las fantasías de lindsey van demasiado lejos

las fantasías de lindsey van demasiado lejos capítulo 39

De vuelta en Nueva York, ni siquiera consideré detener la fiesta del glotón. Le pedí al uber que se desvíe a un puesto de perritos calientes de camino a nuestro apartamento. Me comí cuatro perros calientes en el asiento trasero y pedí comida china cuando llegamos a casa. Leanne me miró confundida, pero eso no me impidió pedir también pizza.

Los repartidores parecían confundidos cuando ambos aparecieron en nuestro apartamento al mismo tiempo. Me reí entre dientes y me encantó lo gordo que debí haber visto.

Leanne guardó silencio mientras yo limpiaba toda la comida, me dirigía al congelador y me acababa un litro de helado.

Tampoco dijo nada mientras yo me daba un atracón de una semana. Mientras ella estaba en el trabajo, bebí cerveza y acumulé enormes facturas de comida en su tarjeta de crédito. Me sentí como si estuviera en la meca de la comida; con pizza, tailandesa, italiana, mexicana, persa, indonesia, india y hamburguesas a solo una llamada de distancia.

Todo estaba bien en el mundo otra vez mientras miraba telenovelas, me emborrachaba y comía lo suficiente como para matar un caballo.

Mi cuerpo era como una esponja que estaba esperando y lista para absorber toda la grasa que había perdido. Parecía estar aumentando de peso a un ritmo mucho más rápido de lo que recordaba haber ganado en la escuela secundaria o la universidad. ¿Quizás era cierto lo que dicen sobre la edad que destruye tu metabolismo?

Todo eso estuvo bien para mí. Mientras las libras se aferraban a mí en todas partes en hermosa proporción, mi trasero, mis senos, mis brazos, mis muslos y especialmente mi vientre, sentí que una sensación de identidad volvía a mí. Estaba alienada y sola como una mujer más delgada, y cuanto más gorda me sentía, más me sentía como una reina sexual, como yo.

No me preocupé ni pensé dos veces en comer, o en cualquier otra cosa, hasta que Leanne entró y pareció molesta. Su bonita mesa estaba llena de comida basura. Estaba desnuda en su sofá, mi estómago descansando pesadamente sobre mis piernas, estirado y lleno. Y, para ser honesto, tenía más que un pequeño revuelo. Siete botellas de cerveza vacías estaban esparcidas por el suelo. Tampoco una cerveza ligera, fíjate, esta era una doble IPA pesada. 350 calorías por cerveza. Hice las matemáticas en mi y me reí entre dientes. Había engullido más calorías en cerveza de las que la mayoría de la gente come en todo un día, ¡y ni siquiera era la hora de cenar! Lo que me recordó ...

"¿Qué hay para cenar, Leanne?" Yo pregunté.

"Tenemos que hablar", dijo.

"¿Qué pasa?" Yo pregunté.

"Mira, no quise llevarte por mal camino con ese viaje. Realmente me metí en el personaje de este alimentador oscuro y me dejé entregar por completo a mis fantasías, pero tal vez fue un error. Lo estabas haciendo tan bien antes de que nos fuéramos Pensé que podrías soportar solo dos semanas de indulgencia. Pensé que podríamos divertirnos un poco con la alimentación de vez en cuando y luego dividirla en compartimentos. Pero sigue comiendo en exceso todos los días desde que regresamos. ¿No crees que deberías parar? ? "

"Puedo parar cuando quiera", dije. Froté mi vientre y le guiñé un ojo.

Dijo notando.

"Ok, ¿y qué pasa si no puedo parar?" Yo pregunté. "Dejé los cigarrillos y me devolvió el apetito? ¿No es bueno que deje de fumar?"

"Por supuesto que es bueno. Y por supuesto, si me saliera con la mía,

"; ¿Qué quieres decir con y? ¿Y qué?"

"¿Qué más harías si te salieras con la tuya, Leanne? Me gustó ese oscuro alimentador en el que te convertiste en nuestro viaje. Ahora somos adultos, no tienes que ocultar tus fantasías. ¿Cuál es tu máxima fantasía?" Estaba borracho y divagando y ninguno de nosotros sabía a dónde iba con esto, pero lo presioné de todos modos.