Lejos, bajita, un piano dulce se cuela a mis pensamientos. Todo parece acuarelas cuando estás conmigo.
Lento, casi un susurro: escuchó esas palabras bonitas que me endulzan el corazón.
Y pienso que he buscado los milagros muy lejos, por he tenido uno siempre a mi lado y mi milagro eres tú.
Casi una melodía, siempre tomado de mi mano y esa sensación siempre es consuelo, siempre me traes calma aunque afuera el mar golpee mi puerta y el piano sigue tocando.
Cómo Theo y Vincent, como almas gemelas, un listón rojo que temo cortar.
Y el piano sigue sonando, se cuela en mis sueños, mis gritos de desesperación son ahogados y no hay lágrimas, ni pena, ni miedo.
Sólo estás tú.