Hinata
Neji se ofreció a llevarme hasta el bar, adoraba esos detalles tan suyos.Aún recuerdo su cara cuando le dije que me habían contratado en el bar de mi amigo como bailarina de Pole Dance, pensé que tendría que suplicar su aprobación y sin embargo él me felicitó, y me llevó a festejar en un restaurante elegante, algo tan propio del él. Siempre tan correcto.
Él era mi tipo de hombre ideal.
–Hannae, sales en 5 -Kiba, mi amigo de hace años me informaba lo acontecido.
Tomé mi labial y finamente lo pasé por el centro de mis labios, daba un efecto lindo y formaba más el corazón de la boca. Coloqué mi antifaz, está vez un negro y salí en cuanto mi nombre se escuchó.
Mi vestuario entallaba mi figura como una segunda piel, subí al tubo y comencé mi rutina, baile, sudé, gocé y me apasione haciéndolo, Neji observaba en una de las mesas.
Sentí nervios cuando también ví a Sasuke presente, tenía la misma ropa que...
–¡Un aplauso a nuestra querida Hannael
Bajé del escenario por la parte de atrás, sabía que aún tenía otra presentación pero esto no podía esperar.
–Señor Sasuke -lo llamé, justo por detrás de él estaba yo con una bata de baño tratando de ocultar mi presencia.
–Hinata, Hola. Ya te dije que solo me llames Sasuke. -respondió.
A menudo que mi vista viajaba hasta su ropa pude ver qué estaba desaliñado, su corbata estaba mal puesta y su camisa se veía ¿arrugada?
–¿Qué pasa Hinata? -supongo que fue muy obvia mi mirada pues sus ojos estallaron de excitación por mi atención en su cuerpo.
–Solo quería saber si usted ayer... Emm si usted fue...
–Efectivamente, era yo. -me interrumpió.
Desvergonzado, y lo dice como si fuera cualquier cosa, es un cínico y un cabrón.
–¿A qué ha venido? -pregunté de mal humor.
–¿No es obvio? Vine a ver a mi bailarina favorita, o sea tú. -sentí que invadía mi intimidad con una simple mirada, aguanté lo más que pude pero al final terminé por apartarla.
–Como sea, no son de mi incumbencia sus asuntos personales. -dije
–Espera, Hinata. -me llamó pero fingí sordera.
(...)
Sasuke
–¡Hinata! -la llamé varias veces y me siguió ignorando. Así que la seguí hasta su cubículo.
–¿Qué hace, quién lo dejo pasar? -reclamó
–Te sorprendería lo que hace el dinero -respondí. Se veía nerviosa al tener mi presencia ahí. –¿No me digas que aún estás molesta por el beso del otro día?
–¡Ah n-no yo... -la ví ponerse roja como un tomate, no me contuve y comencé a reír.
–¡Vamos! Solo bromeó.
–¡Por favor váyase!
Me quedé observándola detenidamente, tenía un cuerpo de lujuria, cada curva me invitaba a posar mis manos sobre ella, esa mujer era un encanto.
Me recargué sobre un tocador que tenía ahí y me crucé de brazos, seguí mirandola a pesar de notar su molestia.–¿Qué pasa Hinata? ¿Por qué estás tan enojada conmigo?
–Usted no es tan importante como para hacerme enojar. -respondió con su ceño fruncido.
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AMANTES
RomanceUn matrimonio infeliz, con un hijo que era y por quién daría su vida, Sasuke estaba más que harto de su vida y se desquitaba con cuánta mujer se le cruzará, pero esta vez sería una "casi mujer" Hinata Hyuga, una niña de abolengo, que por alguna razó...