AMANTES

C2

Hinata

El resoplido del viento golpeó mi ventana, eran más de las 4 de la mañana y afuera se vislumbraba una gran tormenta, un ensordecedor relámpago pareció golpear en la tierra pues la electricidad se fue.

Tomé mis pantuflas y fui a mojarme un poco el cabello, hoy Neji volvería y debía estar lista. Después de 3 meses de ausencia hoy por fin estaría de nuevo aqui.

Tomé una pastilla y volví a la cama. El edredón me envolvió en su calor y yo cai profundamente en los brazos de Morfeo.

La alarma sonó, miré la hora y pasaban de las 9, juraría que solo cerré los ojos, al parecer no tuve buena noche a pesar de dormir tanto. Rasqué mi cabello y bajé desganada por las escaleras, mi papá y Hanabi ya casi terminaban el desayuno.

-¿Mala noche? -me dijo mi padre y yo solo me remití a asentir.

Elha, nuestra cocinera regordeta me preguntaba que quería para el desayuno.

–Solo jugo, por favor.

–Deberias comer mejor, estás adelgazando. -regaño mi padre.

Yo solo alcé mis hombros como respuesta.

–¿A qué hora llega Neji?

–A las 11, justo ahora me arreglaré para recibirlo. -respondí atragantándome con el vaso de jugo mientras subía a mi habitación.

No tardé mucho en bajar, un vestido color marfil con vuelo en la parte baja adornaba mi blanca piel, era primavera y el día era cálido.

–Me voy -tomé a mi padre de los brazos y me alcé a besar su mejilla.

–Que te lleve Ko -me dijo y fruncí el ceño en modo de molestia.

–Esta bien, me iré taxi.

–No te estoy preguntando, Hinata. -lanzó una mirada sería. Asentí ante su intento de regaño y entré al auto.

Minutos después y por las calles transitadas de Tokyo, alcanzaba a ver a un hombre discutir con una mujer de cabellos rosas. *¿Sasuke?*

Hacía poco más de 3 meses que ese hombre se había convertido en mi espectador número uno en aquel bar de mi amigo.  *¿Será su esposa?* Me pregunté para mis adentros mientras los veía manotear al aire.

Siempre traté de ignorar su presencia, pero esta última semana su mirada había cambiado, no solo iba a verme sino que además salía ebrio de allí, lo que me decía que algo no andaba bien.
Sasuke me parecía muy atractivo, tenía los ojos más bonitos que había visto en mi vida, y cuando me miraba algo en mi interior se derretía, no entendía por qué, tal vez era la ausencia de Neji, si, eso debía ser. Me dije no tan convencida.

En poco más de una hora llegamos al lugar, no tardé mucho en localizarlo. Su porte perfecto emanaba por sus poros y su hombría se marcaba en cada una de sus prendas, no había duda, Neji me ponía demasiado sensible.

Sus ojos al fin cruzaron con los míos y saludó con su mano al aire mientras yo corría hasta él.

–¡Ey! Hola pequeña ¿Cómo has estado? -me tomó en el viento y giró conmigo en sus brazos mientras besaba mi cabellera.

–Te extrañé. -Él sonrió y yo me repegué a su cuello, estaba caliente y mi aliento lo hizo tensarse un poco.

–¿A dónde quieres ir? -dijo bajándome, pero sin apartarme.

–Creí que estarías cansado.

–Lo estoy, pero quiero pasar tiempo a tu lado.

Sonreí.