4. ¡¡EXPULSADO!!

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—¿Quién tocó el megáfono?...

—Miguelito está muerto Gemaki —dijo Mr. One.

—Lo encerró, lo mató y escapó por la alcantarilla —aseguró Ángel.

—¿Pero quién? ¿Lo vieron? —preguntó Gemaki.

—No, ya estaba encerrado ahí adentro, no se cuanto tiempo llevaría ahí —indago One.

—Y otra vez sin sospechoso —dijo Gemaki muy molesta.

—No, si lo hay —dijo One.

—¡Aver! ¡Según tu ¿Quién es?! ¡Si no vimos a nadie! —aclaró Ángel.

—Pablo —soltó.

—¡¿Qué?! ¡¿Pablo?!

—¡¿Por qué el?!

—Gemaki, Ángel, solo piénsenlo, no estuvo con nosotros cuando murió Viole.

—Además, no estuvo en el momento en el que hicimos la reunión de emergencia —relató One.

—Mmm, no sé, no son pruebas como tal —respondió Ángel.

—Aver, si se la pasa haciendo cochinadas con Zara, no me sorprendería que estuviese descansando —dijo con Gemaki con un rostro de asco.

—Buen punto —aludió Ángel.

—Eso es estúpido, lo haría si no le importará su vida —aseguró.

—Buen punto One —aludió de nuevo Ángel pero esta vez hacia One.

—Bueno, ¡No todos son parlanchines y acelerados como tú One!

—Ese es otro buen punto Gemaki...

—¡Ya callate! —gritó One.

—Ese es otro buen...hay ya perdón.

—Suspiro— Solo digo que el no puede ser el impostor.

—Lo se Gemaki, tu preocupación aquí es Max —soltó One.

—Sabes muy bien que Max y yo no somos nada, somos amigos —aseguró Gemaki ya muy asqueada.

—¿Sabes qué? —preguntó retóricamente— Tocaré el botón.

—¿Qué? ¡¿Estas loco?! ¡Puedes alertar a los demás!

—Hemmm, para eso es el botón Gemaki —dijo sarcásticamente.

—Osea si pero; me refiero a que puedes poner nerviosos a los demás y alertar al impostor.

—De todos modos te echarán a ti porque ni siquiera hay pruebas —aconsejó Gemaki.

—Pero de todas formas no podemos seguir sin encontrar al impostor —replicó One.

—¡Ya lo sé!

—¡No! —interrumpió One.

—No ¿Qué? —preguntó Gemaki con los brazos en la cadera.

—¡Tocaré el botón! ¡No me importa lo que suceda! —dijo One para luego ir a tocar el botón.

—¿Y ahora qué? —preguntó la perturbada y fastidiada Zara.

—Los he reunido aquí porque...¡Ya sé quién es el impostor! —aseguró One.

—¡¿Que?!

—¡¿De qué estás hablando?! —gritó Pablo.

—¿Tienes pruebas? —preguntó Max.

—No pero...

—Entonces ¿Cómo estás tan seguro?

—Déjenme explicárselo.

—El ha actuado de una manera sospechosa últimamente —aclaró One la supuestas pruebas.

—Raro...¿En qué forma? —preguntó Dj.

—No estuvo cuando mataron a Viole y tampoco en la emergencia pasad; Y como si fuera poco...

—Miguelito aparece muerto, encerrado en navegación justo el mismo día que Viole —confesó One.

—Oye One quizás te estás precipitando un poco —susurró Ángel en el oído de One.

—No ¡Se muy bien lo que digo!

—¿Es eso cierto Pablo? —insinuó Paola.

—¡¿Qué?! ¡No!, eso es totalmente una...

—¿Mentira?¿Una mera casualidad?, créeme, decir eso no funcionará —dijo One muy seguro de sus palabras.

—Aver es que si no es eso ¿Que más puede ser —eludió Pablo

—Osea que reconoces haber mentido.

—¡No! ¡Lo están mal entendiendo todo! —alertó.

—Te noto un poco nervioso Pablo —insinuó Paola nuevamente.

—Yo no...no...¡Yo no he matado a nadie! ¡Lo juro! —dijo Pablo mientras retrocedía unos pasos de la mesa.

—Te conozco desde hace doce años —interrumpió Zar la voz de todos.

—¿Zara?

—Pablo, ¿Por qué tan ansioso?, ¿La vida nos fue cruel quizás? —insinuó decepcionada.

—Zara, ¡Por favor! ¡Tienes que creerme! —suplicó

—Mi amor, aunque flotes en el espacio, nunca te dejaré de amar —dijo Zara con lágrimas en los ojos.

—De...¿De qué estás hablando? —pregintó sin entender las intenciones de las palabras de Zara.

—Con migo ya tienes tres votos en contra —dijo Zara para luego pedir que lo sacarán de la nave.

—No ¡No! ¡Zara! ¡Por favor! ¡Tienes que creerme! —gritaba Pablo mientras era llevado a la escotilla de expulsión por One y Max.

—Lo siento pero es así.

—¡¡No!!  ¡¡Zara por favor!! ¡¡ZARA!!

—¡Töten fühlte sich noch nie so gut an! —gritó Zara en otro idioma a Pablo.

—¡¿Qué?! ¡No! ¡No! ¡¡Zara!!


Al llegar a la escotilla, la abrieron y Pablo fue equipado para sobrevivir unas horas  en el espacio, fue expulsado a movimientos bruscos.
Todos en la nave esperaban que con su expulsión: llegará el mensaje diciendo que era el impostor y que ahora podrían regresar a casa. Lastimosamente, el destino les tenía algo más preparado, pues el mensaje decía "Pablo no era el impostor" "Un impostor restante"
El problema no era ese, era el tercer mensaje que les llegaría: "¡Precaución!, ¡Falta de combustible!" "Direccionando el curso de la nave a: ¡La torre de avanzada Amón US!: "MORAH"




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