•| Adicto a ti

4.8K 205 14
                                    

Raúl.

- También te quiero, Rauw. - escuche esa voz suave, siendo arrastrada completamente por el sueño. Sonreí sin abrir los ojos.


- ¡Levántate dormilón!.- sentí sus labios en los míos.

- Mhhh... No, aquí me quiero quedar. - dije agarrándola por la cintura y pegándola a mi, aún no abría mis ojos. Escuche como ella soltaba una pequeña risa.

- ¡Vamos!  levántate ... o en la noche no habrá mas 69 para ti corazon. - abrí mis ojos de inmediato y me pare con ella en mis brazos.

- Tus deseos son oredenes. - dije como niño bueno. Beck solo se rio en mis brazos y me dio un leve beso en los labios.

- Vamos a desayunar, muero de hambre.

Beck se metió a bañar, mientras que yo pensaba en lo rápido que había logrado encariñarme con esta niña. Lo admito la quiero ¿Para que mentir? en este corto tiempo se ha vuelto una persona muy importante para mi. Pero lo mejor de todo es que ... Ella siente lo mismo que yo.

La vi salir del baño cambiada, ahora yo me metí al baño. Cuando termine baje a la cocina y vi que el desayuno ya estaba listo. Desayunamos. La comida estaba deliciosa, en varias ocasiones le dije lo bien que sabía cocinar  y ella por su parte solo sonría. Con esa sonrisa que me encantaba ver en su hermosa cara.

Decidimos ir a un pequeño parque que estaba por mi casa, después de desayunar. Llegamos al parque y nos pusimos a caminar agarrados de las manos. La detuve tomándola de la cintura.

- Beck...

- ¿Si?. - Pregunto mirándome fijamente.

- ¿Estás consciente de que te quiero?. - Pregunté, con una pequeña sonrisa en mis labios.

- Claro que si, y tu sabes que también te quiero Rauw. - me respondió.

Le di un gran beso, pero alguien cerca de nosotros tocio falsamente. Levante la mirada y vi que había dos señoras grandes dándoles de comer a las palomas y nos veían con cara de enojadas.

- No esta muy grande usted señor para andarse besuqueando con una jovencita. - dijo una de ella.

- Es un pedófilo. - me dijo la otra señora mientras me veía con asco.

Beck y yo nos miramos, y comenzamos a reírnos, nos fuimos corriendo como dos locos tomados de las manos dejando e ignorando a las señoras. Llegamos a unos columpios y me subí, empecé a balancearme hacia delante y hacia atrás. Beck solo me veía con una sonrisa.

- Vamos amargada súbete. - dije.

- Eres un niño Rauw. - me contesto.

- Si pero... Por lo menos no soy amargado. - me reí y seguí jugando.

Vi como se acercaba a mi y me detuve. Se sentó encima de mi. Ahora los dos estábamos en el columpio. Puse mis manos en su cintura y la bese con todo el cariño que le tenía, seguimos el beso por un rato mas hasta que nos quedamos sin aire. Separo su cara de la mía y me miro a los ojos sonriendo, yo hice lo mismo. Se aferro a mi cuello y yo empecé a columpiarme de nuevo con ella encima de mi. Ambos nos la pasamos riendo por un rato mas. Después nos bajamos del columpio y nos tumbamos en el pasto a ver las nubes. Voltee para verla y tenía los ojos cerrados. Se veía tan perfecta y relajada que me dieron ganas de sacarle una foto. Saque mi celular y me acomode aun lado de ella y nos tome una foto. Yo sonriendo y ella con los ojos cerrados. Escucho el sonido de la cámara cuando tome la foto y abrió los ojos, me voltio a ver con cara de querer matarme, pero en vez de eso se rio y tomo mi celular. Nos tomo una foto mientras nos besábamos.

Nos tomamos muchas fotos pero el sonido de un trueno nos espanto a los dos. Comenzó a llover fuerte. Nos paramos y corrimos para no mojarnos pero fue demasiado tarde, íbamos a la mitad del camino cuando ya estábamos empapados. Así que mejor nos pusimos a jugar debajo del agua, mientras reíamos.

- Me concede esta lluvia para besarla señorita. - dije haciendo una reverencia.

- Claro, señor. - dijo sonriendo.

Me acerque a ella y la tome de su cintura. Ella puso sus manos en mi cuello, se puso de puntitas para que no me agachara tanto y unimos nuestros labios en un cálido y tierno beso.

Nos tuvimos que separar por que empezó a llover mas fuerte, nos fuimos corriendo hasta llegar a la casa. Al llegar nos metimos a darnos una baño juntos, pero esta ves no hicimos nada solamente nos acariciábamos... ¿Con amor?.

Nos arropamos en la cama juntos.

- Oye este es tu último día de castigo y no me pediste nada. - dijo como niña pequeña.

- Solo te pediré que no te alejes de mi Beck. - dije mientras la abrazaba.

- Lo prometo. - dijo con un sonrisa.

Poco a poco los dos nos quedamos dormidos, escuchando como caía el agua en la ventana.

Gynecology Donde viven las historias. Descúbrelo ahora