DIOS

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¿Qué es Dios?

Si,si, se ve patético y chistoso que un chamaco hablé de tremendo tema, pero no teman, no haré un ridículo de inmensa categoría como piensan, o eso trataré. Procuraré pasar con los menores daños posibles jeje, tocaré el tema de una forma un tanto delicada y respetuosa, divertida y terminante; no lo mejor que puedo, claro está, pero como pasa con el resto de la obra y numerosas veces lo diré: lo suficiente como para ser el mejor trabajo que he realizado hasta la fecha.

Las respuestas a dudas de este tipo (y muchas más) dependen de cada persona, son enteramente subjetivas, me explico: dependen de sus sentimientos, pero en este caso, también de sus conocimientos, experiencias y propias filosofías.
Dudo mucho poder tomar una postura al respecto y atreverme a decir “yo no creo en Dios”, pues para bien o para mal, mi vida no tiene mucho que empezó, mi aprendízaje apenas comienza. Las experiencias y conocimientos que dan el pasar de los años forman un papel decisivo en esta y muchas más dudas existenciales. Por lo anterior, y por tratar de quedar lo menos mal parado posible al tocar un tema así, explicaré
lo que Dios significa para mí.
Confío ser capaz de transmitir lo que pienso de una manera inesperadamente efectiva.
Aquí vamo'...

La “neta del planeta” creo firmemente que el hombre necesita de un algo, una fuerza, un concepto que vaya más allá de sus propios actos (más no de su entendimiento); que lo haga preguntarse si lo que hace o piensa está bien, que haga que reflexione cuando sea necesario, que haga que enmiende sus errores, que lo guíe en los momentos más difíciles de su vida, que siempre esté ahí, aguardando el momento indicado para ayudar.

Si no se ha notado aún (pronto se notará) me gust... no, ME ENCANTA la historia, la considero la esposa de mi alma, ella ha sido sumamente buena conmigo, pues me ha ayudado a comprender muchas...muchas cosas que poca gente discierne, cosas las cuales (por tonto que suene) te ayudan en la vida. También me ha enseñado a comprender el presente, y a diseñar diversas soluciones a problemas de la sociedad, claro, guiándome del pasado, que haber, no digo que sea un genio ni un erudito ni nada por el estilo, ni siquiera que las “soluciones” que planteo sean verdaderas soluciones, efectivas pues; pero lo importante no es eso, si no creo yo es que me hace pensar, me hace filosofar. Esto me hace recordar una frase que tenía muy presente a mis once/doce años: “El pensamiento es la mejor forma de evolucionar”, pues no puedo decir que yo la inventé por qué ahora más que nunca se que talvez no la misma frase con las mismas palabras, pero si el significado de esta se lleva pensando siglos, sin embargo creo yo aquí lo admirable o al menos para mí, es que no necesité escuchar ni leer a nadie que lo pensara, yo solín solito la estructuré, y pues como les digo, no la habré inventado yo, pero si la descubrí por propia cuenta. Pero bueno, el punto no es ver si yo la descubrí o no, si no que desde los once llevo filosofando, si, de una manera muy vana, pobre, hasta infantil si tú quieres, pero ya pensaba.
Y pues ya, aquí acaba tan extenso e innecesario paréntesis. Volvamos a lo que nos compete, o al tema pues.

Hace algún tiempo leí un artículo en el que se relataban las fuerzas más grandes del universo; se narró en la última parte, las cuatro fuerzas elementales de este, las elementales para la existencia misma. De estas sobresalen dos, "siendo el poder mayor de la creación":La Fuerza Nuclear Fuerte y La Gravedad.
Aquel artículo me dejó un aprendizaje inolvidable que quiero compartir hoy con ustedes.

"Incluso para un ateo, esto debiera ser un entendimiento filosófico de Dios o de lo que hay más allá"

¡Nombre!, esta frase me llegó muy fuerte, básicamente fueron las que hicieron que aquel artículo sea de las mejores lecturas de mi vida. Pues aunado a la ayuda de una revista literaria y sus vídeos, fueron los que me tendieron la mano para encaminarme por un sendero en medio de una pradera, bajo un atardecer algo rojo, algo morado, algo azul; un sendero que me llevaría hacia mi nuevo gran amor, mi nueva gran pasión, mi nueva iluminación: Filosofía.

Y es que resulta muy conveniente creer en algo así, una filosofía de vida, que diga que allá afuera hay algo que rige el curso y funcionamiento de la vida, o al menos de la nuestra. Algo que va muy por encima de nosotros pero que al mismo tiempo se arrodilla a nuestros pies. No lo sé, puede ser Dios, puede ser una de las fuerzas ya mencionadas, incluso tú mismo. ¿Es necesario creer en ese algo? Para mí, sí, sí lo es. El mundo sería un lugar mejor si todos lo creyeran.

Tal vez estoy juntando dos cosas un tanto diferentes (La mente o conciencia y el orden del Universo), aunque para un carpintero nazareno que vivió hace dos mil años era lo mismo, pero bueno, eso pasa cuando se discute, cuando se filosofa, cuando de busca.

En conclusión, para mí, cada ser humano necesita de ese algo en que creer, esa fuerza más allá de nuestro actuar, más no de nuestro pensar; esa que nos guíe por las turbulentas aguas de la vida, que nos ayude a encontrar la mejor manera de actuar y pensar. Esto tiene muchos nombres, algunas personas le llaman conciencia, otros le dicen filosofía, otros más le llaman destino, hoy, yo decido decirle Dios.

Oscar René Ortiz H.
2-8-20

𝗘𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮: 𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗘𝗻 𝗟𝗮 𝗖𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗷𝗶𝗱𝗮𝗱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora