Capítulo 17

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Al despertar sentí mucho dolor; un dolor infernal por todo mi cuerpo, al igual que sentía que demasiado calor. Con esfuerzo logré pararme de la cama y acercarme la mesita de noche. Abrí el cajón y saque un bote de pastillas, con desespero saque dos y me las trague en seco. Me siento morir en estos instantes.

—Mamá, ¿Estas bien? — Voltee para ver a Damian. Su carita todavía mostraba su cansancio, pero se notaba muy preocupado por mí.

—...Claro que sí— me acerqué a él y lo tome entre brazos, con dificultad intente sacar mi aroma para relajarlo— Tranquilo pequeño, nada me pasará— él se aferró más a mi playera.

—...Mientes, ¿Por qué? —Siento como sus lagrimas mojan mí ropa—sé que en algún momento nos dejarás...no quiero...tengo miedo—comencé a sobarle la espalda y a mecerlo.

—No, claro que no. Sabes que yo soy fuerte, ni el mas temible mal me hará dejarlo. Ni mí condición de salud. Así que no llores mi hermoso niño, no me gusta verte llorar— No detuve mis movimientos y Damian no paro de llorar por un gran rato—¿Ya estás mejor? — con un movimiento de cabeza afirmo; así que lo baje de mis brazos— Ve a bañarte, recuerda que este día haremos lo que tú quieras.

Al momento en que se metió al baño, me apoye de la pared. Las pastillas ya no me están ayudando demasiado; no importa cuantas tomé, el dolor y el cansancio no cede.

Necesito aguantar, resolver este maldito complot que me arrebato a mis padres, para que mis hijos puedan vivir un futuro sin las horribles nubes del pasado.

—Buenos días—Tim salió del cuarto.

—Buenos días hijo, ¿Puedes ayudar a Damian a bañarse?, tengo que acabar unas cosas todavía.

—...Esta bien.

Dos horas tardamos para estar listos los tres. Bajamos al restaurante del hotel y desayunamos lo más rápido que podíamos, después tuvimos que hacer una parada rápida en la compañía para entregar unos papeles. Durante toda la tarde dimos un paseo por la ciudad; Tim y Damian me contaron como les va en sus actividades extra escolares. Uno mejoró mucho en la programación de su decimo segundo robot y esta vez sin que el prototipo se sobrecargue. Mientras que el otro ha avanzado en su pieza que presentará en el recital. Me alegra verlos esforzarse en lo que de verdad les gusta y disfrutan.

Cuando el sol se estaba ocultando, llegamos a tiempo para ver la función de ópera. Damian lucía emocionado de estar aquí, veía a todas partes con una profunda admiración. Mientras que Tim parecía aburrido a pesar de que todavía no estábamos en la función.

—Cuando regresemos a casa espero dibujar todo lo que estoy viendo, simplemente, magnifico— me alegra que este feliz.

Al llegar a el palco que reservé para los tres, pude observar a la señorita Tate del otro lado; acompañada por el Grodd Gorilla, una de las mentes más ingeniosas en el área científica. Solía trabajar en Laboratorios S.T.A.R, pero fue despedido, según los rumores, sus experimentos poco éticos.

¿Por qué está con la señorita Tate?

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Durante toda la función los estuve vigilando, parecía que discutían acerca de algo, ya que Grodd se levantó deprisa de su asiento y se largó antes que hubiera un intermedio.

—Mamá, quiero ir al baño— Mencionó Tim. Volteé por un instante al palco de enfrente, pero estaba vació. Demonios.

—Está bien, vamos. —agarre las manos de mis hijos y fuimos directo al baño. Al llegar decidí quedarme afuera a esperarlos, pasaron unos minutos, cuando sentí un toque sutil en mi hombro, me giré y vi a la señorita Tate. ¿Cómo demonios no sentí su aroma?

Un amor complicado (Actualizaciones lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora