𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 5.

438 66 15
                                    

Abrió sus ojos pesadamente, como si hubiese estado durmiendo por demasiadas horas, la luz no era de mucha ayuda, la habitación de color verde y vacía la desconcertaba de sobre manera.

Preguntándose donde estaba y porque, decidió que buscaría ayuda, sin embargo al intentar moverse no consiguió respuesta absoluta de su cuerpo, asustada trató de mover una parte en concreto pero era imposible, solo conseguía sentir fuertes y horribles cosquilleos en ciertas partes de cuerpo.

Tenía algo en su garganta, podía sentirlo y era extremadamente incómodo, al inicio no fue un problema por que no pensaba en eso pero ahora necesitaba espacio.

Con toda su fuerza de voluntad y aunque la sensación de cosquilleo en su brazo la hacía querer retorcerse, logro poner su mano en el tubo, el cual estaba dispuesta a arrancar sin pensarlo.

- ¡Espera, no hagas eso! -gritó una enfermera que estaba por entrar para revisión, apresurada tiro sus cosas al suelo y aparto la mano de la rubia-. Podrías lastimar tú garganta a sobre manera...

Adora quería decir algo pero su cuerpo inerte no se lo permitía, además de que el tubo en su boca no era de ayuda, agarró la mano de la enfermera con toda su fuerza que no era mucha y esta notó como la chica soltaba unas leves lagrimas rebeldes.

- Esta bien, tranquila, todo estará bien -rápidamente toco un botón de emergencia, un chico llegó casi de inmediato.

Le explicó lo que necesitaba y él volvió con anestesia, Adora no entendía que iba a hacer, estaba nerviosa y asustada, la inyectó y en pocos minutos volvió a quedar dormida.

La enfermera quito los tubos que interferían en su respiración natural, al terminar con ello se retiro para pedirle a una de las secretarias que llamará a sus parientes cercanos para avisar de la noticia.

Adora despertó de nuevo, totalmente sola y desconcertada, pero más tranquila de poder respirar sin problema, se preguntaba así misma porque estaba ahí pero no podía recordarlo.

¿Porqué tenía que estar sola? Con la sola habilidad de mover sus ojos observo por una ventana que era de noche, pues todo estaba oscuro, era algo triste, sentirse tan abandonada en una noche así.

Pasó horas en una soledad eterna, solo podía escuchar tacones por los pasillos o pesados zapatos, además de observar el techo blanco y pocas partes de la camilla en la que se encuentra.

Se volvería loca como alguien no cruzará esa puerta pronto, pero tampoco podía quedarse a esperar, al cabo de una hora decidió moverse, lo cual resultaba extremadamente imposible, doloroso y molesto

Casi agradeció a los cielos al escuchar una puerta, por fin alguien aparecía.

- Sabía que despertarías, me alegro mucho -Adora no pudo ver a Glimmer hasta que esta se puso a su lado-. Debo admitir que te ves muy incómoda -con cuidado movió una palanca de la vieja camilla y la levanto un poco, dejando a Adora medio sentada-. Bow estará muy feliz de verte así, bueno, todos los estarán seguro.

Adora trató de responderle pero sintió toda su cara entumecerse por el cosquilleo, cerro sus ojos con fuerza mientras sus nervios atacaban cada parte de su cabeza.

- Tranquila, Adora, no tienes que hablar, te aseguro que todo estará bien, Shadow Weaver se encuentra ocupada pero vendrá a verte muy pronto, lo prometo -la chica en respuesta no pudo hacer más que agarrar las sabanas con fuerza con su única mano útil, la frustración la carcomía, no quería ver a esa mujer, menos en su estado, lo peor es que no tenía forma de decirlo-. Mamá seguro querrá verte, le avisaré apenas llegué a casa, tú tendrás que quedarte en el hospital por un tiempo más.

Todo es tu culpa [Catradora| AU Moderno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora