The Sound of Silence ✖️ Avengers [2]

04

❝Uh oh, where can I go?
Everybody's watching me
Uh oh, where can I go?
Everybody's watching me❞

• Everybody's Watching Me
- The Neighbourhood

Liam solo fue porque quería follar.

La fiesta era aburrida y Tyler, el amigo que lo había invitado, había desaparecido hacía ya una hora. Por lo menos, las mujeres que había eran... agradables a la vista.

La chica era de esas punk llena de piercings y con el pelo teñido de verde. No era de las que se hubiera acercado normalmente, pero a ese punto ya estaba cansado y lo único que quería era salir de esa maldita fiesta con una mujer a su lado. Simple. Excepto por el hecho de que la perra hacía la difícil. Liam conocía a las de su tipo; se creían la gran cosa por estar vestidas de negro, pero al final de la noche todas las mujeres eran iguales. Lo que importaba era lo que tenían entre las piernas.

"Por última vez" insistió ella "Dije que no".

"Vamos preciosa" murmuró en su oreja. Eso siempre las conquistaba. "Yo sé lo que quieres".

La peli verde rio incrédula.

"Déjame en paz de una vez, idiota".

Perra.

Pero Liam no se daba por vencido tan fácilmente. Se estiró y tomó su mano con una sonrisa burlona, y no la soltó cuando la chica jaló.

"Suéltame, maldito hijo de-".

Una manó se apoyó sobre su hombro y Liam volteó para decirle al sujeto que no se metiera donde no lo llamaban, pero a último momento se detuvo. Detrás suyo se encontraba otra chica, rubia de ojos azules, hermosa y con toque como de misterio que lo cautivó.

"No significa no"

La sonrisa que estaba comenzando a formarse en el rostro de Liam desapareció rápidamente.

"Tranquila preciosa" nadie iba a acusar a Liam de ser pusilánime, "hay para las dos".

La rubio sonrió levemente.

Bingo.

Liam soltó a la peli verde, quien rápidamente volvió con su grupo de amigas, y se acercó más a la recién llegada. Estiró su mano con la intención de acariciar su brazo, pero antes de que pudiera hacer contacto, algo lo interceptó.

"Mmm" La rubia había agarrado su mano con firmeza. "No lo creo, casanova".

La presión en sus dedos comenzó a aumentar. Liam intentó soltarse, pero la chica, quien no debía de medir más 1,60 m – más de una cabeza de diferencia – no lo liberó.

¿Qué carajo...?

"No es lindo estar del otro lado ¿verdad?" continuó la rubia, su sonrisa, que antes era tierna y sensual, ahora parecía una amenaza en si misma. Como un lobo mostrando los dientes antes de atacar.

Liam quedó estupefacto. Nunca antes las palabras le habían faltado de esa manera, pero allí estaba él, completamente mudo. Por unos segundos, se le paso por la mente que, si algo le llegaba a suceder, nadie excepto Tyler sabía dónde estaba.

"Vete" susurró la chica, "pero si me entero de que has hecho algo así de nuevo...". No hacía falta que terminara la oración. Liam pudo leerla en sus fríos ojos azules.

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SIN EDITAR