Capítulo 1: Burlas

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Narrador:El violinista se sienta, La sonora comienza con suaves toques de violín mientras el dirigente mueve las manos al compás de la música, la chica lo escucha embellecida por aquel sonido tan hermoso, los primeros acordes son graves pero melódicos, la multitud queda muda, el que mas se destaca es un chico con cabellos blancos, sombrero con una cinta roja, un abrigo semi abierto con una corbata, su tez pálida brilla con la luz, posee unas botas largas y negras, al igual que el color de su abrigo, de pronto, todo se vuelve oscuro, la luz enseguida vuelve, el se encuentra en un campo de rosas de diferentes colores de resaltan como pequeñas estrellas, la gente esta asombrada, sus dotes para amaestrar el violín son increíbles, lo maneja como ningún otro humano podría nunca, sus ojos, dos aceitunas que brillan sin mirar la hoja que tiene en frente, cierra los ojos mientras la melodía le sale del corazón.


De repente se equivoca, toda la multitud ríe de forma burlesca, todos lo señalan, todos se ríen de el, el entra en pánico, le cuesta respirar.


Offenderman despierta exaltado, tocándose el pecho, le costaba respirar, su boca llena de colmillos filosos inhala y exhala agitadamente, con la respiración entrecortada, se sofoca, se levanta, camina alrededor de su mansión para calmarse, toma un vaso, lo llena de agua y lo bebe con rapidez sin atragantarse, ya mas calmado sale encontrándose con el mismo campo de rosas de antes, se pone su traje de jardinero el cual guarda en un cuarto separado de la mansión en la que vive, solitario, como siempre le ha gustado.


Toma un rociador, unas tijeras, unos guantes y su dignidad y comienza a podar las flores, cortando las espinas mas gruesas como si de papel se tratase, con sus tentáculos sostiene sus utensilios de jardinería, con el poco interés que tiene termina de podar las flores, saca una de sus mas preciadas, una rosa amarilla, se dirige a las afueras de su mansión y transita con aquella flor en la mano, de repente, llega a la ciudad, con una sonrisa filosa lame sus colmillos, usa su modo ilusión, se apoya en un poste, una chica con gafas, morena, de cabello largo, con ropas de hombre va transitando por la calle, el le ofrece la rosa y como si fuera por arte de magia esta la acepta, el presenta su forma normal, la acorrala contra un callejón y procede a violarla brutalmente, al punto de llegar a fornicar con un cadáver, satisfecho deja a su víctima allí para que se pudra, se aleja a zancadas silenciosas, nadie se da cuenta del cuerpo hasta días después, donde la carne esta podrida y no hay huellas de identificación.

SONORA DE VIOLÍN [offenderman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora