—¡Maddie! —la llamó a gritos Kathy desde el primer piso—. ¡El abuelo está aquí, ya baja de una maldita vez!
—¿Qué vocabulario es ese? —preguntó su abuelo Francisco enojado, a modo de regaño.
—Perdón, abuelo, es lo único que funciona con Maddie.
***
Mad seguía buscando una pulsera que le había obsequiado su bisabuela hacía años. No recordaba cómo era ella, o exactamente en qué momento se la dio, pero sabía que la última vez que se vieron, ella se lo había regalado, o al menos eso dijo su madre. No quería verla sin la pulsera, después de tantos años, aunque seguramente ya estaría ciega o con Alzheimer por la edad. Después de todo, cumplía 115 años, pero Mad sabía que había algo extraño en la familia de su abuelo desde hacía años, pues él estaba por cumplir 90 años y no lucía como tal, además de gozar de excelente salud y no le extrañaba que fuera gracias a la magia, sobre todo después de que su tía le revelara sus poderes, sanando su miopía.
Para Mad, su familia materna era un completo misterio. Ni siquiera sabía quién era del todo su madre, pues claramente había una parte de ella que la joven desconocía.
—Mamá... —murmuró al encontrar una fotografía de ella.
La fotografía era vieja. Sus padres eran jóvenes todavía y sonreían, sin darse cuenta que les sacaron una foto. Mad ya había visto esa foto una vez, incluso ella misma la había guardado en su caja especial, para nunca perderla, luego de encontrarla en una caja cuando recién se habían ido a vivir a San Diego, por lo que, jamás supo quién la sacó
—¡Maddie! —Seguía gritándole su hermana.
—¡Ya voy! —respondió finalmente.
Se quitó un par de lágrimas que habían salido involuntariamente tras recordar algunas de las cosas que le contaba y siguió buscando el amuleto en la caja, no sin antes sacarle una foto con su celular y colgarla en la pared de su habitación con un chinche.
—¡Mad, ya baja!
—¡Ya voy! —Volvió a gritar, justo cuando encontró la pulsera con el amuleto.
Tomó su mochila de campamento y la de la escuela rápidamente y bajó corriendo, ocasionando que casi se cayera a mitad de escalera, pues llevaba en la mano su abultada y pesada mochila. Para viajar, optó por usar lo más cómodo que tenía: unos mom jeans, una playera holgada y sus zapatillas deportivas, pues luego de tanto viajar en su vida, se rehusaba a repetir alguna ocasión incómoda. Claro que su ropa desentonaba por completo con el collar que le dio Joe.
—¿Eso vas a llevar? —le preguntó Kathy horrorizada—. ¿Y la maleta?
—Es incómoda. Además, mi mochila siempre me ha sido muy útil. Cabe todo lo necesario.
—Que horror... ¡Carece de estilo en lo absoluto!
—A mí me gusta, es más cómoda que andar arrastrando esa cosa por todos lados.
—Sí, pero al menos no tienes que llevar en tu espalda un bulto que es casi de tu tamaño.
Kathy subió las escaleras y regresó quince minutos después con una maleta rosada. Adentro, había echado un par de vestidos y sandalias.
—Los únicos jeans que llevarás serán esos horribles que traes puestos. Traspasa todo lo que tengas en la mochila, menos los demás jeans que lleves y zapatillas.
—Kat, estás exagerando con eso de la apariencia. Solo se tiene que usar lo que uno considere más cómodo, ya sea un vestido o un pantalón. Lo que sí no usaré serán sandalias, solo llevo un par que son de caucho, porque las demás son incómodas.
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Lovesong (Mad #2)
FantasiTras la aparición de sus nuevos poderes, Mad empieza a descubrir los secretos de la magia y los peligros que la acechan desde niña. Mientras aprende sobre quién es y quiénes la rodean, deberá también decidir sobre su vida. Segunda parte de "Mad". Cr...