𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 6.

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- Me obligaste a hacerlo, Adora, ya no entendía de que forma conseguir tu respeto.

- ¿Por eso tenías que dañarme así? -pregunta molesta, pero se agacha en su lugar al notar como Shadow Weaver golpea la mesa con fuerza.

- Yo jamás te dañe, no te hice daño, mi amada, Adora -susurra acariciando la mejilla de la temblorosa chica-. Fue Catra quien metió esas ideas en tí, para que me odiaras porque no la quiero, pero si te quiero a ti... No te dañaría -asegura volviéndose a acercar.

- ¡No! -grita empujándola para alejarla.

Se despierta de pronto, respirando con fuerza y sintiendo todo su cuerpo hormigueando.

- A...Agh -no pudo pronunciar nada y en cambio, un quejido de dolor se escapó-. Ra... Ca... -cerro sus ojos con fuerza, la sensación no podía ser peor

La habitación tenía unos detalles en la pared pero era mayormente blanca, bio la puerta abrirse y de esta entro una doctora que llegaba a suministrarle medicina todos los días, para el dolor muscular, pero Adora trato de negarse como siempre.

- No, no -pide con dificultad.

Quería acostumbrarse a la sensación, no podía mantenerse así o jamás iba a recuperarse.

- Es lo mejor, la fisioterapeuta vendrá cuando usted descanse y se encargará de mover sus extremidades, no le dolerá de esta forma, en dos semanas será más llevadero -le informa la doctora que seguía arreglando la jeringa.

- Ca...tra, Catra -nombra en un tono tembloroso.

- Las visitas se iniciarán a las diez de la mañana, no se preocupe -le dice y en contra de su voluntad la vuelve a medicar.

- No... -veía el liquido bajar hasta sus venas, la mujer mayor se aleja y se despide cerrando la puerta detrás de sí-. No... Ne...ito des...

- ¡Maldición! Cuatro estúpidos días en este encierro de quinta y la estúpida de Lonnie ni siquiera se ha asomado -ahora se encontraba con unas prendas de ropa que le habían dado esas personas, para cambiarse y su chaqueta propia

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- ¡Maldición! Cuatro estúpidos días en este encierro de quinta y la estúpida de Lonnie ni siquiera se ha asomado -ahora se encontraba con unas prendas de ropa que le habían dado esas personas, para cambiarse y su chaqueta propia.

- Aquí esta tu comida -le informa un chico dejando la bandeja, al lado de la cama que habían colocado para la morena.

- No me jodas -contesta tirándole la comida encima con una patada.

Debido a que Catra se encontraba atada a a una silla de manos, o se lo hubiera lanzado directamente con estas, ahora estaba atada por haber intentado huir varias veces.

- Iré por otro plato -susurra el chico rubio, casi robóticamente.

No era la primera vez que la chica hacía lo mismo, pero no podían hacer nada en contra de su carácter.

Todo es tu culpa [Catradora| AU Moderno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora