Una investigación para un Idol (2)

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(Final)

Después de ese giro horrible con la camioneta que iba a alta velocidad para escapar de algunas patrullas, y lo habían logrado en verdad.

-¿Qué creé que hago?- pregunto con sorna para terminar de quitarle aquel sensual traje que marcaba todo ese cuerpo pero también se mostraba mejor desnudo.

-¡Estas loco!- grito el Idol para tratar de apartarselo de encima, no sabía que hacer en ese momento menos cuando su ropa estaba casi destrozada en zonas específicas.

-Gracias querido- musito con ironía pero termino por besar al azabache a la fuerza mientras sus manos recorrían ese cuerpo bien definido hasta llegar a esos glúteos redonditos, suaves y cálidos.

-¡Basta! ¡Basta!- entre pataleos y golpes trataba de separarse de este pero lo que ocurrió después fue cuando el castaño no dudo en sacar una daga filosa que al solo posarla en la mejilla del menor corto con sutileza; entre amenazas y después de un par de minutos por fin logro noquear al cantante en el momento justo que la camioneta se detuvo.

-Gracias kamei, ten y desecha el auto...no te servirá después de todo- sin más le dió el dinero en un sobre a su amigo para cargar a Daisuke Kambe en sus brazos cubierto con una manta.

Una vez listo todo dejo al pobre Idol encadenado con sus manos suspendidas arriba de su cabeza con unas cadenas y sus tobillos con un par de grilletes; la hora paso en su totalidad haciendo despertar a su nuevo invitado que estaría en su departamento en un cuarto especial.

-Vaya, la bella durmiente despertó ¡Gracias! ¿Qué tal dormiste querido?- pregunto el castaño mientras se acercaba a este y se arrodillo frente a él.

-¡Alejate de mi! ¡Eres un maldito loco! ¡Suéltame!- gritaba con fuerza mientras gruñía hasta quedarse en silencio por una mirada horrible que le mostró aquel quien decía ser inspector.

—Vamos dulzura, está claro que jamás saldrás de aquí...ni sabrán que tú en realidad estás aquí....- tenía todo planeado se notaba en su mirada, haria desaparecer a un gran Idol...desaparecer al gran Kambe Daisuke, eso era el objetivo principal que se estaba dando ahora mismo.

La televisión sonaba de fondo.

"Un trágico accidente ocurrió una gran celebridad ha partido, nos encontramos en la zona del accidente, el joven Idol, Kambe Daisuke, de veinticuatro años...con una gran carrera desde hace años, falleció el día de hoy, su causa de fallecimiento fue que el auto en el que venía fue chocado por un camión haciendo que el vehículo chocará contra un muro que cayó por el impacto, a demás de incendiarse pero los bomberos lograron apagar el fuego a pesar de tardar media hora..."

La noticia se escuchaba en aquella habitación casi amueblada, no se necesitarían muebles para poder tenerlo ahí.
Un cuerpo quieto y el sonido de las cadenas se escucharon cuando se detuvo de forma abrupta.

—Ves querido...ahora nadie sabrá que tú en verdad estás vivo....solo serás para mi- musito bajito apegándose al pobre ex Idol quien no pudo apartarse por el agarre en sus mejillas.

—¡Te mataré! ¡Te mataré!- gruño con fuerza pero termino siendo golpeado con puño limpio sintiendo el dolor en su mejilla.
Por primera vez en su vida Daisuke recibió el primer golpe en su preciado rostro, con unas lágrimas correr por sus mejillas le hicieron verle con algo de sumisión.

—Ahora nos entendemos mocoso- musito Kato sin dejar de verle mientras le baja los pantalones y se los quitaba hasta dejarlo sin nada, amar ese cuerpo sería pecado pero ahí estaba besando ese blanquisco cuello, mordisqueaba y lamía en su totalidad mientras sonreía en sus adentros, fue bajando lenta y torturamente a esos botones rozados que no dudo en lamer uno y con sus dedos atender el otro estimulando hasta que se pusieron duros, con sus dientes jalo suave y lo soltó en un chupeteo sacando esa dulce voz en el ex cantante.

—Te...te mataré...- musito el azabache con voz agitada hasta terminar siendo atendido esa zona que con los toques diestros de Haru despertaba, esa virilidad habia despertado siendo atendida por la boca del mayor en chupeteos, lamidas y succiones que hacían temblar el cuerpo de Kambe.

—Sabes delicioso...tal como te imagine...gimiendo para mí- musito el inspector acercándose más a él y besar sus labios de manera forzada hasta que cedió, el calor del momento estaba ahí.

Una vez que sus dedos jugaron con esa entrada hasta dilatarla fue cuando lo soltó y entre pequeños roces su virilidad mantenía el calor entre esos glúteos que ya tenían sus manos marcadas.

—Ni se te ocurra maldito...- musito en un pequeño murmullo.
Y como si fuese un, "¡Vamos, penetrame con todo lo que tengas!" Lo hizo, con una estocada fuerte y certera tomo el interior del oji azúl. Mantuvo un movimiento constante, no había razones para parar o algo por el estilo, mientras tanto la víctima soltaba lágrimas suaves por la sensación de dolor que sentía en su interior y en su cadera dónde esas manos se apretaban a su piel, a demás de sus muñecas que en cada movimiento o presión se abrían por las cadenas.

—¡Basta! ¡Basta!- entre sollozos pedía el menor con todo su corazón de que parará pero nada, solo animaba a su atacante a qué lo embistiera aún más fuerte.

No paso más de dos horas que Haru Kato había tomado el cuerpo de Daisuke Kambe para su placer propio a demás de marcarlo como suyo entre mordidas y besos.

Desde ese día iniciaron muchas más cosas horribles para el ex Idol, un Idol que olvidaron tras su muerte, más de un año encerrado y las torturas continuaban desde abusos, golpes, cortes en la piel, hasta drogas pero en un grado bajo solo para callarlo y calmarlo, poniéndolo sumiso para su propio deleite del inspector.

Haru Kato tenía lo suyo y no lo compartiría con nadie....

Kambe Daisuke vivía una tortura y un amor enfermizo hacia su atacante, todo por sentirse amado.

HaruDai (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora