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"𝕭𝖞𝖊 𝕲𝖗𝖆𝖓𝖉𝖒𝖆"
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No era tan tarde, al rededor de las cinco y Lily necesitaba un par de cosas antes de volver con Arvin, tenía una cosa en claro, no le contaría acerca de su encuentro con Preston, pero ya era muy tarde para eso, ella no sabía que Arvin estaba espiando al hombre con el mismo propósito que ella.
Y el castaño no dejaría que Lily se enterará que sabía que había pasado lo mismo que con Lenora.
Pero la rubia lo había hecho para poder asegurarse, quería justicia y así sería. Y no por que le gustará o quisiera, sino por que tenía que hacerlo.
Lily sabía de un lugar donde le venderían un arma sin ningún problema.
Es así que entró con cautela de que nadie la viera, parecía una cueva de lo obscura que estaba, pero era ilegal, seamos sinceros, eran los sesentas y cualquiera podía tener un arma a la mano, dentro de una caja de seguridad en el sótano de sus casas o simplemente cargando con ella a todas partes como locos maniáticos.
Y no sería un problema para Lily obtener una, creía fielmente en ello.
La rubia pidió un revólver, dicho y hecho, sin ningún problema se lo dieron, tan fácil podías conseguir un arma que incluso da miedo.
Salió del lugar y era hora de decirle a Arvin sobre su plan.
Estaban de nuevo en su auto.
—Iré a esa iglesia y lo engañaré —confesó la rubia —se el tipo que persona que es —se atrevió a decir, Arvin se tensó, no le había gustado para nada lo que había hecho.
La había visto entrar a la capilla, y subir al auto de Taegardin, aparto la mirada más de una vez y no se quería ni imaginar lo que la mayor de las Laferty había hecho con el cerdo, pero era casi imposible no hacerlo.
