Entonces, no es como si yo fuera la única persona con la que Valentina coquetea. Ella es la primera en admitir que es descaradamente atrevida cuando se trata de este tipo de cosas. Es como si ni siquiera lo intentara, le sale natural, como el respirar.
A veces no lo entiendo, por supuesto.
No es que ver a Valentina coquetear sea algo nuevo, pero se siente diferente. Una nueva manera que no conozco. No puedo dejar de pensar en esa mirada y en cómo probablemente no debería estar pensando en eso y que realmente me gustaría dejar de pensar y volver a la pista de baile. Pero no puedo, porque esa escena, no quiere desaparecer de mi cabeza, la forma en que los labios de Valentina se abrieron, su mirada sobre mi boca, de sólo pensarlo mi pecho parece expandirse y contraerse al mismo tiempo. Debo de tragar ese sentimiento, porque no está bien.
Trato de no pensar en la forma en que Valentina me habló, o lo difícil que fue para mi partir después de ahí y no agarrarla frente a todos.
Porque quería hacer eso más de lo que imaginaba. Quizás Mateo tenía razón, y todavía estoy enamorada de Valentina.
"Juliana, ¿estás bien?" Cuando escucho la voz de Eva abriendo la puerta del baño, me sobresalte ante el susto de escucharla.
"Eva, Jesús". Me giro hacia ella, recuperando el aliento. "De donde vienes ?!"
"¿Estás bien?" Ella me mira a través del espejo. "Te ves pálida."
"Estoy bien", la tranquilicé. "Solo necesitaba tomar algo de aire".
Su frente estaba arrugada, conocía ese gesto, una larga conversación estaba por delante.
"¿Tú, Juliana Valdés, necesitas un poco de aire? Por favor". Apoya su cuerpo contra el mostrador del lavabo y cruza los brazos de esa manera autoritaria de siempre. "Vamos, ¿qué pasa?"
"Nada, solo me sentí ... un poco mareada ". Mentira. La cantidad de información que mi cerebro intentaba procesar sobrecargaba mi cuerpo.
"¿Este mareo tiene algo que ver con lo que pasó con Valentina?"
"¿Qué?". Me volví hacia ella demasiado rápido.
Maldición. ¿Eva vio algo?
"Valdéz, no juegues conmigo, te vi en la pista de baile".
"Sí, tú también estabas allí, bailando ". Dije tratando de no mostrar mi nerviosismo.
"Sabes Juliana, soy muy observadora, a estas alturas ya deberías haber saberlo".
"¿Qué quieres decir con eso?"
Maldición. Maldición. Maldición. Ella se dió cuenta.
"Que se puede ver desde lejos tu pequeño enamoramiento hacia mi hermana".
"¿Estás hablando de Valentina?"
¿Por qué tuvo que poner "enamoramiento" y "hermana" en la misma oración? Consiguió que mi cuerpo reaccionara, mi boca se abrió y se cerró varias veces, ella cambió su expresión a una sonrisa de satisfacción y mientras yo perdía todos mis sentidos, su ceja se levantó convencida.
"¿Quién más?" Lo dijo como si fuera algo obvio.
"¡Oh Dios Eva!" ¿Cómo ella podía ser irónica cuando mi cerebro estaba a punto de explotar?
"¿Te dijo algo Mateo? ¿Qué te dijo? Matare a ese chismoso".
"Deberías tener más fe en tus amigos". Dijo un poco indignada. "Mateo no me dijo nada, el solo se dió cuenta de lo que yo ya sabía".
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Quisiera ser | Juliantina I Terminada I Editando
De TodoJuliana Valdés está en Los Ángeles buscando su ascenso para ser una importante diseñadora de moda. Después de graduarse y, después de haber ganado tanta prominencia, solo piensa en su carrera. Por eso tuvo que dejar mucho atrás, incluido un secreto...