Llegó el momento... Llegó la hora de hablar de la maestra de la vida, la madre, la eterna lección, , la esposa de mi alma, LA HISTORIA.
Se dice que un pueblo que no sabe por dónde ha pisado no sabrá a donde ir, creo firmemente en eso.Hace mucho que me di cuenta que la historia, así como la propia vida, es un patrón repetitivo, un ciclo sin fin.
Así ha sido siempre. Al buscar responder las propias intrigas del alma se esclarecen muchas dudas, y se entienden circunstancias y hechos de enorme transcendencia.Las primeras civilizaciones, las del gen Homo, tuvieron que soportar durante miles de años circunstancias que no podríamos ni imaginar y a las que difícilmente sobreviviríamos aún con la tecnología actual.¿Como lo hicieron? Nadie lo sabe.
Al final solo una especie de las que conformaban el gen Homo sobrevivió, nosotros.
Daron estas paso a las primeras culturas, en las cuales se despertó un deseo por comunicarse, por conocer, iniciaban las esculturas y los primeros sistemas de escritura; llegando tiempo después la edificación de impresionantes y poderosos imperios, algunos duraron siglos... Luego llegaron los reinos, las aldeas medievales, los caballeros, los castillos, la Edad Media.
Época llena de desigualdades y creencias falsas y extremistas, época en la que se cometieron infames y horrendas atrocidades, se dejaba ver la crueldad del hombre, aunque aún no toda. Se piensa fue la etapa en la que todo el progreso que llevaba la humanidad se detuvo.
Pero dentro de los casi diez siglos que duró esta etapa surgió un destello segador, una luz dentro de la oscuridad, El Renacimiento. Empezaban a haber menos bares así como ebrios, pordioseros y malvivientes, empezaban a haber más bibliotecas, cafés y pensadores. Grandes estrellas emanaron de la nada, tales como el mega artista Miguel Ángel, o el auténtico genio Da Vinci.
Es así pues que empezaron los tiempos de las independencias y luego, el de las revoluciones, dando inicio al surgimiento de naciones, naciones que empezaban a pensar más allá de los cañones, las espadas y sangre, naciones que empezaban a voltear la vista hacia las leyes, las normas, la igualdad. Todo iba bien, pues pese a que no todas, si la gran mayoría de las naciones estaban tranquilas, en paz. Así terminaba el siglo XIX, los cien años con más cambios en nuestra historia hasta ese momento, empezamos el siglo vendiendo personas que llegaban a valer menos que una barra de chocolate (incluso apenas cincuenta años antes aún cazabamos brujas) y lo terminamos siendo capaces de inmortalizar momentos para toda la eternidad (la fotografía), el futuro se veía brillante, pues empezaban a haber multitud de inventos, de mega proyectos, de innovación...cuando de pronto...1914, Primeros años del nuevo siglo e inicio de la apodada Gran Guerra, una que extinguiría países enteros y haría que otros más surgieran; se trataba de la masacre más aterradora que había atestiguado la especie humana. No duró ni cinco años y se estiman entre diez a cincuenta millones de muertes, vidas que se esfumaron como si de polvo en el aire se tratase, no tenía comparación.
Terminaba la Primera Guerra Mundial. Aún con lágrimas en los ojos y la mano en pecho el hombre tuvo que mirar al futuro, por más que doliera dejar de ver atrás. El optimismo era algo casi mítico por esas fechas, más sin embargo fue lo único que podían tratar de tener para sobrevivir, para encontrar una razón para seguir adelante. Era hora de trabajar. Empezaron a surgir empresas millonarias, inventos impresionantes, inversiones en distintos rubros de la sociedad, la economía, había hallazgos únicos; empezaron a haber a su vez uno que otro problema, nada que no se pudiera resolver, el mundo se empezaba a recuperar, empezaba a creer. Justo cuando la fe se estaba levantando de nuevo, llegó una espada y de un tajo le cortó la garganta para luego escupirle a la cara.De la nada llegó un tipo de mirada fría y penetrante, con cabello negro, lacio y peinado hacia un lado, con un bigote un tanto cómico; ¿Quién era? ¿De dónde venía? Nadie lo sabía, el mundo no le tomó mucha importancia, ¿Habían hecho mal? Como fuera, aquel, un tal mm.. Adolfo me parece, era muy, muy popular de donde venía, había sido capaz de levantar su patria en ruinas por la devastadora Guerra, ¡que va! había sido capaz no solo de hacerla recuperarse, sino de incrementar su poder como nunca antes, una verdadera hazaña, un verdadero héroe.
“ Muere siendo un héroe o vive lo suficiente para volverte un villano”...¿No? Fue lo mismo que le pasó a mí general Don Porfirio Díaz, un poco de lo mismo para Napoleón, ¿Por qué habría de ser este tal Adolfo la excepción?
Cual bravucón de escuela se le hizo fácil irse contra el pequeñín, alguien más débil que el,invade Polonia. Esto aunado con las tensiones de la época causa un conflicto en toda Europa, para que luego entrara al juego Rusia, y un tanto después Japón, y ya pa' que empezara “la de a devis” llegó el otro bravucón de la escuela, el que va en el salón que acababan de inaugurar hace algunos años (Sí, me refiero al descubrimiento de América), este bravucón es un tanto distinto al otro, es demasiado inteligente, más que sus compañeros, pero para acabarla de amolar también fuerte, así que va y le quita su dinero y dulces a los demás.
Luego va con el primer bravucón, no sin antes pasar por su mano derecha, el niño de carnes blancas con buen gusto para vestirse y que hablaba el mismo idioma que él, solo que más fresa (sí, me refiero a Reino Unido), van con el primer bravucón y simplemente lo dejan nokeado, de ahí van con el que habla ruso y un tanto más de lo mismo, al final el más cabr*n pa' los guamazos fue el de ojos rasgados, a este su papá le enseñó a no parar de pelear hasta que estuviera tendido sin poder mover sus piernas ni brazos, así que resiste, resiste tanto que fue necesario que el segundo bravucón se inventara unas bombas apestosad y se las aventara a la cara, este se rinde y acaba la guerra, acaba todo.
Si la anterior había sido devastadora, esta parecía ser sacada de un libro de ciencia ficción....había acabado la Segunda Guerra Mundial.Es imposible para mí pensar y aún más escribir respecto a ella sin poder tomarme un momento para suspirar y mirar al cielo, triste, decaído, decepcionado.
Respecto a esta no solo se piensa en el campo de batalla, en los soldados que quedaron sin partes del cuerpo, en los hijos, esposos, padres, hermanos, nietos y sobrinos que no regresaron; no solo se piensa en las ciudades de las cuales solo quedaron un par de edificios, en dos de hecho solo cenizas; no solo se piensa en las millones de víctimas inocentes, en las casi cincuenta millones de víctimas; no, no solo se piensa en esto, pues esta tuvo algo mucho peor, algo que en lo personal me repugna recordar, me entristece al extremo de querer acostarme en la cama y no saber nada del mundo hasta el otro día, más sin embargo comprendo que es necesario recordarlo, pues que clase de seres seríamos si dejáramos olvidar tan infame acto, reconozco que nos corresponde a todos tener por siempre en la memoria a aquellas pobres víctimas, para que nunca más se vuelva a repetir. Si, hablo del Holocausto.En verdad les digo que de esto no puedo escribir, no sé ni qué palabras ocupar. No puedo, y se también que no es necesario.
Bien, esta fue la Segunda Guerra Mundial, más bien esta fue la historia de la humanidad vista y contada a la muy simple y espero entretenida manera de un joven de quince años. De este punto en adelante creo todos sabemos perfectamente que ha ocurrido, lamentablemente más de una guerra, nuevas maneras de pensar, nuevos inventos, nuevas tecnologías, etc.
Una disculpa sincera si los aburrió mi explicación de la historia. Como en todo, cada uno tenemos una forma distinta de ver las cosas, y por ende, contarlas, lo mismo pasa en éste caso con la historia.
La idea de esta obra era vertir mi visión respecto a conceptos en termino general, su significado, no lo que representaba o que había sucedido, pero resulta ser que al menos esta vez y en este tema en particular me era necesario ir más allá.
Así pues la historia para mí, junto con el conocimiento, el razonamiento, la filosofía, la física y la química son el mejor camino hacia el entendimiento de la vida, hacia tratar de comprender el como, el porque.
Así pues, he tratado de compartirles mi visión, mi sentir, mi razonar. Y gracias a eso se que ya más no puedo hacer, o al menos por el momento, así pues que ya puedo mirar al cielo, cerrar los ojos y decir... Estoy satisfecho.
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𝗘𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮: 𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗘𝗻 𝗟𝗮 𝗖𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗷𝗶𝗱𝗮𝗱
Poetry𝙐𝙣 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙤 𝙚𝙨𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙧𝙖𝙩𝙖𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚𝙧 𝙮 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧 𝙚𝙡 𝙨𝙞𝙜𝙣𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙚𝙭𝙞𝙨𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖; 𝙨𝙪 𝙤𝙧𝙞𝙜𝙚𝙣, 𝙨𝙪 𝙛𝙪𝙣𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙮 𝙨𝙪 𝙛𝙪𝙩𝙪𝙧𝙤. 𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙖 𝙡𝙤 𝙡𝙖𝙧𝙜𝙤 �...