SIGNIFICADO

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Vivimos en la era más tecnológicamente avanzada que existe, la llamada “era de la información”. Son tiempos en los que todo está conectado; puedes tener un amigo de cada país del mundo y ni siquiera necesitas hablar el mismo idioma, mucho menos estar en el mismo lugar, ¡Que va! ni siquiera en el mismo continente.
Podemos opinar lo que queramos de todo, más sin embargo no intercedemos en casi nada, somos una oveja más de miles de millones.

De pequeños todos queremos ser bomberos, luchadores o soldados; en el caso de las niñas veterinarias, diseñadora de modas, maestras o doctoras (digo, no quiero sexualizar o hacer estereotipos, pero saben a qué me refiero), ahora con cada nueva serie que ven cambian de profesión; llegamos a un punto en el que cambiar de una aplicación a otra nos da flojera, vaya vida.

Y si lo piensan, la vida actual parece un chiste, hoy día alguien grabándose jugando videojuegos puede ganar más que un doctor con más de un lustro de estudio.
Pero como todo, hay cosas buenas y malas. Por un lado en un día producimos mas contaminantes que en trescientos sesenta y cinco de hace cincuenta años, por el otro, creamos extremidades y órganos mecánicos que salvan miles de vidas; por un lado hemos podido avanzar tanto que ni siquiera es necesario ir a la escuela para aprender, pues en un mes de ver vídeos e investigar por tu cuenta puedes aprender lo que el sistema te enseña en seis años; por el otro, empezó una nueva guerra al otro lado del mundo por un pedazo de tierra no mayor a Nuevo León. 
Pero así es el hombre, paz y odio, brillantez y necedad.

“El hombre es malo por naturaleza, a menos que le precisen ser bueno” dice Maquiavelo; por su parte Rousseau pensó: “El hombre es naturalmente bueno, es la sociedad quien lo corrompe”.
La “mera netoncha” yo voto por la seguns, pero hay que admitir que a como está el mundo, si te pone a dudar.
Y es que la vida es una comedia, una pinche comedia trágica, tanto pensamos, tanto sufrimos, tanto deseamos, para que un día de la nada cerremos los ojitos y no sepamos más nada de aquí. Cuando pienso en todo esto siento como cuando veo el vídeo del asesinato de Colosio, o cuando recuerdo que le quemaron los pies a mi Cuauhtémoc, o cuando recuerdo que todo el país odia a mí general Díaz... ¡Haaaa! Maldita SEP. En fin, siento gacho.

Pero para entender la complejidad de la mente humana es necesario remontarnos a sus orígenes, o mejor dicho al origen de la existencia misma...

Hace catorce mil millones de años no había nadita, ni tiempo ni espacio. Después de un par de segundos pum. Una pequeña bolita se expandió, como se expande la mente, no creció dentro de nada, solo se hizo menos DENSA.

En un principio era del tamaño de un balón, dentro hacía un montón, PERO MONTÓN de calor, tanto que materia y energía eran indistinguibles.
Una fracción de segundo más tarde la fuerza del universo se dividió en las cuatro fuerzas elementales (gravedad, electromagnetismo, la fuerza nuclear fuerte y la débil).  El universo no perdía el tiempo, una fracción de segundo más tarde ya media mil millones de kilómetros. El universo estaba en equilibrio, pero seguía creciendo, se seguía enfriando, y un segundo después de que todo comenzara, la guerra entre materia y antimateria llegó a su fin.
Solo una de cada mil millones de partículas sobrevivieron para formar  lo que existe, pero ya teníamos el modelo estándar, las reglas del juego, TENÍAMOS FÍSICA.
A los doscientos segundos de edad el universo ya media cien mil millones de kilómetros de diámetro. Nació el hidrógeno, el litio y el Elío. Comenzó una larga y oscura época en la que la materia se agrupaba en nebulosas cada vez más grandes hasta que trecientos mil años más tarde algunas de estas nubes se volvieron tan pesadas que
colapsaron bajo su propia gravedad, y se hizo la luz. Nacieron las primeras estrellas. Con más y más elementos... POR FIN TENÍAMOS QUÍMICA.

Doscientos mil años más tarde se formó la vía láctea.
Nueve mil millones de años más tarde, entre el polvo y los gases a su alrededor se creaban unas siete estrellas al año, hasta que un día nació una no muy importante, el sol.

Entre la materia que lo orbitaba se formaron los planetas, satélites, cometas, asteroides y planetoides del sistema solar.
Uno de esos cuerpos era la tierra, pero por esos tiempos estaba muy caliente... Tuvo que enfriarse durante trecientos mil años antes de que hidrógeno y oxígeno se condensaran sobre ella en un manto oceánico.
Bajo las olas eternas de un mar surgieron los volcanes hasta formar continentes, y entonces el universo comenzó a despertar.
En ese caldo primigenio el agua hervía en el fondo del mar y se enfriaba en la superficie, las mareas mojaban terreno que el sol secaba. Un inmenso laboratorio químico comenzó a experimentar con compuestos traídos del cielo en meteoritos hasta que surgió una molécula; no estaba viva pero podía replicarse, era muy similar al “ARN”, también podía formar moléculas complejas, como el ADN, es así pues que se hizo la vida... TENÍAMOS BIOLOGÍA.

Al principio siendo microscópica, la vida comenzó a crecer, a trabajar en equipo, evolucionó, salió del agua.
Con el paso del tiempo criaturas simples se volvieron complejas y algunas se convirtieron en changos. Otros bajaron de sus árboles y caminaron erguidos; sus pulgares y cerebro los convirtieron en realeza mamífera, había nacido el gen Homo.
Pero solo una de sus especies sobreviviría...

Durante ciento ochenta mil años sobrevivió en una naturaleza hostil y misteriosa como el resto de los animales hasta que aprendió a controlar su comida.
Atados a su alimento los homínidos construyeron casa y sembraron granjas para cosechar más comida para alimentar a más gente que inventara formas de hacer más comida para alimentar a más gente y de pronto ya existía la sociedad.

Y apenas hace seis mil años se las ingeniaron para aprender de los muertos y comunicarse con el futuro, ahí empezó la HISTORIA.

¿Y qué hemos logrado en este cachito de tiempo? Construimos imperios y los destruimos, los volvimos a construir y los volvimos a romper, volvimos a erijirlos.. ¡¿Y por qué nadie está aprendiendo del pasado? 

Inventamos la imprenta, hicimos enojar a mucha gente, unimos ambas mitades del mundo, levantamos imperios y los volvimos a romper, pero le dimos vida al carbón y al hierro, aprendimos a descifrar el lenguaje de la naturaleza, vencimos a nuestros depredadores microscópicos y la población mundial explotó. Millones de monos sabios dedicaron su existencia a inventar, aprender, investigar, hasta que se nos ocurrió el telégrafo, la radio, la televisión, conectamos al mundo entero. Y los imperios que aún quedaban se volvieron a romper, luego otro se levantó de entre las cenizas pero que vea lo que le pasó a los otros... Inventamos la computadora, la hicimos accesible a todos los bolsillos y luego la hicimos caber dentro de uno, y hoy el mundo entero está conectado a una red  encendida las veinticuatro horas del día que trabaja sin descanso en darle vida a nuestros sucesores...

Tú estás aquí, por ochenta años más o menos en el centro de un universo que no deja de acelerar. Cuesta trabajo apreciarlo todo al tenerlo tan cerca pero tú eres el universo experimentandose a si mismo a través de un cerebro que le tomó catorce mil millones de años construir.
Tú eres el mecanismo más complejo que ha nacido de todo este caos, y vives en el momento más emocionante de la humanidad. Cualquier emperador romano habría dado su mano derecha por diez minutos de tu estilo de vida.
Al borde del futuro, en la cúspide de la complejidad, mirando a los ojos un universo que despierta, con la sabiduría de tu especie y su atención en tu bolsillo, todo con un solo fin... Un solo propósito....

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Nada significa nada y todos vamos a morir, bai.   :)
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(Agradecimientos y créditos totales al canal y revista literaria “MÍGALA”, de quien comparto una reflexión que creo todo hombre, mujer y adolescente debería escuchar, siendo esta la mayor parte de este capítulo).

𝗘𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮: 𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗘𝗻 𝗟𝗮 𝗖𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗷𝗶𝗱𝗮𝗱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora