las fantasías de lindsey van demasiado lejos

las fantasías de lindsey van demasiado lejos capitulo 7

Al día siguiente busqué un consejero en las páginas amarillas. Fui a su oficina y llené algunos formularios. Aún no se había decidido si esto estaba cubierto por mi seguro. Después de darle una vaga noción de la naturaleza de mi dolencia, hizo dos comentarios.

En primer lugar, les diría a mis padres si seguía viéndolo (¿tonterías, verdad? Soy un maldito adulto. ¿Eso es legal?). En segundo lugar, me recomendó que acudiera a un especialista. Me entregó una tarjeta con Elise Benning, Ph.D. en eso.

La oficina del Dr. Benning era mucho mejor que la primera que visité. Estaba lleno de acogedoras estatuas y piezas de arte moderno. La sensación era cálida y cuando me senté en la silla de cuero frente a ella, me sentí cómodo.

"Antes de empezar", dije. "¿Vas a contarles a mis padres sobre esto?"

"Respeto su privacidad y confidencialidad, así que lo que les diga sobre sus visitas es asunto suyo". Me miró tranquilizadoramente y luego continuó. "Entonces, ¿cuál parece ser el problema? Describe la razón por la que decidiste buscar tratamiento. Supongo que es algo sexual, ya que para eso te recomendaron aquí. Como prefacio, si se trata de lesbianismo, no podemos 'tratar' esto. Sin embargo, puede ayudarlo a manejar cualquier ansiedad que experimente como resultado. Dicho esto, describa sus problemas lo mejor que pueda ".

Esperé un segundo para ordenar mis pensamientos. Esto fue surrealista. Lindsey la animadora se había convertido en Lindsey la puta y ahora ella era Lindsey la loca. Es curioso cómo las cosas nunca salen como las planeas.

"Bueno ... estaba bien hasta hace un tiempo. Supongo que era como un gran negocio en mi escuela. Ya sabes esas estúpidas películas donde todas las chicas imitan a esta chica. Yo era una especie de esa chica, pero en más de de una manera real. Luego conseguí este trabajo en una fábrica de chocolate y engordé un poco. Realmente apestaba al principio, pero un día, cuando me toqué el estómago, me puso cachondo. Luego comencé a comer más para tener esta sensación cachonda , luego engordé. Como puedes ver, engordé bastante. Es extraño; es como engordar me excita. Quiero decir, a mí también me gusta tener sexo, supongo, pero me gusta engordar más. A veces desearía poder simplemente se vuelve enorme, quiero decir descomunal. ¿Es una palabra?

"Creo que sí, pero continúe". Ella dijo.

"De todos modos, así que sí. Mis padres realmente me odian ahora y me cortaron de ser porrista. Prácticamente arruiné mi vida. Todo por esta estúpida torcedura en mi mente. Ya sabes - todo el proceso de engordar cosa."

"Lindsey, lo que estás describiendo suena como una parafilia".

"¿Un qué?"

"¿Alguna vez has oído hablar de un fetiche de pies o de un fetiche de cuero? Atracción por objetos inanimados".

"Si."

& qu ot; Bueno, esto es lo que técnicamente se llama parafilia, una anomalía en sus deseos sexuales. Normalmente vemos este problema en los hombres, pero no es extraño en las mujeres. "

" Entonces, ¿qué, estoy loco? ¿Existe medicina para este tipo de cosas? "

"No, en ambos sentidos. La gente quiere una gran variedad de cosas sexualmente. No estás loco y no hay pastillas. Desafortunadamente, el éxito de tratar algo como esto es muy bajo. Podemos intentarlo si quieres , pero tiendo a recomendar formas para que los pacientes acepten e integren sus preferencias sexuales de manera más saludable en sus vidas ".

"Pero mírame, soy un tonto. Esto no es saludable. Esto tiene que terminar. Mi ex, Jason, siempre quiso follarme. Pero nunca me gustó tanto. La mayoría de las chicas morir para estar con este niño. ¿Por qué no puedo simplemente querer eso? Podría ser feliz y popular de nuevo. Puedo patear este peso con bastante facilidad, simplemente no quiero. Es casi como una manta de consuelo sexual para mí ahora . "

"Podemos trabajar en técnicas para controlar su excitación. Hay formas de hacerle saber a su mente que necesita detenerse y normalizarse. Escuche, podemos discutir esto más a fondo la próxima vez. Desafortunadamente, se acabó el tiempo".

Llamé a Liz y le pedí que pasara el rato para dejar de pensar en la sesión, pero estaba "ocupada". ¿Por qué todos están "ocupados" cuando estás gordo? Me senté y pensé en lo que significaba manejar mis deseos. Deseé que hubiera una pastilla que pudiera tomar y que me hiciera normal. Quizás el Dr. Benning no entendió la gravedad de mi condición. Quizás si posponía nuestra próxima sesión y ganaba una gran cantidad de peso notable, ella lo vería. El pensamiento me encendió. Tal vez solo quería una excusa para ganar más y salir de mi dieta pero, de todos modos, el sentimiento entre mis entrañas me convenció. Llamé y reprogramé mi cita para tres semanas después.

Tenía que comer algo jodidamente serio.