Mad Love; Bnet

16.

NARRA LOLA

Nos quedamos abrazados por un buen rato. Hundí mi cara en su cuello y me estremecí un poco al sentir como acariciba mi espalda con su mano.

Al separarnos Javi me miró y empezó a reírse. Lo miré con cara de culo y le pegué en el hombro.

- ¿Qué te pasa gilipollas? —le pregunté cruzada de brazos.

- ¿Te has visto mujer? —dijo mirándome de pies a cabeza de nuevo.

Y sí, tengo el vestido roto por la mitad, no puedo volver a ponerme las bragas porque están rotas también y me arden las rodillas por estar tanto tiempo en el suelo.

Al mirarme en la pantalla de mi móvil me di cuenta de que tengo el rímel corrido por toda la cara y dos moretones enormes en el cuello.

Genial.

Javi se sacó su sudadera y me ayudó a ponérmela. Con el borde de su camiseta me limpió un poco la cara y cuando estaba casi terminando las puertas del ascensor se abrieron.

Nos separamos al instante y al mirar nos dimos cuenta de que habían tres personas esperando en la entrada.

- ¿Me puede explicar alguien por qué tardaron tanto? —preguntó la vieja chismosa que vive a mi lado.

- Se quedó pillado, yo que sé. —dije sin prestarle importancia.

Me fui y agarré mis tacones, los había dejado en la esquina. Javi se estaba aguantando las ganas de reírse y yo me quería morir de la vergüenza.

- Dios sabrá lo que estaban haciendo ahí, con lo suelta que eres niña. —dijo la vieja y su hijo le dio un codazo para que se callara.

- Señora, respe... —empezó a decir Javi pero lo frené.

- Follando. ¿Algún problema? —vacilé.

La vieja llevó su mano a su pecho haciéndose la ofendida y yo tomé la mano de Javi para irnos.

Subimos las escaleras en silencio y al llegar a mi puerta Javi se acercó para abrazarme.

- Nos vemos el sábado, supongo. —dije para despedirme.

- Sí, fue un gusto verte. —dijo con una sonrisa traviesa.

- Gilipollas. —le dije y entré en mi piso.

Al entrar me fui directamente al baño, necesitaba darme una ducha urgentemente.

Llené la bañera y puse música. Me encanta hacer eso cuando tengo tiempo, es lo mejor para relajarse.

Mi teléfono empezó a sonar. Era Manu. ¿Le contesto o no? Bueno, venga, no seas cagona.

- ¡Hola! —me saludó.

- Hola, ¿qué tal? —le pregunté sin ganas.

- Bien, quería saber si habías llegado bien a casa. Como no me has contestado, me preocupé un poco.

- Sí, estoy bien. Perdón, es que me puse a limpiar un poco y no vi los mensajes. —mentí.

- Vale, me alegro de que estés bien. Oye, ¿puedo preguntarte algo? No quiero ser muy entrometido tampoco.

- Sí, lo que sea.

- Entre Bnet y tú... ¿Hay algo más?

- ¿Cómo qué?

- Pues eso, si son algo más que compañeros.

No me gusta mentir, pero tampoco le voy a decir 'Nos llevamos mal, pero de vez en cuando nos encontramos y follamos como dos animales en celo'.

- No, que va. Me cae mal. —dije para que dejara de hacerme preguntas.

- Ah, entonces me quedo más tranquilo. Espero que no te haya molestado.

- Me da igual Manu.

Estoy siendo muy cortante, pero no tengo ganas de hablar ahora mismo. Me siento muy cansada después de...eso.

Pero bien que te gustó. —dijo mi subconsciente.

- ¿Entonces mañana te apetece quedar para almorzar juntos?

No.

- Bueno, vale. Me parece bien.

- Entonces te veo mañana, descansa hermosa.

- Buenas noches. —le colgué.

Acabé de bañarme y salí de la bañera. Me fue inevitable no mirarme al espejo para apreciar de nuevo todas las marcas que Javi había dejado por mi cuello, tetas y hasta mi culo.

Me sequé el pelo y me puse un camisón para dormir. Me metí en la cama y cerré mis ojos, pero alguien no paraba de tocar a mi puerta.

Como sea la vecina de los cojones ya verá.

- ¡¿Qué cojones quieres?! —grité como una histérica.

- Eeee ¿estás bien Lola? —preguntó Javi soltando una risita nerviosa.

- Perdón, pensaba que era...

No pude acabar la frase porque llevó sus manos a mi cintura y pegó nuestros cuerpos.

- ¿Y tu amigo? —pregunté un poco nerviosa.

- A tomar por culo, tengo prioridades.

- ¿Entonces? —arqueé una ceja.

- ¿Puedo pasar la noche contigo?

Holis. ❤❤

Gracias por todo el apoyo maricas, las quiero ❤