El Contrato (reescrito)

Piso Cuatro

"Si supiera que sería muy cansado... no importaría, porque lo habría hecho de nuevo”.

(…)

Los tres se teletransportaron a una habitación que tenía un Mogeko sentado en una mesa. La habitación también tenía algunos libreros y al reciente cadáver del asistente de Espíritu de sangre en el suelo, probablemente haya muerto al teletransportarse.

Mogecko se acercó al cadáver del asistente, y señaló—: Deberíamos irnos ahora... ¿verdad?

—Tienes razón, debemos irnos de aquí, señorita —respondió Mogeko defectuoso.

—Esperen... ¿Huelen eso?

—Uuh... ¿El olor a sangre? Creo que ese soy yo —afirmó Mogecko.

—No, señor Mogecko, este olor es diferente.

—... ¿Cómo puede diferenciarlos?

Yonaka simplemente ignoró a Mogecko y observó la caja que se encontraba en el cuarto, más específicamente en una esquina del mismo. Por curiosidad, o tal vez puro capricho, Yonaka quería saber qué tenía la caja que emitía un olor tan desagradable, peor que el olor a sangre de Mogecko. Se acercó a la caja y la abrió, solo para encontrar el cuerpo de un Mogeko con sus propias vísceras cubriéndolo por completo. Inmediatamente después, Yonaka cerró la caja para evitar seguir observando aquella obra macabra.

—Eso es asqueroso —afirmó Mogeko defectuoso.

Yonaka tenía una cara de disgusto la cual reflejaba que fue una pésima idea revisar aquella caja.

—¿Peor que en el camino de sangre asqueroso? —preguntó Mogecko.

Yonaka asintió como respuesta y salió de la habitación.

—Pobre chica —habló Mogeko defectuoso.

—Sí... Pero aún podemos ayudarla a salir de aquí. Vamos, no queremos que se nos pierda —dijo Mogecko, a lo cual, se ganó un asentimiento departe de Mogeko defectuoso y ambos salieron de la habitación para seguirla .

(…)

~ Un rato después ~

Yonaka, Mogeko defectuoso y Mogecko habían revisado cada habitación del pasillo en el que estaban, todo porque Yonaka no podía aguantar su curiosidad; después de eso, los tres salieron de aquel pasillo y entraron a otro mucho más largo.

Mientras caminaban, Yonaka trató de llamar la atención de Mogeko defectuoso—: ¿Señor Mogeko defectuoso?

—¿Qué?

—Los Mogekos de este piso parecen muy deprimidos... quiero decir, se ven tan tristes.

Mogecko quiso intervenir en la conversación, para no sentirse ignorado, pero como apenas llevaba viviendo un día, no tenía ni idea de qué decir.

Después de un momento, Mogeko defectuoso respondió—: Sí, no hay duda... de alguna forma, quizás este sea el piso más escalofriante de todos…

Yonaka soltó un ligero gemido ante lo que dijo Nega-Mogeko.

—... Quizás debería explicártelo… —Mogeko defectuoso de quedó pensando por unos segundos, antes de continuar—: Sí, lo haré, pero sigamos caminando mientras hablo.

Los tres continuaron caminando por un pasillo algo largo, y así, Mogeko defectuoso continuó su explicación.

—... Cierta persona controla este piso.