👮🏻El Policía 🚔*Emiliaco* (Adaptación)

Capítulo 5

1/??

Narra Emilio.

Y lo conocí. Desde entonces, mi alma comprendió que hay amores destinados, subrayados, reservados; amores difíciles, pero no imposibles, supe que él sanará mis heridas, que me haría confiar de nuevo en el amor.

By: Jarhat Pacheco

No sé qué es lo que ocurrió exactamente esa noche que lo conocí, pero lo que sí estoy seguro de que con ese rostro y esa mirada de pureza una flecha entró fácilmente hacia delante con la punta bien afilada y lo único que sentí es una leve punzada en mi corazón. Desde aquel instante el nombre de Joaquín no salió de mi cabeza ni de mi herido corazón.

Cuando me ordenaron a investigar a David nunca me imaginé que gracias a tal desgraciado encontraría al hombre de mi vida. Me enamore de Joaquín a primera vista, solo quería protegerlo de todo mal y sentir que es solo mío.

Después de detenerlo en la noche que me robó el corazón, tuve varios encuentros más con él, pero nada agradables ya que él estaba pasando por malos momento debido al hombre que detuvimos en su casa, por casualidades de la vida me encontré con él ayer en el hospital mientras acompañaba a mi madre.

Cuando lo vi entrar en la sala mis latidos se detuvieron, sentía que él era la razón de mi existencia.

— No me importa si terminó roto, pero con él correré el riesgo. — pienso mirándolo fijamente.

Escucho a mi madre llamarme, pero eso no significa que deje de pensar en la persona que tengo frente a mí, con su uniforme de enfermero que lo hace ver más sexy de lo que es, como me gustaría quitárselo y hacerle el amor en una de las camillas del hospital.

No pierdo tiempo y salgo detrás de él, me habla con enojo y lo entiendo pero eso no significa que me dé por vencido. Después de dejar a mi madre en casa, decido ir al lugar donde estaba, no sé pero ahora que se ve involucrado en el caso de David, sé que no está a salvo.

Estacioné mi auto, y caminé en dirección al hospital, pero de repente veo un chico a lo lejos correr asustado, no puedo distinguir bien su rostro hasta que se acerca más a mí, me sobresalto cuando me doy cuenta de que es Joaquín, mi Joaquín.

Sin querer choca con mi cuerpo, lo sujeté para no caerse, y cuando sube su mirada, sus ojos están llenos de lágrimas y temor. Intenté calmarlo abrazándolo y besando su frente. Miré a los alrededores si veía quien lo seguía pero no llegué a ver nada.

Lo llevo a mi casa, donde pasa la noche junto a mí, en mis brazos dejándome amarlo y yo siendo amado por su parte. No pude resistirme cuando lo tenía en mi cocina con mi pijama, tomé valor acercarme a él y rodeé su cintura con mis manos, acercándome más a mi cuerpo mientras siento su respiración.

Solté de mi boca lo que sentía, después de una íntima conversación, lo besé desenfrenadamente, mientras camino hasta mi habitación, le retire las prendas que llevaba encima mientras lo recostaba con delicadez con miedo a que se rompiera.

Mi mirada recorre su hermoso cuerpo desnudo, sonreí cuando vi que su piel se erizó al quitarle el pijama que llevaba quedándose en cueros, me pongo encima de él con sus piernas entrelazadas en mi cintura.

Me gusta su timidez, es algo que me vuelve loco, cuando lo penetro siento lo estrecho que está y lo difícil que se me hacía para introducir mi miembro y es cuando me di cuenta de que fue su primera vez, me extraño porque estoy seguro de que tiene a hombres detrás de él, pero no dije nada en ese instante, solo quise que disfrutara.

Después de darme cuenta por mí mismo que era virgen, procuré no hacerle daño, así que mis embestidas son suaves y lentas, hasta llegar al deseado orgasmo.

En la mañana nos despertamos, aunque él ya lo estaba porque me estaba mirando y sonriendo a la vez y es cuando quise que esa sonrisa se viera siempre al despertar durante el resto de mi vida.

Pregunté porque permitió que yo fuera el primero, pero su contestación me dejó pensativo.

— No sé, pero tal vez con el tiempo lo descubra. — palabras textuales de Joaquín, que suenan como eco en mi mente.

Tenía más hambre de él, quería más de lo que probé ayer. No me lo pienso mucho y me lanzo a por su delicado cuerpo, pero desgraciadamente suena mi celular, maldije mentalmente. Si no fuese porque es del trabajo, no contestaría.

Mientras hablo con mis superiores, Joaquín está muy concentrado en mi cuerpo, normal estoy desnudo y con una gran erección.

Me tuve que ir a trabajar, pero le prometí que en la noche lo recompensaría por lo de esta mañana. Pasar una hermosa velada era el plan, acompañados por la luz de la luna.

Si pudiera no me alejaría de él ni un solo segundo, pero el deber me llama.

Llaman a la puerta de mi oficina, lo cual hace que salga del profundo trance en el que me encontraba recordando desde el minuto cero que vi a Joaquín.

— Jefe, ya están los dos hombres que ordenaste para la vigilancia de Joaquín Duran. — me informa un compañero.

— Muy bien, que lo sigan a donde sea pero que sean discretos. — ordené.

Mi compañero asintió, y se retiró.

Mi único interés es que no le pase nada, necesito saber que está a salvo.

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Hola

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