Percance en el ascensor

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-Kambe Daisuke, estará con nosotros trabajando a partir de ahora- presento Yukihiro Kiyomizu jefe de la "Modern Crime Prevention Headquarters".
Al ser rodeados por aquellos nuevos compañeros Kambe solo mostraba una expresión seria. Por otro lado Haru Kato un hombre de veitinueve años de cabello castaño claro mientras que sus ojos miel observaban atentamente a ese pelinegro de traje elegante.

Daisuke solo sintió una mirada muy penetrante y fue cuando su mirada azulada se topo con la miel haciendo que sonriera únicamente para Haru.

-Kato-kun será encargado de enseñarle todo a Kambe-kun, a demás de ser pareja en los casos que ocurran- hablo ahora con ellos dos antes de que Haru se quedará con sorpresa.

—Esta bien Jefe...- le mostró el asiento que usaría su ahora compañero, quedaban frente a frente y eso le molestó de cierto modo, sin más se sentó en el suyo.
El azabache no decía nada se notaba su seriedad ya que al final el lugar no era tan agradable como creía pero esa fue su decisión iniciar ahí en ese rango a pesar de todo, jugaba con la pluma sin mucho ruido pero eso parecía irritar a Haru su compañero y eso le hizo sonreír con malicia.

—Jefe...saldré por un momento- y ante la afirmativa camino con su manos en el bolsillo de su abrigo aunque escuchaba unos pasos atrás de él, algo que volvió a irritarlo aún más.

—Deja de seguirme- advirtió mientras caminaba nuevamente aunque volvía a ser seguido solo suspiró dándose media vuelta y encararlo.
—¿Que quieres de mi?- pregunto gruñendo levemente pero de una forma grotesca, el chico no respondió solo paso de largo caminando tranquilamente hasta el ascensor dónde solo se colocó ahí con una sonrisa socorrona.

—No te hagas el gracioso!- se adentro con él, algo lo había impulsado a hacerlo sin más solo se cruzó de brazos era un ambiente tenso y para acabarla el ascensor se quedó parado.
Kambe no tenía en sus planes quedar encerrado con ese hombre que le gustaba jugar con él.

—Maldicion!- grito Haru tratando de hacer funcionar el elevador, mientras que el azabache solo se cruzó de brazos cerrando sus ojos con molestia.

—Vamos ayúdame no seas una princesa- le pidió entre gruñidos.

—Tks....- ni se movió solo ladeó su cabeza a un costado recargando su espalda en una de las paredes eso a Haru le molestó bastante que golpeó los costado con sus manos dejando al menor atrapado entre la pared metálica y el cuerpo de kato.
—¿Qué?- sin abrir sus ojos pregunto con ese deje de molestia.

—Vamos! Ayúdame!- gruño pero ver la terquedad en Daisuke le hicieron tomarlo de la corbata pero algo le llamo la atención y fueron esos labios carnosos pero finos a la vez de ese color tan rosado pálido que llamaban su atención, se veía mejor que cualquier mujer y sin pensarlo decidió probar esos labios sin problemas. Por otro lado el pelinegro tuvo la sorpresa de su vida cuando sintio ese beso pero no pudo negarlo.

El beso empezó a tornarse más profundo las manos juguetonas de Haru empezaron a jugar con la espalda baja de su contrario subía y apretaba, hasta que en una de esas logro hacer que kambe lo abrazara entre ese beso dónde sus lenguas jugaban, saliva cayendo de ambas comisaduras  y como el aliento caliente chocaba en ambas cavidades.

El jugueteo de Kato fue suficiente para lograr quitarle el pantalón y ropa interior al menor aunque sin aviso alguno solo jugaba con esa entrada que se contraia de solo palparla con su dedo, en una sonrisa traviesa introdujo un dedo haciendo jadear suavemente a Daisuke.

—¿Te gusta niño rico?- pregunto en su oído antes de morderlo levemente sintiendo ese cuerpo temblar bajo de él aunque no espero que el menor se acomodara con él en el suelo.

Uno sobre otro, el azabache movia sus caderas sintiéndose preparado hasta que Kato lo noto y no dudo en penetrarlo de golpe moviendo sus caderas sin darle tiempo a su contrario de asimilarlo, esa melodiosa voz gimiendo su nombre con esa sensual voz ponía al peli café de cabeza y sin dejar de penetrarlo escuchaba más a esa voz que fue callada por un beso caliente. Después de un tiempo ambos lograron correrse disfrutando del ambiente de placer hasta que algo les alerto el ascensor estaba volviendo a funcionar en eso se limpiaron y separaron acomodando su ropa. Daisuke mantenía un pequeño sonrojo y Haru una pequeña sonrisa tomando al menor de la mano.

—Que delicia- fue su comentario besando esa pálida mejilla antes de alejarse cuando llegaron al estacionamiento donde fue hacia su auto, Daisuke al reaccionar camino al suyo subiendo a su auto ahogando un grito de emoción y algo de timidez ahogada.

Haru había salido primero, se sentía bien después de ese lindo encuentro placentero y de ahí empezo a buscar más a su compañero aunque el otro no se quedaba atrás cuando estaban solos se daban pequeños besos hasta que hablaron de algo formal no había negación de ambas partes y de ahí inicio una relación estable, con amor y llena de emociones.

HaruDai (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora