ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 III

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Querido diario :
Acabo de llegar a Hogwarts... Al fin en casa, recuerdo cuando escribía en año pasado que tenía muchas ganas de volver y que todo iba a ser muy bonito y feliz... Por desgracia hablé antes de tiempo. Alguien conspira sobre mí, aún no sé quién es pero Malfoy sabe mucha cosas que por desgracia no ha querido revelar en ese último vagón del Hogwarts express

Estoy preocupada por mis amigos, sobretodo por Harry y mis padres... Quién sabe lo que Voldemort estará tramando. Sea lo que sea tengo que saberlo cuanto antes y averiguar la verdad antes de que sea demasiado tarde...

No todos saben la verdad sobre mí... Solo saben lo que Dumbledore les contó ese día, que tenía una maldición, una maldición que podría matarme dn cuestión de segundos si pierdo el control de la situación. Solo espero que esta no sea una de las últimas hojas que escribiré este año.

Adelaide Lahey - la maga de la luna llena o más bien, la maga oscura

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Al día siguiente en los invernaderos de Hogwarts jutamente el número tres los estudiantes esperamos a la profesora Nomona Sprout para comenzar la clase de jardinería. Hermione, Elena y yo en frente de Ron y Harry charlábamos sobre los futuros partidos de quidditch y sobre alguna que otra planta mágica de la que teníamos cierta curiosidad...

Buenos días a todos -dice Nomona entrando en el invernadero con una sonrisa típica de ella-

Buenos días profesora Sprout -dicen todos al unísono-

Bienvenidos al invernadero tres alumnos de segundo año, sentaos por favor -dice la proferosa cojiendo un gran macetero con una cría de mandragora escondida bajo tierra- Hoy vamos a aprender a replantar mandragoras,  a ver...¿quién puede decirme las propiedades de la mandragora?

-Hermione levanta la mano y Sprout le da el turno de palabra- la mandragora o mandragula se usa para volver a los petrificados a su estado original...

Además puede llegar a ser muy peligrosa ya que su chillido puede ser fatal -añado mirando a la señorita Sprout-

Perfecto chicas 10 puntos para Gryffindor y Hufflepuff. Como nuestras mandragoras son crías no os matarán sus chillidos pero si podrían dejaros inconscientes por varias horas por eso os he entregado orejeras como protección audituva. Haced el favor de poneroslas ya -dice Sprout colocándose las suyas- almohadillas bien ceñidas y observad con atención...Se coje a la mandragora con fuerza y la sacamos del macetero de un tirón.

-La profesora saca a la pequeña mandragora de un tiron, esta comiena a gritar y aunque tuviesemos orejeras podíamos escuchar su grito. Era insoportable y desagradable, mis oídos estaban al borde de explotar.-

Ahora la metemos en su nuevo macetero, la abonamos un poco y listo -dce la señorita Sprout subiendo el tono la que la mandrgaora no le dejaba hablar para que todos los demás alumnos se enterasen-

-Nevil Lonbottom cae desmayado por culpa de los sonidos de la mandragora y  tambiñen por que sus orejeras no estaban bien ceñidas-

Parece que Longbottom no se puso bien las orejeras -dice la profesora con ironía-

No señora se ha desmayado -añade un alumno-

𝑴𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒆𝒏 𝑯𝒐𝒈𝒘𝒂𝒓𝒕𝒔 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐.𝑴 & 𝑪𝒆𝒅𝒓𝒊𝒄.𝑫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora