Can't handle a heart like mine

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NdA: YA FALTA MENOS PARA LA PELI DEL TREN y tenía ganas de exteriorizarlo solo porque sí JAJAJA Ayer acompañé a unos amigos a comprar una tele grandota para poder verla con ellos en plan cine ;w; ¿Y tú? ¿La vas a ver con alguien?

Este capítulo está narrado desde la óptica de Inosuke, así que creo que en el siguiente tocará el punto de vista de Tanjirou.

Este capítulo está narrado desde la óptica de Inosuke, así que creo que en el siguiente tocará el punto de vista de Tanjirou

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Lunes. Campana. Hora del recreo. Puertas que se abrían, pasillos que se empapaban de pisadas, chicles siendo escupidos en las papeleras por mandíbulas entumecidas, anécdotas del fin de semana burbujeando y alumnos hambrientos.

Inosuke y Tanjirou prácticamente corrieron escaleras arriba para reunirse con los demás.

Tenían que hablar. El misterio de Kaori parecía una madeja de lana con un hilo suelto. Cada vez que tiraban de él descubrían algo nuevo, e Inosuke se preguntaba cuál sería la matrioshka que los estaría esperando al final de aquella cadena. Cuál sería el núcleo de las mareas de incertidumbre que precedían a la chica; la pieza que no se desdoblaría para revelar otra más pequeña que se ocultaba en su interior.

Una pequeña parte de él agradeció que Aoi se hubiese puesto mala de amigdalitis y no hubiera asistido a clase aquel día, porque a Tanjirou y a él mentir se les daba peor que mal y, con tanta ausencia injustificada, era cuestión de tiempo que la chica descubriera que se traían algo entre manos.

La parte predominante de sus emociones, sin embargo, echaba de menos a su amiga, y se permitió echar un vistazo a la última partida al ahorcado que habían jugado en su libreta de literatura antes de cerrarla y salir del aula con Tanjirou.

Estuvieron a punto de chocar en el rellano que separaba la tercera y la cuarta planta con Genya, Kanao y Zenitsu, quienes bajaban a toda prisa, seguramente con el mensaje que Tanjirou les había escrito la noche anterior dando vueltas de trompo en sus cabezas.

Mañana. Recreo. Inosuke y yo hemos descubierto algo sobre ya sabéis qué.

—¿A dónde ibais? —masculló Zenitsu frotándose las costillas, que se le habían resentido al impactar frontalmente contra Inosuke, como si estuvieran hechas de papel maché.

—¿A vuestra clase? —jadeó Tanjirou, manoteando en el aire y recobrando el equilibrio con ayuda de Kanao. Habría caído de espaldas si la chica no lo hubiese sujetado con fuerza por la pechera de la chaqueta—. Gracias, Kanao.

Kanao, que estaba más que acostumbrada a supervisar a sus tres hermanas pequeñas, le sonrió con un deje de perplejidad; como si evitar que Tanjirou se rompiera la columna fuera algo que podía hacer con los ojos cerrados.

—No hay de qué.

—Deberíamos buscar otro sitio —sugirió Genya, rascándose con brusquedad la cicatriz que se extendía bajo su ojo derecho. Hacía aquello siempre que estaba en tensión; Inosuke lo había presenciado en innumerables ocasiones mientras jugaban, cuando el otro equipo les sacaba ventaja en el último set—. Por más que haya otras personas a nuestro alrededor charlando en la cafetería y en clase no podemos confiar en que a nadie le dará por poner la oreja en el momento menos pensado.

High School Sweethearts (InoTan: AU escolar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora