C7

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Hinata:

Después de terminar mi noche en el bar, urgí mi camino directo a casa, no tenía intenciones de detenerme a escuchar patéticas excusas por parte de Neji, ni siquiera quería verlo, me daba rabia pensar en él, intimando con ella.

—¡Hinata, por favor espera!

Lo escuchaba gritar, pero simplemente lo ignoré, un escándalo no era benéfico para nadie, en especial por el lugar donde nos encontrábamos.

Sentí su mano rodeando mi brazo en un impulso por pararme.

—¿Qué es lo quieres? —le pregunté con molestia evidente.

—Necesitamos hablar.

Lo miré de arriba a abajo, ni siquiera era capaz de ocultar mi molestia, a pesar de todo, yo seguía sintiendo celos de Temari. Eso me volvía una maldita hipócrita.

—Neji, yo realmente no quiero hablar, has dejado las cosas claras. Pediste tiempo y te lo di, ahora también te pido lo mismo.

—Pero, Hinata... Tú tienes que saber...

—Ya lo sé —lo interrumpí— Temari y tú, han estado juntos. Ella me lo dijo.

—Fue un momento de debilidad, estaba ebrio y lleno de celos por ese hombre y...

—Está bien, Neji. Tal vez estés en lo correcto y nosotros debamos terminar esto definitivamente.

—Hinata... —susurró.

—Tenías razón. Algo está pasando entre Sasuke y yo. —le dije, intentando ser lo menos hiriente posible.

—¡Lo sabía! —gritó furioso.

—Escucha, no ha pasado nada de lo que tú crees, ¿de acuerdo? Asi que no tienes que preocuparte por alguna infidelidad. Sin embargo... —mantuve un breve silencio, meditando cuidadosamente mis palabras— sin embargo, creo que me estoy enamorando de él.

Le solté lo más sincera que pude, sabía que tal vez era mi fin, sabía que Neji me odiaría, que mis palabras tenían un gran peso debido a mi enamoramiento por un hombre prohibido.

—¿Cómo puedes decir eso? ¡Ese tipo es casado!

—No por mucho.

La voz a mis espaldas hizo eco en mi espina dorsal.

—¿S-Sasuke?

—Mi divorcio se encuentra en proceso, cuando eso acabe seré libre de ir tras Hinata.

—¡Bastardo! ¿Dejarás a tu familia solo por un capricho?

¿Capricho? De alguna manera, eso me ofendía.

—Hinata no es ningún capricho. Es la mujer que amo.

Lo miré con asombro. Él dijo que me amaba.

Al escuchar tales palabras los puños de Neji se cerraron como conteniendo sus ganas de iniciar una pelea y Sasuke tampoco hizo mucho para intentar frenarlo.

Poco más de seis meses habían bastado para que éste hombre pusiera mi mundo de cabeza. Llegó a romper las barreras de mi rutina diaria y mi comodidad habitual, para convertirse en alguien escencial en mi vida.

¿Cómo no lo había notado? Yo también estaba enamorada como una idiota de Uchiha Sasuke.

—Cuando tu divorcio se complete, entonces yo la dejaré ir. Mientras tanto, no la soltaré.

La gruesa voz decidida de Neji, me estremeció los nervios.

—Por mí está bien. De todas maneras Hinata ya me pertenece.

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