Un amor complicado (Actualizaciones lentas)

Capítulo 5

—No lo voy a repetir otra vez Jason, comete la fruta.

—No, yo quiero huevo y tocino.

—Se acabó ayer en la cena. En la tarde compro, pero por favor comete eso.

—Te comportas como un llorón— Hablo Damian, mientras acaba de tomar su desayuno—Imaginas que dirían en la escuela, cuando sepan que el omega más fuerte del equipo de karate es vencido por un simple plato de fruta.

—No atreverías enano.

— ¿Lo grabaste todo?

—Listo— Tim alza el pulgar en señal de aprobación.

—Los odio—Empezó a comer la fruta

—Cuando baje, quiero que este vacío el plato—Salí de la cocina en dirección a las escaleras. Fui a mi cuarto por unos documentos que me faltaban, pero logre ver que Dick todavía estaba buscando algo en su cuarto— Hijo apúrate, vamos a llegar tarde.

—No encuentro mi corbata favorita.

—No hay tiempo, ponte cualquiera y vámonos.

—No entiendes mamá, yo quiero esa corbata y no otra.

Respire hondo, conté hasta tres, recordé que está entrando a la pubertad y que su humor es difícil. Pero una simple corbata no significa el fin del mundo.

—Si no estás abajo en dos minutos, me voy sin ti

Lo vi salir y bajar molesto. Por lo que agarre rápido los documentos y baje. Ya todos estaban listos para la escuela. Abrí la puerta principal y entramos al auto.

—Me toca poner música—Grito Damian desde la parte del medio en el asiento trasero.

—Mentira Dami, ayer te toco, ahora me toca a mí —Dice Dick a un lado de mí, en el asiento del copiloto

—Mentira, me toca a mí.

—Están locos me toca a mí, además no tienen buen gusto.

Empezaron a discutir y a gritar; recuerda lo que te dijo Alfred, respira y cuenta hasta diez, todo estará bien. Solo debo de tranquilizarlos y callarlos fácil.

—Mejor lánzate por la ventana Damian, nadie te quiere.

Hasta aquí llego mi paciencia. Paré el auto. Todos se callaron automáticamente, ni siquiera se oía sus respiraciones.

—Escúchenme bien todo; ¡no quiero volver a oír nada parecido a lo que acaba de decir Jason, no permitiré que alguien en esta familia vuelva a decir algo tan cruel!

El resto del camino estuvo en silencio. Al estar enfrente de la entrada, salieron corriendo todos menos Damian.

—Damian...

—No pasa nada mamá, ya me tengo que ir, sino llegarás tarde.

Sentí su aroma amargo. Sé que le dolieron esas palabras ¿A quién no le dolería?

En casa hablare con Jason y él.

Que desastre. No pude dormir en toda la noche por las goteras de la casa, la rata fugitiva y los constantes ruidos de la ciudad. Causando que me despertara tarde, teniendo que salir corriendo; junto a mis hijos, que ni siquiera pudieron desayunar.

—Papá mejor déjanos a una cuadra de la escuela, para que puedas desviar a tú trabajo.

—No te preocupes Konner, no hay tráfico a esta hora—Les di una sonrisa por el retrovisor para calmarlos—Por nada me pierdo el primer día de escuela, la prestigiosa escuela de Gotham.

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Hoy no es mí día.

El tráfico estuvo horrible, nadie podía pasar, todo el mundo tocando el claxon y gritándose. Paso una hora para poder pasar. Al llegar a la escuela tuve que bajar con ellos y esperar a que abrieran esa maldita puerta.

—Señor Kent, la hora de entrada ya paso. Debe de traerlos puntual o de lo contrario tendrán retrasos.

—Lo sé, prometo que no volverá a suceder.

—Eso espero.

Salí disparado hacia mi coche, con dirección a mi trabajo; donde también recibí una reprimenda por impuntualidad además de tener que salir tarde para cubrir las horas de retraso.

Durante casi todo el día estuve escribiendo el artículo del día, buscando información, revisarlo, etc. Hasta que mi jefe me llamo a su oficina.

—Señor Kent siéntese—Acate la orden y espere a que volviera a hablar—Necesito que cubra la apertura del nuevo refugió de animales de Empresas Wayne, que mañana.

—Señor yo...

—Me temo señor Kent que no se puede negar. La persona a quien asigne ese trabajo sufrió accidente y no tengo a nadie disponible, más que usted. Sé que es un excelente reportero y que cumplirá con las expectaciones.

—No le fallaré señor.

Regresando a mi lugar de trabajo, comencé a preparar todo lo necesario.