Una disculpa por no actualizar ésta historia, pero como les dije antes, debo ir despacio ya que la autora original no ha actualizado y ya casi llegamos al punto donde ésta historia ésta parada. Tengamos paciencia vale?
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Tenía que admitir que Valentina me sorprendió.
Por un momento pensé en robarme las llaves de auto y arrastrarla de regreso a la ciudad, pero me bastó con respirar el aire puro y ella a mi alrededor, para desistir. Porque estaba segura y no podía evitar verla de otra manera en ese momento. Porque ella estaba haciendo esto por mí, porque yo estaba de mal humor todo el tiempo y, a pesar de eso, ella todavía me aguantaba.
A menudo olvidaba cómo Valentina podía ser amable y altruista, cómo haría cualquier cosa para que cualquiera a su alrededor sonriera a cualquier precio. Algo dentro de mí se agrietó y se partió como dos trozos de madera. Valentina tiene una energía ilimitada y burbujeante que era como un rayo de luz particular. Como un perfecto día de verano. Y no es que no tenga días malos, se asusta, se molesta y se enfada, pero aun así no deja de brillar. Y mientras camina, miro el movimiento de su cabello, mirándola por un largo momento y pensando en todo lo que había pensado antes.
Siempre creo en Valentina.
Y tal vez no esté lista para admitir que he pensado en ella en un instante.
- Ven Valdés, o nos perderemos el atardecer.
- Jesús Val - lo juro en voz baja.
Todavía me iba a volver loca por hacerme pensar tanto. Pronto comencé a seguirla, el sol seguía brillando, pero comenzaban a aparecer los primeros pigmentos del final del día.
- ¿A dónde vamos exactamente? - Me pregunto después de dar diez pasos y sentirme cansada.
Yo no era una persona activa, al contrario, era un nerd y me gustaba la comodidad del sofá y una taza de café al lado, a diferencia de Valentina que parecía liviana con esa mochila en la espalda.
- Creo que tendrás que confiar en mí. - Se detiene y me espera hasta que la alcanzo.
- ¿Sin consejos? - Enarco las cejas pidiendo un poco de clemencia.
Valentina sonríe y se niega a decir nada, solo toma mi mano y seguimos subiendo.
- Haz andado muy curiosita estos días - dice sin mirarme prestando atención al camino, - eso no es mucho de tu personalidad.
- Solo estoy tratando de averiguar qué tienes en mente - argumento, - tal vez eres un asesina en serie que va a abusar de mí y arrojar mis pedazos a los lobos.
- Como si no hubiera tenido la oportunidad de hacer ninguna de estas cosas antes - Ella contraataca y siento que sus palabras lo reconsideran. - Además, me conoces lo suficientemente bien como para saber que no le haría daño ni a una mosca.
- Tú mismo dijiste que había cosas sobre ti que yo no sabía - Y cuando lo solté sentí una pequeña victoria cuando me mira traviesa.
- Está bien. Pregúntame cualquier cosa. - Ella resopla y me mira torcidamente mientras toma ambas manos para sostener las correas de la mochila. - Así dejas de quejarte un poco.
- ¿Lo que sea? - Empiezo a emocionarme con esa posibilidad.
- Lo que sea - Ella asiente positivamente.
Al mismo tiempo, mi cerebro parece descargar un cuestionario con más de mil preguntas. Todo en mi cerebro estaba desordenado, pero sabía cuál sería la indicada si no tenía cuidado. Necesitaba tener un filtro o algo así.
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Quisiera ser | Juliantina I Terminada I Editando
RandomJuliana Valdés está en Los Ángeles buscando su ascenso para ser una importante diseñadora de moda. Después de graduarse y, después de haber ganado tanta prominencia, solo piensa en su carrera. Por eso tuvo que dejar mucho atrás, incluido un secreto...