Era de mañana y había mucho que desempacar, cuando Sett salía de la casa al coche que estaba en frente de la casa, los cuervos del techo seguían ahí, pero con la diferencia de que estaban dando vueltas por el techo de la casa.
Esto alarmaba mucho al muchacho pues estos animales suelen estar presentes en mitos y leyendas con su estatus mítico y sus mediadores entre la vida y la muerte debido a factores por sus características como el plumaje negro..
Sett no quiso quedarse parado por más tiempo viendo esos animales girando y haciendo ruido, así que sacó todas las cosas faltantes sin pausas.
Al entrar puso todo en el suelo y de una caja de cartón sacó una alfombra blanca muy limpia y la puso sobre la mancha seca de vino, así tapando una parte del suelo.
Sett no tardo mucho en desempacar sus cosas, llegó a su habitación que era una de las más grandes después de la de su mamá y al entrar podías ver una puerta gigante de cristal que llevaba a la terraza, Sett había pedido al servicio de mudanza las cosas que tenía en su cuarto anterior; su cama, sus repisas, su tele y unas mesas donde ponía sus consolas de videojuego, etc.
Pero notó que de los antiguos muebles, no se llevaron una mesa que seguía siendo del dueño, así que al terminar de acomodar; se acercó a la mesa empolvada, en la parte de atrás había cajones con cerradura y otra fotografía.
Sett al ver la foto, vio a tres personas; primero una mujer alta, elegante y mayor, tenía su cabello recogido totalmente blanco y portaba un vestido negro con escote pero en la parte de la falda larga, no se lograba ver las piernas o en que estaba apoyada.
Bajo la mirada un poco y debajo de la dama, había una chica mucho más joven pero igual de cabello blanco, que estaba sentada en un sillón rojo con un vestido blanco corto por arriba de la rodilla y sin mangas con un moño en el escote, la chica se veía risueña y en la mitad de su rostro se lograba ver un círculo que simulaba la luna.
Y al final, encontró de nuevo al muchacho de la otra fotografía, parado con un rostro de seriedad y una mano sobre el hombro de la chica que estaba sentada, esta vez el joven de la foto llevaba un traje negro completo y su sombrero de la foto anterior.
Sett la limpio un poco y la dejó en una caja de cartón, siguió analizando la mesa que se veía muy antigua y al dar la vuelta a la mesa, vio los cajones que al intentar abrirlos, fallo; pues al parecer estaban cerradas con llave.
Mientras que el pelirrojo miraba los cajones para ver la manera de abrir, escucho golpes en la ventana a su espalda y sin dudar volteó, vio una figura negra viéndolo desde afuera y dejando caer algo en el suelo solo para salir corriendo hacia la gran puerta de cristal y al abrir.. No había nada.
Sett giraba su cabeza a todas a los lados para encontrar o ver a alguien, pero simplemente no había rastros de nada pero; al ver sus pies, aparte de hojas secas, había dos llaves góticas, una que tenía formas de alas de murciélago con un rubí incrustado en el centro.
Y la otra; era de un plateado oxidado, la punta tenía partes extrañas, como si hubiera un mini laberinto u otro universo en esa llave y la forma del mango estaba conformada por tres corazones.
Sett intentó abrir el cajón con la segunda llave, Moviendo insistentemente la llave pero no abrió, la tomar la otra llave y meterla al cerrojo se logró abrir.. El pelirrojo tenía una sensación de miedo de lo que podría ser, por medio de todo esto sabía muy poco de los dueños anteriores..
Al abrir el cajón con temor, encontró un revolver, unas balas gastadas, hojas de papel y una fotografía volteada, Sett estaba confundido con las armas y las balas, al igual que atemorizado pues en que rayos estaban metidos como para utilizar eso.
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¿Qᵘⁱᵉⁿ ᵐⁱʳᵃ ᵖᵒʳ ˡᵃ ᵛᵉⁿᵗᵃⁿᵃ? ˢᵉᵗᵗ ˣ ᴬᵖʰᵉˡⁱᵒˢ
ÜbernatürlichesSett; un chico joven que se mudó a la ciudad con su madre a una mansión en venta, los vecinos son amigables, la casa linda pero algo anda mal.. A lo largo de la semana las cosas se tornar perturbadoras al conocer a los antiguos dueños de este lugar.