quedate aquí y yo haré el resto

— ¿¡A dónde vas!? — dijo Derieri jalando su brazo y de esa manera frenandole el paso — No te quieras hacer el héroe del lugar, ¡yo voy contigo te guste o no!

— No estas en condiciones, solo vas a empeorar tu herida

— Ya derramaste la suficiente sangre en ocasiones anteriores solo por cuidarme, es mi turno de hacer algo

— Pero Derieri...

— Fin de la discusión, vamos a ir los dos si o si

— No me convence esa idea — dijo Monspeet cruzandose de brazos

— ¡Pues no me importa! Así que andando — dijo la rubia poniéndose de pie y sujetando la mano de su compañero

Ambos iban caminando sin prisa, después y de la nada sintieron que algo los separó con fuerza haciendo que cayeran a pocos metros uno lejos del otro, y con ello la niebla empezó a dispersarse dejando ver a Eliana volando por encima de la pareja

— Veo que empezaste tu juego — comentó Monspeet volteando a ver a la hechicera la cual no dijo nada. Después su mirada se centraría en su compañera — ¿Derieri estas bien? — dijo él preocupado

— Ay mierda, caí sobre la herida y el dolor es un gran fastidio — respondió la rubia haciendo presión en su abdomen tratando de soportar el dolor

— Tal vez no era una preocupación antes, pero los humanos pueden morir a causa de la pérdida de mucha sangre. No te ira muy bien si continuamos prolongando eso — respondió Eliana, esta vez con una mirada fría y sin emocion alguna

— ¿Acaso crees que somos idiotas o qué? Obviamente tengo eso en mente — dijo Derieri

— Bueno sinceramente no veo que ustedes sean la gran cosa a pesar de haber sido mandamientos antes

Al escuchar esto Derieri con esfuerzo se puso de pie y tomó una piedra (un poco más grande que su palma) que habian dejado los escombros del castillo y miró a la hechicera — ¡Haré que te trages tus palabras! — grito ella lanzando con fuerza la roca hacia Eliana

La hechicera lo esquivó sin problemas, por lo mientras Monspeet aprovechó esta pequeña brecha para ir con Derieri, cuando él llegó a su lado la rubia se recargo en su pecho y Monspeet la sostuvo. Luego de eso todo a sus alrededores temblaria ya que la roca que lanzó Derieri había chocado contra el escudo de Tristán, logrando que se agrietara, los tres se sorprendieron con eso pero así como fue fácil dañarlo rápidamente se volvió a regenerar reparandose en cuestión de segundos