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Víctor y Mayo caminaban por el centro comercial, comiendo un helado. Cuando el celular del más alto suena y el contesta.

- Víctor, donde estas? - se escucho al otro lado del teléfono, era la voz de su Padre.

- estoy en el centro comercial con Mayo, por? - pregunto extrañado.

- estas con Sparta? - esta vez pregunto su madre.

- no. Cuando fui por el, no estaba y supuse que ustedes fuero por el. - dijo simple.

- nosotros no fuimos por el, Víctor... -

- que? -

- vuelve a casa en este momento. - dijo Timba antes de colgar el teléfono.

- que pasó? - pregunto Mayo preocupado.

- parece que Sparta desapareció... Lo siento mucho Mayo, después hablamos. - dijo el castaño para después dirigirse a su casa.

•••

Sparta y Raptor caminaban por el oscuro y frío bosque. Ya estaba muy tarde y los pequeños tenían sueño.

- Raptor, ya quiero volver a mi casa, estoy cansado. - dijo el más pequeño Bostezando. El más alto también bostezo.

- creo que tendremos que dormir aquí está noche Spartita. - dijo Raptor para después sentarse, apoyado en un árbol y sentar a Sparta encima de él - yo voy a ser tu camita, talvez no sea tan cómodo como tu cama real, pero su será más calientito. -

- también es cómodo. - dijo sonriendo el castaño, volvió a bostezar y cerro sus lindos ojos avellana, para después dormir.

- descansa Spartita. - dijo el reptil acariciando suavemente el cabello del mal pequeño, quedándose dormido a los pocos minutos.

Tuvieron una noche tranquila. Al día siguiente, el primero en despertar fue Sparta. Se levantó con un fuerte dolor en el cuello, quizás haber usado las maletas como almohada, no fue una buena idea. Miro a su alrededor, el bosque ya no se veía tan tenebroso, ya que era iluminado por el sol. Se estiró un poco, y movió a Raptor para que despertara.

- Raptor, despierta reptil. - dijo Sparta. Raptor se cubrio la cara con su brazo y bostezo.

- no, gracias. - dijo medio dormido, haciendo reír al castaño.

- vamos, levántate. - Sparta ayudó a Raptor a levantarse.

- buenos días Spartita. -

- buenos días Raptorcito. -

- que buen día para estar perdidos, no crees? -

- si, es un hermoso día. - ambos Rieron.

- ven, tenemos que seguir buscando la salida. - dijo Raptor, para después tomar sus mochilas y seguir con su caminó. Pasaron las horas y no encontraron nada, pero la necesidad llamó.

- Raptor... Tengo que hacer pipí. - dijo Sparta aguantando las ganas.

- entonces ve hacer a unos árboles Spartita. -  dijo simple el reptil.

- okey, pero no mires o si no, no seré capaz de hacer. -

- vaaale. - Raptor se dio la vuelta mirando hacia el arriba. Sparta se separó un poco de el, llendo hacia atrás de unos árboles. Después de que hizo sus necesidades, miro hacia todos lados  vio un arbusto de vayas.

- Raptor!! Ven!! -

- no querias que viera, y ahora quieres que vaya? - pregunto el reptil confundido.

- encontré vayas!! - grito Sparta, haciendo que Raptor fuera con el.

- comida!! Tengo mucha hambre!! - los dos pequeños empezaron a comer vayas, tenían mucha hambre.

Se detuvieron al escuchar un ruido, al mirar de donde provenía, vieron a un pequeño oso, también comiendo vayas del mismo arbusto.

- aww, que osito tan tierno! - dijo Sparta, acariciando la cabeza del oso.

- es muy lindo! - dijo Raptor, también acariciando la cabeza del animal. - donde esta tu mamá, osito? - el oso apuntó hacia atrás de los dos niños, respondiendo la pregunta del reptil. Ambos miraron lentamente hacia atrás, donde vieron a una osa gigante, se veía molesta. - ahí está... - los dos pequeños salieron corriendo y gritando asustados. La osa los siguió.

Corrieron lo más rápido, que sus cortas piernas les permitía. Estuvieron corriendo por varios minutos, hasta que tropezaron y cayeron por una colina un poco empinada y alta. Rodaron colina abajo, pero Raptor abrazo Sparta para que el no se lastimara. hasta por fin llegaron al final y dejaron de rodar.

Sparta miro hacia arriba, viendo que la osa los dejó de seguir. Se quejó un poco del dolor, por una pequeñas heridas y raspones que se había echo en la bajada. Salió de sus pensamientos al escuchar unos sollozos, vio que provenían de Raptor.

- R-raptor estas bién? - pregunto el castaño preocupado. El más alto negó con la cabeza sin dejar de llorar.

Sparta miro al suelo, viendo unas gotas de sangre. Se acercó más a el y vio que la sangre provenían de una gran (pero poco profunda) cortada que tenía en su pierna izquierda. Se veía doloroso, y se notaba por la forma en la que lloraba el niño. Sparta estaba en shock. Era la primera vez que veía a Raptor llorar, ya que el ya había visto al castaño hacerlo, varias veces. Pensó que el de ojos bicolor no lloraba, pero se equivocó. Al fin al cabo, Raptor seguia siendo un niño.

- cálmate Raptor. - dijo para después abrazarlo. El reptil después de unos minutos se calmó. - te duele mucho? -

- si. - dijo Raptor, limpiando sus lágrimas.

- yo te ayudó. - Sparta ayudó al más alto a levantarse, y aunque se quejaba de dolor, lo logró. Ambos caminaron, buscando algún lugar seguro para poder descansar.

𝙻𝙾𝚂𝚃

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