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Con los ojos aun cerrados y la respiración agitada, me encontraba tumbada en la cama.

Los labios de Raúl abarcan los míos, en un beso suave pero con pasión.

Bryan empieza a repartir besos por mi cuello que me ponen la piel de gallina. Sentía las manos de los dos recorrer cada parte de mi cuerpo.

Se separaron de mi y abrí lo ojos. Casi me da un ataque al corazón por lo que veía, Raúl y Bryan acostados en la cama, los dos ya estaban excitados por lo que pude ver, sus miembros ya estaban duros.

Bryan me tomo de la cintura y me puso en la posición de perrito. Con la punta de su erecto pene, acaricio mi entrada, torturándome, siguió así por unos segundos. Raul se sentó enfrente de mi, me miraba con lujuria, mientras yo veía como su mano subía y bajada en su pene.

Me mordí el labio al ver lo que hacia. No lo pensé mas y me agache para chupárselo, dejando mi culo mas abierto para que Bryan con más facilidad a mi vagina. En cuanto me agache, Bryan me envistió fuertemente, haciendo que soltar un gran gemido.

Primero fue lento, era grande, muy grande, pero después cuando empezó a tomar ritmo, sentía sus embestidas mas desesperadas. Gimiendo me dedique a darle placer a Rauw, quien con una mano tomo mi pelo para formar una coleta.

Mi lengua pasaba por todo su miembro, sabia delicioso, lo metía y lo sacaba, a veces por las embestidas que me daba Bryan, debía que sacármelo de la boca para poder gritar.

Con cada embestida que me daba, sentía que en cualquier momento me partiría en dos. Siguió penetrándome salvajemente hasta que sentí como algo caliente se escurrían en mi interior. Era su semen, se corrió. Después de correrse no paro de embestirme, ni yo de chupársela a Rauw como si fuera una paleta. Raúl se corrió al fin y me trague todo lo que me dio. Unas cuantas embestidas mas me corrí y me deje caer en la cama.

Estaba con la respiración agitada, tumbada en medio de los dos sensuales hombres. Estaba cansada. Pero cuando comencé a quedarme dormida. Me levantan.

- Todavía no terminamos, bellaquita- dijo Raúl en mi oído con su voz ronca.

Antes de que protestara, Bryan estaba recostado en la cama y yo estaba encima de el, Raúl estaba detrás de mi. Mierda, tendría una penetración doble. Mi fantasía se había vuelto realidad.

- Bien Beck, lo voy a meter despacio para que no te duela y si quieres que pare lo haré ¿Ok?.- me dijo Rauw.

- Esta bien.

Bryan entro en mi y solté un leve gemido, se quedo quieto. Raúl se puso en posición y poco a poco entro todo su miembro en mi. Hubo dolor, pero fue leve, me sentía llena por todos lados.

Después de unos minutos Raúl y Bryan empezaron a moverse lento, Raúl lo hacia delicadamente pues era la primera vez que me penetraban por allí. Unas cuantas embestidas mas y los dos aumentaban el ritmo en que entraban en mi, fuerte, rápido y duro.

Los tres no dejábamos de gemir y gritar por la excitación del momento. Tener a dos hombres grandes embistiéndome era lo mejor.

Después de un rato, todo mi cuerpo se sentía adolorido, cansado y exhausto pero aun así no quería que pararan. Sentí como el orgasmo estaba cerca.

- Chicos... mass.. mass rapido- dije entre gemidos.

Sin responderme, sentí como los dos aumentaban la velocidad en sus embestidas. Puse mi cabeza en el hombro de Bryan y gemí como una loca. Unas cuantas embestidas mas y me corrí. Grite. Después ellos me siguieron y se corrieron en mi interior.

Me deje caer sobre Bryan, cansada, me estaba ya durmiendo cuando de nuevo ciento que me cargan.

- Mierda, chicos quiero dormir- dije enojada. Y ellos se rieron.

- Tranquila pequeña, solo te acomodaba en la cama para pararme porque yo ya me voy- dijo Bryan, estaba muy cansada y los parpados se me cerraban solos.- nos vemos Rauw, adiós Beck.

- Nos vemos luego- yo ni me despedi, me abrase a Rauw para quedarme dormida con él, como almohada.

- Beck es una grandiosa chica, cuídala cabrón - dijo.

- Con mi vida- escuche como la puerta del cuarto se cerraba.- Te quiero mucho mi bellaquita.

- Yo también te quiero Rauw.

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