Un amor complicado (Actualizaciones lentas)

Capítulo 18

Al llegar a la escuela de los niños, la maestra que se encontraba anunciando que niño se iba me miro con mala cara. La entiendo, soy impuntual al recogerlos, pero creo que es un poco exagerado que me mire como si fuera el predial.

—Señor Kent, como siempre tarde—alzó el megáfono— ¡hermanos Kent y Wayne, ya llegaron por ustedes! —bajo el aparato—Si no puede llegar por ellos temprano, puede pedir que el autobús los lleve a casa.

—Es que no me siento cómodo dejarlos ir solos, la ultima vez paso un pequeño accidente— si pequeño se considera incendiar una mansión.

Llegaron los niños en bola alrededor de Jason; traía su teléfono en las manos.

—Hola chicos...

—Silencio papá—me interrumpió Jon— Son las semi finales de la FIBA—¿Qué? — La Copa Internacional de Basquetbol—¿se notó tanto mi ignorancia?

Íbamos directo a mi auto, claro que vigilando que ninguno se quedará atrás o chocará con nada. Al acércanos un poco más, vi a un hombre mayor vestido como mayordomo esperándonos.

—Buenas tardes señor Kent, lamento venir de esta manera abrupta, pero vengo a recoger a los amos Dick y Jason.

—A-Alfred ¿Y-Ya regresaste tan pronto de tus vacaciones? —Dick comenzó a desprender un aroma agrio, se veía nervioso.

—Es un gusto verlo amo Dick, al igual que a usted amo Jason—Jason guardo su teléfono y dejó su lugar en medio para ocultarse detrás de mí.

—A-A-Alfred, amigo— se notaba su pavor a kilómetros—s-supongo que papá te contó todo.

—Efectivamente, de hecho, ya lo solucioné como me lo pidió el amo Bruce. Es hora de regresar.

Jason me jalo para que estuviera a su altura.

—Cuando reciba mi parte de Empresas Wayne, junto con la fortuna, se las daré a usted y a sus hijos. Solo pido que no dejes que ese anciano me lleve.

—Yo igual—dijo Dick, sujetándome con fuerza de mi otro brazo

Con cuidado me los quite de encima y me acerque al señor.

—Bueno señor...

—Pennyworth, Alfred Pennyworth.

—Señor Pennyworth, entiendo que son ordenes de Bruce, pero no cree que es muy brusco venir así de la nada.

—Por ello ya me disculpé.

—Lo comprendo, pero podría solo por hoy dejarlos venir conmigo, las cosas de los niños están en mi casa, algunas se lavaron apenas hoy y no he guardado nada. Solo por hoy déjelos irse conmigo, prometo que mañana traeré las cosas de los niños y se podrá ir con ellos— si las miradas matarán, yo estaría ya bajo tierra. Se nota que es un hombre duro de tratar.

—No se preocupé por las cosas materiales, puedo ir por ellas otro día, pero esos niños deben de regresar a la mansión y cumplir con sus obligaciones, como lo dejo estipulado el amo Bruce— paso por un lado mío, agarró las mochilas de los niños Wayne y con una mirada les ordenó caminar—Será depositada una recompensa por haber cuidado a los amos y lamento si le causaron algún inconveniente. Que tenga buena tarde. — Se dirigieron a una limosina negra y se fueron.

Le mandé un mensaje a Bruce para decirles lo que sucedió, pero no respondió. Tal vez debe de estar muy ocupado. Así que decidí seguir con mis hijos directo a casa.

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Alfred no suele comportarse de esa manera dura, siempre sede a nuestros caprichos, claro, los que considera que serán buenos para nosotros. Pero que nos haya recogido de esa manera, jamás.

El ambiente en la limosina era incomodo, contando que Alfred no nos ha regañado aún.

—Alfred ¿Por qué papá no nos mando mensaje qué vendrías? —habló Jason

Nos miro por el retrovisor, sus manos apretaron un poco el volante y desprendió un poco su sutil aroma a manzanilla.

—...El amo Bruce se encuentra en el hospital. Tuvo una recaída y el señor Jordan se enteró. Los está esperando en la mansión

Sentí como la sangre se iba de mi cuerpo y Jason no se encontraba mejor que yo. Nos mantuvimos quietos hasta llegar a la mansión. Al bajar vinos a papá abriendo la puerta para recibirnos.

—Muchachos, cuanto han crecido—me acerqué a él y le di un abrazo, mientras que Jay se quedo a lado de Alfred. Pude notar que estaba enojado— ¿No saludarás a tú padre Jason?

—Dejaste de ser mi padre hace tiempo—habló lo más calmado posible

—Jason— regañó padre

—No tienes el derecho de serlo, cuando jamás estuviste con nosotros y lastimaste a Damian. Eso jamás te lo perdonaré— Jason corrió esquivando a papá y se metió a la mansión, por ultimó se escuchó la puerta azotada.

Decidí seguirlo, mientras que papá y Alfred se dirigían a la sala.