LO QUE TANTO ANHELAMOS

El plan de búsqueda

Derieri dió la vuelta cuando perdió de vista a Mael y regresó al castillo, mientras caminaba vio que Tristán y Elizabeth la esperaban en la puerta

— ¿Cómo te sientes con toda la situación? — preguntó Elizabeth abriendo paso para que su compañera entrará

— No quisiera molestar pero necesito de su ayuda nuevamente

— No hay ningún problema. Pero qué te parece si mientras me cuentas que tienes en mente vamos a comer, después de todo ya es hora

La rubia asintió pero en ese momento se escuchó un trueno y se vio un destello en el cielo, después algo cayó fuertemente en el terreno del castillo y lo primero que hizo Tristán fue rodear a su mamá en un acto instintivo de protegerla

Por su parte Derieri ladeo el cuerpo y cubrió su rostro para que la cortina de polvo y tierra que se había levantado no molestará su visión — Está presencia es...

El grupo esperó a que la capa de tierra que se extendió en el patio se dispersar y después de eso lograron ver de quien se trataba

— ¡Papá! — exclamó Tristán corriendo hacia Meliodas cuando logró ver quién era con claridad —Bienvenido, que bueno que no tardaste mucho hay algo increíblemente sorprendente que tienes que saber

— Tristán, lo mejor sería que Derieri sea quien se lo cuente — agregó Elizabeth

Minutos más tarde todos entraron al castillo y se dirigieron a la mesa para poder comer

— ¿¡Y bien papá, qué te pareció!? — dijo Tristán una vez Derieri contó a detalle todo lo ocurrido

— Jamás hubiera pensado algo así, eres bastante afortunada

— Creo que en parte se lo debo a Gelda, de no ser por ella no habría entendido las palabras de mi hermana y por consecuencia no sabría que Monspeet está vivo

— Bueno Gelda y Zel seguramente vendrán otro día para ver qué tal te fue con todo

— Oigan ese fue otro trueno pero no detecto ninguna presencia, y como se ven las nubes yo diría que se vendrá una gran tormenta — mencionó Tristán mirando por la ventana desde su asiento

— Se me ocurrió una buena idea — dijo Meliodas sin antes soltar una pequeña risa — ¿Qué tal si bebemos algo para celebrar que Monspeet sigue con vida y que seguramente volverás a reunirte con él?

— ¿No sería mejor hacer eso cuando lo hayamos encontrado? Britannia tiene bastantes pueblos y la única pista que tenemos es lo que dijo Gelda

— Estoy de acuerdo con Elizabeth, pero la idea de beber no me desagrada — dijo Derieri conciderando la situación — No he vuelto a probar una sola gota de alcohol desde algunos años antes de ser sellados

— Con esas palabras me basta, vamos al cuarto donde el resto de pecados y yo nos reunimos para beber

— ¿Enserio tienes un cuarto así?

— Claro, ahi tengo la cerveza favorita de cada uno de mis compañeros

Al llegar a dicho lugar luego de que terminarán de comer Derieri se sentó en una de las sillas y Tristán le siguió el paso a su lado, mientras que Meliodas servía las bebidas y Elizabeth aún no llegaba

— No tenía idea de que tomabas — dijo Tristán pasando el vaso a Derieri

— ¿Pues quién o qué piensas que soy para que creer eso? Aún que ahora que lo pienso está es la única ventaja que los humanos tienen sobre los demonios o cualquiera de los otros clanes