Un grito desesperado en medio del mundo, que pensaba caería en el eco de la nada.
Lo sostienes en tus manos y lo elevas por el cielo.
Pienso en los milagros y el poder que estos tienen.
Una lágrima que se escurre y se pierde en los océanos, que drena a el alma.
La atrapas entre tus dedos y la devuelves a su lugar.
Pienso en los milagros y el poder que tienes.
Una canción triste, vacía que parece perderse en las notas rotas de un alma fragmentada.
La cantas conmigo y le das sentido, de repente es más suave y tierna.
Pienso en los milagros y cómo conviertes una balada.
Una historia partida a la mitad, mal cosida... los acertijos entre mis palabras, cómo sangran los versos que escribo, como lloran perdón.
Las curas y les quitas sus lágrimas, parece que le pones diéresis de diademas y las atrapas volando, les pones vida cuando hablan de muerte.
Y yo pienso en los milagros y cómo los tienes entre tus manos.
¿Hay amor ahí? ¿O estoy soñando?