Capítulo I: Volvere solo por ti

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Mi vida se ha tornado diferente desde que cumplí los 16 años, apenas y puedo creer que este creciendo, aún recuerdo cuando era una niña... ja, si, esa niña completamente diferente a mi yo actual, esa niña repleta de amigos por todos lados y llena de alegría. Si soy sincera, la verdad, no se que es lo que hizo que cambiara o bien, que definiera mi yo.

Mamá dice que tiene esperanzas de que esta "pubertad", como ella dice, termine pronto. Papá no dice nada, como si no le tomara importancia o como si supiera que al final de cuentas todo estará bien; al final de cuentas, los dos son un par de ilusos si piensan que habrá algo o alguien que me cambie a mi yo.

-¡_____! ¡Es hora de cenar!- El gran grito que dio mi madre hizo que despertara de mis pensamientos y prestara atención al mundo real.

Baje sin ánimo alguno, solo con una seriedad enorme que provocaba un ambiente demasiado pesado.

Me senté en una silla frente a mi cena para después hacerla la pregunta nocturna diaria a mi madre.

-¿Papá no va a venir a cenar?- pregunte esperando la misma respuesta de todas las noches.

-Bueno... hoy no, cariño. Esta ocupado en su despacho, prefiere que no lo molestemos, lo sabes.- Me respondió mi madre, tratando de evitar el tema.

-Ya... y bue- - Fui interrumpida por mi misma al ver un golpe en en el rostro de mi madre- ¡¿Qué demonios?!

Mi madre al parecer se percató de que lo había visto y de prisa se cubrió con su mano esa parte de su cara, como si haciendo eso desapareciera mágicamente.

Era evidente quien era el culpable de eso; estaba cegada por el odio y rabia que sentí, que sin pensarlo dos veces, me levanté de la mesa y fui directo a la cocina para tomar un estúpido cuchillo o cualquier otra cosa que estuviera ahí...

-¿_____?... ¡¿_____?! ¡Espera, porfavor, solo es un golpe, ya se quitará! Porfavor, espera, no vayas a hacer algo malo, por favor- Grito mi madre con una angustia y desesperación suplicando que no hiciera nada.

Pero no me quedaría de brazos cruzados mientras ese imbecil se pasaba de listo con mi madre, así que evidentemente la ignoré.

Ese hijo de perra nunca me terminó de agradar, aún no se como era que le decía "papá", si mi verdadero padre murió noblemente y ese maldito, de noble no tiene nada.

Para mi mala suerte al llegar a la cocina, lo único que encontré a la mano fue un maldito sartén, no iba a gastar mi tiempo buscando un maldito cuchillo. Así que lo tome y fui directo al despacho de ese imbecil con el sartén en la mano.

Intente abrir su despacho, pero la puerta tenía llave y solo se abriría por dentro, sin pensarlo, le di una patada a la puerta con tanta fuerza que la rompí.

Oh, ahí estaba ese maldito, sentado frente a su mesa, segundos después parado y asustado por lo que acababa de hacer.

-¡Maldita niña! Mira lo que hicis- Lo interrumpí.

-¡Callate, maldito hijo de puta!- Y con toda mi fuerza le meti un golpe en la cara con el sartén que llevaba en mi mano, quiero aclarar que el sarten era bastante grande y pesado y valla que parece que le dolió.

Del golpe el callo al suelo, parecía inconsistente pero no me importaba en ese momento si lo estaba o no.

-¿Te duele, maldito? ¿Eh? ¡¿Te duele, estúpido?!- Le escupí en la cara para después meterle una patada en su miembro- Disfruto verte ahí tirado, maldita escoria. Eso te pasa por meterte con mi madre, estúpido mal parido. Que te sirva de lección, maldito cerdo.

Le volví a pegar en la cara con el sartén, de nuevo, para después darme la media vuelta y marcharme, pero para mi sorpresa ahí estaba mi madre, había visto todo al parecer.

Corrió a abrazarme, pero estaba confundida, pensé que estaba a punto de matarme.

- _____, gracias, pero no tenías que hacer esto... cariño, ahora estás en peligro, no quiero que el te haga daño, sabes que yo daría mi vida por ti ¿cierto?

- Y yo la vida por ti, mamá- Dije abrazando aún más fuerte a mi madre.

- El me hizo daño y temo que ahora te haga lo mismo a ti, no debiste hacerlo. Ahora a ¿Dónde te llevaré para protegerte? No tenemos familia, tampoco dinero- Me dijo mi madre con lágrimas en los ojos.

La mire desconsoladamente y dudando si decir lo que tenía en mente.

- Eres... una hija de perra...- Dijo Edward débil por los golpes que le había dado.

-¡Esta recuperándose! Tienes que irte rápido- Me dijo mi madre asustada.

-¿Qué? ¿Irme? O sea que ¿hablas de que me largue de aquí sola?

-_____... yo me quedaré aquí, si a alguien va a lastimar este maldito, prefiero que sea a mi y no a ti, cariño. Así que vete y no regreses, no me digas a dónde irás, no quiero que se me escape algo y te ponga en peligro.- Dijo mi madre con lágrimas en los ojos.

Mire a mi madre, entendiendo sus puntos, pero doliendome por tener que dejarla sola con ese monstruo. Pero eran las consecuencias, ahora tomaba sentido esa famosa frase "cada acción tiene su reacción de igual o mayor magnitud".

-Te juro que volveré por ti y te llevaré lejos de el- Dije para después abrazar muy fuerte a mi madre.

Me fui de ahí y corrí rápido a mi habitación para tomar un bolso y meter ahí un par de prendas.

Salí corriendo de ahí hasta llegar a la salida de mi casa, mi madre estaba cerca, viendo como me iba de ahí

-Te amo...- Le susurre a mi madre mientras me alejaba.

Después corrí hacia la central de autobuses en el centro de la ciudad. Ahí había un teléfono público, deposite una moneda que estaba en mi bolsillo y marqué...

-Beep... beep...-

Estaba dándome cuenta que había hecho, tenía tantas ganas de gritar y llorar, pero de algo estaba segura: disfrute muchísimo verlo en el piso, revolcándose de dolor.

-Mansión Fairchild, ¿En qué puedo ayudarte?- Me respondió una voz de una mujer que reconocí al instante.

-Tía... Tía Grose?...- Dije esperando que supiera que se tratase de mi.

-¿Tía? ¿De qué me hablas? Yo no soy tía de nadie pero si...- Hubo un silencio prometedor de dos segundos entre nuestras dos voces- ¿_____? ¿Eres ?

- Hola tía...- Le dije un poco cortante a mi tía-abuela- Acertaste, soy yo.

❥᭄ Créditos ❥᭄

Holaaa, gracias por leer este primer capítulo, se que lo hice un poco corto pero los siguientes procuraré de que sean más largos y por lo menos pasen de las 1900 palabras.

De corazón, gracias por apoyar esto. Estoy muy feliz y se los agradezco infinitamente 🔮🌌♥️.

Capítulo I
Palabras: 1151

𝕹𝖎ñ𝖔 𝕱𝖆𝖎𝖗𝖈𝖍𝖎𝖑𝖉 [Miles Fairchild×T/n] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora