Dynasty

Familia

Las puertas del ascensor se abren y salgo de él, al instante siguiente encuentro la puerta en la cual pone Argent. Sin embargo, no consiguía convencer a mi cuerpo de pulsar el timbre pues cuando estaba a punto de hacerlo me acosaban millones de dudas. Cuando ya me había girado para volver sobre mis pasos la puerta se abrió.
-¿Camille? - Yo cogí aire y me giré, permitiéndome verle bien al igual que él hacía conmigo - ¿De verdad eres tú cariño? -
-Sí papá, soy yo - Dije al borde del llanto
Él abrió los brazos y yo corrí a abrazarle.
-Si te digo la verdad, no sabía si vendrías - Dijo dándome besos en la cabeza y apretándome entre sus brazos
Estuvimos así tanto tiempo que perdí la cuenta.
-Bueno, mejor entramos en casa y hablamos -
Me abrazó por los hombros y me condujo dentro del apartamento, al salón. Nos sentamos en el sofá e insistió en que le contara qué había hecho este tiempo.
Y casi una hora más tarde terminé de contarle todo.
-Papá -
-¿Sí hija? -
-Allison... - Suspiro - Se lo tenemos que contar todo y pronto -
-Lo sé Cam, pero no sé cómo va a reaccionar -
-Yo tampoco pero no tardará mucho en verme y claramente me reconocerá, al igual que has hecho tú -
-Bien, esta tarde ven en cuanto salgas del instituto -
-Hoy tengo hora libre antes de que terminen las clases -
-Ven entonces a esa hora - Miro el reloj que tienen en el salón y me doy cuenta de que ya me he perdido dos clases - Debes irte ¿No? - Dice después de verme mirando el reloj
-Sí - Digo haciendo una mueca
-No pasa nada, ya tendremos tiempo de hablar -
Nos despedimos en la puerta del apartamento, dándonos antes los números de teléfono.
Me cambié de ropa (una sudadera negra con capucha, pantalones del mismo color y unos botines) y me dirigí al instituto.
Llegué a la hora del recreo y fui directamente a la biblioteca en la cual pasé el resto de la hora leyendo.
Al salir casi me choco con una chica, si no hubiera sido por mis reflejos...
-Lydia - Nombro. Mierda
-¿Sabes mi nombre? Bueno, da igual de todas formas me quería presentar - Se giró - Espera un segundo - Caminó un par de pasos de espaldas a mí, parecía estar buscando a alguien pero suponiendo a quién buscaba no pensaba darle tiempo a encontrarla, así que me giré con la intención de salir corriendo, cuando esta vez si que me choqué con alguien.
Allison.
Ella se recobró rápidamente del golpe y fue entonces cuando me miró a la cara y en una milésima de segundo me reconoció, ese mismo instante en el cual su mirada pasó por todas las etapas posibles, confusión, sorpresa, desconcierto, felicidad, enfado, tristeza, para finalmente volver a la confusión.
-¿Camille? -
Y entonces se puso en marcha un instinto que todos tenemos, salvarnos. Lo que para mí se tradujo en huir, lo más rápido y lo más lejos posible.