"¿¡Tiempo de comer!? ¡Tiempo de correr!".
(…)
Yonaka y Mogecko caminaron por el pasillo carmesí... Que diga, rojo. Mientras observaban la belleza del prado completamente rojizo a la distancia, Yonaka preguntó—: Señor Mogecko... ¿Usted cree que subir me ayudará a salir del castillo?
—No lo sé, señorita Yonaka, pero si hay al menos un atisbo de esperanza al cual aferrarse, no debería soltarlo. Entonces, si nos dicen que podríamos salir del Castillo Mogeko al llegar al último piso... No hay que perder la esperanza, señorita Yonaka.
—Pero... ese Mogeko pudo habernos engañado —respondió Yonaka, algo rezagada.
—Lo sé, pero... —Antes de que Mogecko pueda explicarlo, Yonaka le interrumpió–. Usted también puede que me esté llevando a una trampa... —Esto hizo que Mogecko se congelara en el acto, pero no desistió.
—Señorita Yonaka, si le sirve de consuelo... Yo moriré si no la protejo, así que mi vida está atada a la suya... señorita Yonaka —respondió Mogecko, fríamente.
—Ah... Oh, bueno…
Continuaron caminando hasta que observaron a un Mogeko en medio de un desastre sangriento de otro Mogeko.
Oh Dios, me olvidé de este chico.
—Oigan, ¡les tengo una pregunta...! Puedes comer panecillos o pudín de pan, pero ¿Qué pan no puedes comer?
—Señorita Yonaka, deberíamos... —Pero Mogecko fue interrumpido por la inesperada respuesta de Yonaka.
—Una breadboard —dijo ella, seriamente.
—... ¿Eh? —Mogecko estaba muy confundido con la situación en la que se encontraba.
—Bzzzt, Sí puedes comer una breadboard.
—No, no puedes... —respondió Yonaka.
—¡Sí puedes! Aunque, ¡El Mogeko que lo hizo el otro día, murió!
—¿Eso no significa que no puedes? —preguntó Yonaka, algo confundida.
¿Cuál es el sentido de esta conversación? Se preguntó Mogecko.
—En realidad, ¡la respuesta correcta es el pan que tenga cianuro de potasio!
Los ojos de Yonaka se agrandaron con confusión. Mogecko solo se quedó observando la situación absurda frente a sus ojos.
—Por supuesto, el Mogeko que comió eso, ¡definitivamente murió también!
Yonaka y Mogecko dejaron de prestar atención al Mogeko delante e ellos para ver al que estaba muerto en el suelo con un pan mordido a su costado.
—... Por supuesto que recuerdo eso —señaló Mogecko.
—Bueno, ahora... —El Mogeko habló, a lo que Inmediatamente Yonaka se tensó, pensando que algo malo ocurriría. Mogecko ya había sacado el cuchillo de su mochila—. ¡Me voy a mi habitación a dormir!
El Mogeko raro se retiró del pasillo pacíficamente, luego Yonaka y Mogecko se miraron confundidos, para después caminar por donde se fue el Mogeko raro, así saliendo a otro pasillo.
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El Contrato (reescrito)
FanfictionEl final feliz de Yonaka fue triste, después de todo, no todos pueden describir igual lo que es la "felicidad", pero cuando un ser externo es introducido a la historia de Yonaka, ¿podrá ella tener su final feliz? (Bueno, el juego no es de mi propied...