Caramelos caseros

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Ingredientes: Azúcar 1 kilo, Agua 500 cc, Vinagre 180 grs, Glucosa 200 grs Colorantes a gusto, Saborizantes a gusto, Plancha siliconada y Moldes siliconados

Pasta: Llevar el caramelo a 130 grados y agregar la glucosa y el vinagre.  Llevar a 145 grados. Apagar el fuego.

Volcarlo sobre la placa siliconada y trabajarlo para que vaya tomando temperatura ambiente para poder moldearlo.  Colorear y/o saborizar a gusto.

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-¡Despierta Azul! ¡Es Halloween!- dijo Matt saltando sobre ella. Azul se giro y se tapo con la almohada. Matt corría como un loco de una parte de la casa a la otra.

Azul gruño para sí misma ¿Qué le pasaba ahora?

-Hay que poner las decoraciones y  buscar fiestas a las que ir, y asustar personas. ¡Sera grandioso!

-Ya me levanto. Solo prende la tele para que empiece mi show de las mañanas.

-Pero faltan tres horas para eso. Empieza a las ocho.

-¿De qué estás hablando?- pregunto Azul y miro su reloj - ¡Matt! ¡Son las cinco de la mañana! ¡Déjame dormir!

-Pero, hoy es 31.

-Y hay tiempo hasta media noche. Adiós

Matt se paro junto a Azul e hizo cara de perrito.

-No puedo verte desde detrás de la almohada tonto.

-Pero sabes que te estoy mirando

-Déjame en paz ¿Por qué te emociona tanto?         

-Porque es divertido ¡Hagamos dulces caseros!

-A la tarde.

Matt volvió a poner cara de perrito.

-Si me dejas dormir una hora más al menos, te prometo que iremos por decoraciones a la tienda más grande de la ciudad.

-¡Sí!- dijo Matt yéndose de la habitación saltando.

-Me arrepiento de no vivir con un fantasma asesino o uno malvado.

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-¡Feliz Halloween señor portero!- dijo la vecina del departamento 1b. Digámosle Mirta.

-Gracias Mirta, lo mismo para usted.

-Me encantan las decoraciones que ha puesto pero ¿No le parecen algo paganas estas fiestas?

-Señora por favor- dijo Matt a su lado  -¿No tiene suficiente con querer salir con el portero que además quiere arruinar el halloween de todo el edificio?

-Solo son un par de calabazas y brujas de papel, no pasa nada. Además el edificio entro en la zona por la que se hará el desfile de Halloween este año. Hay que estar acordes.

-Si usted lo dice entonces debe ser correcto.

En ello el marido de la señora llego por el ascensor.

-Oh Conrad ¿A dónde vas ahora?

-A comprar galletas. Otra vez los ratones las han roído todas.

Matt rio –Esa es la peor mentira que he escuchado señor. Y yo soy un pésimo mentiroso.

-Oh bien, cómprame unos dulces, no vaya a ser cosa que nos quedemos en el edificio sin ellos si pasan pequeñines.

-Oh no se preocupe señora, la chica nueva se ofreció a hacer algunos dulces caseros. Azul es muy trabajadora y esperemos también buena cocinera.

-Y con la ayuda de este buen fantasma, van a ver que salen excelente- dijo Matt subiendo la escalera.

En cuanto llego, atravesó la puerta y mirándose el hombro se saco una astilla

-Este departamento se cae a pedazos. ¡Hey Azul! Son las nueve, los vecinos ya están despiertos ¡Levántate!

-Tú no me mandas

-Si no te levantas me iré.

-De saberlo me hubiese encadenado a la cama desde un principio.

-Por favor, levántate. Vamos, tengo una sorpresa.

-¿Qué cosa?

-Ya sé a dónde iremos esta noche.

-¿Tenemos que salir?

-Claro que si ¡Es halloween! Resulta que el vecino músico va a tocar con su banda en una fiesta y estamos invitados.

-¿Quién lo dice?

-Yo, los fantasmas podemos ir a donde se nos plazca

-Yo no soy un fantasma.

-No es lo que seguramente piensen en tu facultad de ti- dijo entrando en el cuarto.

Un velador voló hacia Matt y este lo esquivo. Azul le tiro con la almohada y le pego.

-¡Blanco!

-transparente de hecho. ¿Te vas a levantar?

-Sí, sí. Ya me levanto. Ve prendiendo el fuego para los caramelos.

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-Aquí tiene los caramelos señor portero –Dijo Azul tendiéndole un gran paquete –Que se divierta hoy en el desfile.

-Gracias Azul. Que tengas una terrorífica noche.

-Sí, si ¿Nos vamos ya?- dijo Matt.

-No seas grosero.

-¿Prefiere tener una divertida noche?

-Oh no, terrorífica está bien – dijo Azul riendo –Hablaba conmigo misma. Mi conciencia es muy molesta a veces.

-Ahora resulta que soy Pepe Grillo. Vámonos.

Azul salió por la puerta del edificio seguida de Matt. Su camiseta roja larga hacia juego con el disfraz de diabla de Azul, sin embargo, el iba de normal.

-¿No te pones disfraz?

-Claro que sí. Aquí lo tengo.

Matt saco de la nada una sabana y se cubrió enteramente.

-¿Es enserio? ¿Iras de fantasma?

-Mi segunda opción era hombre invisible, pero supuse que no querías explicar cómo llevaba un bombín flotando en vez de con un alambre.

-Bien dicho.

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-Juro que no sabía donde nos metíamos- dijo Matt volviendo

-¿De verdad? ¿No dijiste que íbamos a la fiesta del vecino?- dijo furiosa cerrando la puerta agitada de tanto correr –Nos persiguieron ocho cuadras ¡Ocho!

-¡¿Cómo iba a saber yo de direcciones?!

 -¿Me estás diciendo de que es mi culpa que nos metiéramos en una celebración de una secta satánica en halloween?

-Bueno, no. Que va. No ha sido tan malo. Había muchas velas y colores

-Oh, tu porque no eras el próximo que sacrificarían. Que va, me voy a acostar

-¿No iremos a pedir dulces?

-Ni siquiera puedes comerlos.

-Lo había olvidado.

Azul giro los ojos. Fantasma malvado, para la próxima malvado. 

Recetas del fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora