I'm a psychopath © Lee Minho

Cᥲριtᥙᥣo 30

- Sook. Vamos, despierta.

- Niel... Duérmete ya – le da la espalda para continuar durmiendo –, no molestes idiota.

- suelta un suspiro – Cariño, no soy Daniel.

- ¿Ah? – levanta la cabeza de la almohada lo más rápido al escuchar aquella voz que no le partencia a su hermano – Oh... Minho – responde con un poco de desánimo en su voz al ver que no se trataba de su hermano.

- Buen día linda – sonríe - ¿Cómo dormiste?

- Buen día también, dormí bien – se acomoda quedando sentada en la cama - ¿Qué hora es?

- Van hacer la una de la tarde – responde apoyado en su mano mirándola –, te ves linda cuando despiertas.

- le regala una sonrisa rápida evitando tal comentario - ¿Cuántos días llevo aquí?

- Tres días.

- Oh...

- Te traeré el desayuno – se levanta de la cama poniéndose unas pantuflas.

- ¿Desayuno? – enarca una ceja - ¿tomaremos desayuno a la una de la tarde?

- Eh... ¿Quieres que prepare el almuerzo?

- Si no hay problema...

- ¡Claro que no lo hay!, ¿quieres algo en específico para almorzar?

- No – niega – has alguna especialidad tuya – sonríe.

- En unos minutos estará listo – sale de la habitación dando unos pequeños saltitos de emoción.

- Agh... - deja de sonreír – Necesito salir de este maldito lugar – se levanta de la cama y se acerca a la única ventana que había en la habitación. Solo hay bosque, joder, ¿la había llevado a una cabaña?, pero ¿dónde?, suspira frustrada, ¿cómo estará Daniel?, ¿estará pensando en mí?

...

- Todo ha estado muy delicioso Minho – habla limpiándose la boca con una servilleta.

- Me alegra que te haya gustado – sonríe -, trabajar en el restaurante de mi familia sirvió de algo.

-Mh...Oye Minho – habla nerviosa mientras jugaba con sus dedos.

- ¿Sucede algo linda?

- Quiero hablar con Daniel.

- No puedes. – responde firme.

- Minho... Por favor, es mi hermano – hace puchero – debe de estar preocupado por mí.

- Sook...

- se acerca a él y se sienta en su regazo – Minho... Solo dos minutos, ni más ni menos.

- hace una mueca – Pero quiero un beso a cambio.

- le da un beso rápido en la mejilla – ¡Listo!

- ¿En serio Sook?

- ¿Qué? – frunce el ceño – Tu querías un beso, ahí está.

- Ganas esta vez – le entrega un teléfono - dos minutos, ni más ni menos.

- Gracias – recibe el teléfono –, a todo esto... ¿Dónde está mi teléfono?

Silencio.

- Minho...

- ¿Vas a llamar a tu hermano o no?

- Bien, bien – marca el numero -. Vamos Daniel, responde...

Llamada.

- ¿S-si? – se escucha desde la otra línea como sorbía su nariz.

Su hermano estaba llorando...