3

33 3 0
                                    

No sabían con exactitud qué hora era, pero probablemente había pasado de media noche cuando los ninjas sin aldea llegaron a La Torre.

Encontraron un equipo dentro, ya los conocían.

Kiba, Hinata, Shino y Akamaru.

Kouru y Leta los saludaron con la cabeza, mientras que Isaac sacudió la mano a su dirección, energéticamente.

Pasaron hasta llegar a las escaleras, subirían al segundo piso.

-Estos chicos son interesantes -comentó Kouru al aire.

-Sí que lo son.

-¿Haremos algo?

-Todo de acuerdo a las órdenes, chicos. Lo saben -respondió Leta.

-Bueno. Ya que estamos aquí, deberíamos descansar.

-Tienes razón, Isaac. Yo tomaré la primera guardia, Kouru el siguiente y cuando acabes, me despiertas.

-Espera, ¿y yo qué?

-Debes descansar, yo tomaré tu lugar, punto.

Habían terminado de subir las escaleras.

Isaac estaba por reclamar, sí, la herida en su pierna causada por el equipo que quiso robarles un pergamino ya había sanado, prácticamente.

-Pero… -algo interrumpió al castaño, el cual salió colgando de cabeza, una especie de arena lo tenía agarrado de los pies.

Sus compañeros lo siguieron, encontrándose con otro equipo.

-Oigan, ¿qué les pasa? Si están aquí se supone que ya tienen ambos pergaminos -dijo Kouru, analizándolos.

-Pero yo aún no me siento lo suficientemente vivo -respondió el pequeño pelirrojo al lado de un Isaac colgante.

-¿Qué? ¿Acaso necesitas matar o algo para sentirte vivo? -preguntó la chica, atenta a sus movimientos. Era obvio que el controlaba la arena.

-Gaara, debemos descansar, puede que tú no, pero Temari y yo sí, no causemos publemas -pidió el chico vestido de negro atrás de él, señalando a una rubia.

-Cállate.

-Kankuro tiene razón, por favor. Velo como otro favor a tu hermani...

-Tú también, cállate.

Leta se acercó al menor a una velocidad impresionante ante los ojos de los hermanos.

-¿Qué clase de ser humano necesita matar para sentirte vivo?

-Yo no soy humano, soy un monstruo -lo dijo con tanta seguridad que su voz rasposa le provocó un escalofrío a la todos.

-No todos los monstruos hacen cosas monstruosas, lo aprendí bien. Basta.

El chico gruñó, tomándose la cabeza con una mano y después, volvió a mirar con odio a Leta.

-Aléjate de mí.

Temari y Kankuro temblaron cuando ella dio unos pasos más hacia su hermano, la arena no se movió, no hizo nada.

No lo protegió.

Ella se acercó tanto que su nariz, cubierta por una máscara, estaba casi tocando la nariz del pelirrojo. La arena no lo impidió.

-Me alejaré cuando lo sueltes, no permitiré que lo mates.

"La niña es valiente..." -dijo una voz, en la mente de Gaara.

-¿Por qué?

-Porque es importante para mí. ¿Acaso a tí no te importa nadie?

Monstruos (Gaara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora