PATRIA

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Escribo estos versos con mi corazón en mano y con lágrimas escurriendo por los poros de mi rostro.
Quizá por el profundo orgullo y amor que siento de ser mexicano; quizá por la profana forma en la que se ha gobernado y maltratado a mi patria tan querida. Pero pobres de aquellos lacayos malditos, mártires de la deshonra, insolentes de los ideales, pues su castigo tan merecido llegará, tal vez no en esta vida, pero ahí estará, a lo largo del pasillo, esperandolos.

Yo aún creo, aún creo en aquella visión de una nación devota a las buenas acciones, con las palabras justicia y equidad tatuadas con acero ardiente en el pecho, yo aún creo en esa nación por la que grandes personajes dieron hasta el último aliento de su alma, de su ser, hasta la última gota de su sangre. Yo aún creo que juntos podemos cambiar, que juntos lo podemos lograr.

Hoy en otro más de tu cumpleaños, patria querida, MADRE MÍA, me arrodillo ante ti, con la promesa de ser el mejor mexicano que mi cuerpo y alma me permita ser.
Pués ¿Qué sería de mí sin mi amado México?, ¿Qué sería de mí corazón sin una razón tan grande por palpitar?.
Gloria a México y a su gente; que Dios bendiga a mi país y a mis hermanos...

“Ahora nosotros les encargamos a nuestros hijos que no olviden informar a sus hijos cuán buena será, como se levantará, y alcanzará fuerza. Y cuando bien realizará su gran destino, esta, nuestra amada madre tierra, Anáhuac; pues ese es tu destino, ese es nuestro destino, brillar... brillar como hijos del sol”
  -Cuauhtémoc, último Tlahtoani de Tenochtitlán. 1521.



Patria, primera madre, patria, eterno hogar. Para mí, una figura casi religiosa, para mí, una madre a quien honrar. Por ella daría mi vida y lo mejor de esta, su bandera en mi alma está puesta.

En un principio este capítulo iba a estar apartado solo para el pequeño poema anterior, el cual escribí como una manera de conmemorar el quince de septiembre, y pese a que este año no pudimos salir de casa por la situación que azota al mundo, sentí más cerca que nunca a México, y lo mejor de este día es darme cuenta que lo que todos los demás sienten por México un día al año, yo lo siento diario, a cada hora, a cada minuto.
Yo con México y ese tipo de temas político-sociales tengo una relación algo tóxica, hay días que nos llevamos bien y todo, pero hay otros que de plano no nos matamos por qué ellos son un concepto y yo un sujeto.
Pero bueno, en la primera versión de este capítulo (por qué en sí revise, corregí y pues básicamente transcribí todos los capítulos unas tres veces antes de publicarlos) no hablaba de esto que ahora comparto, pues como ya dije, solo estaba reservado para el poema, pero es de tamaña magnitud la necesidad de sacar todo lo que pueda de mi mente (y también hacer que la obra quede lo más larga posible jeje) que finalmente me he decidido a sacar por lo menos un poquito de lo que tengo. Unas cuantas líneas más.

En un próximo capítulo hablo de la sociedad mexicana, la cual para mi gusto es como un Carlos Vela (para los que no gustan del balompié, Carlitos es un mexicano con digamos, talento nato para el deporte, más sin embargo no le apasiona, es más, ni siquiera le gusta, lo considera su trabajo y nada más. Hecho por el cual pudiendo fácilmente (y los sabedores del tema no me dejarán mentir) y siempre y cuando el se lo propusiera, jugar en uno de los mejores equipos del mundo, está ahora en un equipo de tres estrellas en la nada popular liga estadounidense).

Siempre lo he dicho, lo considero uno de mis dichos más entrañables: Es más tonto quien tiene la capacidad de hacer las cosas y aún así no hace nada, que quien desde un inicio nace tonto.

Yo amo e idolatro a mi patria como si del Santo que traes en tu cartera se tratase, tal vez suene cursi, tonto o inmaduro, pero en verdad te digo que si todos los mexicanos amaran a su patria con un furor de verdad, la realidad del país sería mucho mejor, pero amarlo de verdad, amarlo bien, en el capítulo venidero entenderás mejor a que me refiero.

Respecto a lo tal vez sobre- patriota que soy, puedo decir que se lo debo todo a la historia (mi esposa jeje), pero a la verdadera historia, no al aburrido chiste que nos enseñan en la escuela y el gobierno; la historia que nos dice  que Miguel Hidalgo tuvo esposa, amantes e hijos por ejemplo, o que en un principio la verdadera cabeza del movimiento de independencia fue Allende, o que la independencia se intentó dos veces antes de 1810, o que Santa Anna en realidad no fue tan malo, o que Juárez en realidad fue un hijo de toda su re chula madre... Pero bueno, ya habrá otro libro para hablar de tan recónditos capítulos.
Pero sí, creo que conocer y verdaderamente concientizar y valorar todas las solemnes acciones del pasado cambia mucho la perspectiva de tu sociedad, de tu entorno, de tu tiempo.
De ahí parten otras ciencias tan hermosas e impresionantes como la filosofía y letras, la literatura, el cine, ¡La música!,etc.

Sin duda México es un gran país, y sin duda lo amo y respeto como a nadie ni nada. Y como bien dijo Cuauhtémoc: ahora queda en nosotros informar y crear tan magnífica nación, tan divino sueño, un país como ningún otro, una luz en el mundo. Ahora está en tu papá, en tu mamá, en tu hermano, en tus familiares y amigos crear esa patria tan deseada, pero sobretodo, ahora más que nunca, está en tí.

𝗘𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮: 𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗘𝗻 𝗟𝗮 𝗖𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗷𝗶𝗱𝗮𝗱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora