Prologo

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Se froto con insistencia la base del cuello, buscando poder relajarlo un poco con ese improvisado masaje, era una mujer muy fuerte, pero humana al fin de cuentas; su cuerpo resentido le pasaba una dolorosa factura debido al fuerte estrés y uno que otro golpe severo provocado por los titanes. Si bien era cierto que hace 2 años el número de titanes disminuyo considerablemente, al grado de que la tropa de exploración pudiera curiosear fuera de las murallas con total tranquilidad; aun había unos cuantos del tipo excéntrico que solían atacar, y ese era su trabajo, eliminarlos.

“Me va a dar un buen sermón por tu culpa”

Pensó mientras observaba la fractura en su pierna, en un descuido un titan la tomo de esa parte fracturándola, chasqueo la lengua con fastidio, reprimiendose internamente por su error. El medico clinicamente limpio y suturo sus heridas superficiales, centrandose al final en su hueso fracturado.

-No es una fractura expuesta.- comento mientral palpaba la zona abilidosamente.- Pero aun asi le dolera cuando coloque el hueso en su lugar.- 

Ella asintio dandole el permiso para colocarlo, no era su primera fractura osea, por lo que se podria decir que estaba acostumbrada al dolor. Ya con su consentimiento, el medico palpeo la fractura comprobando la colocacion del hueso, tomo con una mano su tobillo y en un rapido movimiento dio un fuerte tiron que coloco el hueso en su lugar sin problemas.

Mikasa no pudo evitar ahogar un fuerte grito, era la primera vez que una colocacion le dolia tanto, incluso pudo jurar sentir como su musculo se desgarraba con ese tiron, el cansancio y el estres de la batalla comenzaron a tomar mas fuerza sobre ella, provocando que su vista se nublara y callera dormida.

....///...

Abrio sus ojos lentamente, acostumbrandose al brillo que le ofrecio el sol en el atardecer, con un poco de esfuerzo, pudo levantar un poco su torso y divisar a dos personas en el umbral de la puerta de madera. La imagen cada vez mas nitida le permitio reconocer que uno de ellos era su medico, la otra, una figura mas alta y esbelta, era Eren.

-Solo tuvo un pequeño desmayo por el dolor.- escucho decir al medico .- Pero ahora se encuentra mucho mejor, es una mujer muy fuerte.

-Gracias por cuidarla.- le contesto calidamente y miro hacia la camilla, abriendo los ojos sorprendido al encontrarla consiente y mirandolo tranquilamente.-¡Mikasa! ¿Como te encuentras?.- Exclamo situandose ahora junto a ella y colocando su calida mano en su frente, esperando comprobar alguna anormalidad en su temperatura

Ella tomo su mano suavemente y la bajo hacia su regazo, sujetandola con una fuerza muy acojedora -Estoy bien, Eren; solo una pequeña fractura.- dijo mirando a esos grandes y verdes ojos, a su vez que un muy leve sonrojo se asomaba en sus palidas mejillas.

Eren fruncio el ceño, y ella pudo deducir que empezaria de nuevo su discurso sobre la seguridad y sobre lo irresponsable y espontanea que era a veces, poniendo su vida en peligro y la del escuadron, bajo la mirada apenada, pero sonrio muy levemente, en el fondo estaba orgullosa del hombre responsable y fuerte en el que se habia convertido, ganandose la confianza y el respeto de sus compañeros, hacia mucho tiempo atras que el la habia superado en fuerza y en el campo de batalla, incluso ahora le sacaba una cabeza de estatura.

-Segun el informe de Levi, tomaste la delantera tu sola poniendote en peligro bla bla bla.- ella apenas y lo escuchaba, para el mundo podria ser la mujer mas fria e inquebrantable que haya existido, pero cuando se trataba de Eren, se sentia como una pequeña niña, indefensa y a su merced.

Estaba tan absorta en sus pensamientos, que se sorprendio al sentir la calida mano de Eren tomar su barbilla y girarla suavemente hacia el. Su mirada era penetrante, Mikasa juraria que el podia leer sus pensamientos en ese instante.

-¡Mikasa! ¿Entiendes lo que te digo?.- dijo firmemente.- Eres lo unico que me queda, eres la unica familia que me queda, no me vuelvas a dar un susto asi... Porque no soportaria perderte.-

Sintio su corazon latir con fuerza, y el calor apoderarse de sus mejillas; siempre lo lograba, con sus simples palabras lograba llenar su mundo de felicidad y mover mil sensasiones en ella.

El magico momento se vio interrumpido de pronto por un agitado Armin en el umbral de la puerta.- ¡Eren!... Han llegado los informes del escuadron de busqueda y..- se detuvo de golpe al observar la comprometedora escena, provocando un fuerte sonrojo en sus mejillas a causa de la terrible verguenza.- ¡Ahhh lo siento!, no queria interrumpir.-

Dio la vuelta dispuesto a retirarse pero la voz de Eren lo detuvo, explicandole que no tenia que disculparse puesto que no pasaba nada importante, Mikasa trago seco, preguntandose como era posible que el no se diera cuenta de todo lo que provaba en ella un simple rose de manos.

-Ya, bueno.- dijo Armin mas tranquilo, aunque con el sonrojo presente.- El escuadron de busqueda te reporta sobre su mision.-

-¿Encontraron algo?.- pregunto Eren en un tono algo elevado, Mikasa aflojo el agarre de la mano de el, al notar ese brillo esperanzado en sus ojos... la felicidad empezo a apagarse en ella

Armin tomo una expresion melancolica y nego apenado con la cabeza .- Sigue sin haber rastros de Annie.- informo con tristeza

Eren solto el agarre de Mikasa y se puso de pie encaminandose al umbral de la ventana, maldijo al tiempo que descargaba su ira en un leve golpe al umbral. -¡¿Porque es tan dificin encontrarla?!

Armin y Mikasa observaron la escena, el rubio se acerco a el con palabras de aliento para su amigo... Mikasa lo miraba dolida, de nuevo sentia la amargura crecer en su vientre, de nuevo derramaba gruesas lagrimas al tiempo que el nudo en su garganta parecia querer sofocarla; de nuevo agonizaba al sentir como su alma se desgarraba lentamente al contemplar como el hombre que tanto amaba, estaba enamorado y agonizando por esa maldita Titan.

Let's be alone togetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora