SONORA DE VIOLÍN [offenderman]

Capítulo 2: Cazador

En la oscuridad algo mas que las cucarachas se escurre, a lo lejos, una voz se oye como un susurro.

—¿Do you wants to play with me?— luego una risa psicópata, se acerca la policía y lo sabe, se aleja a zancadas largas.

El tiempo de jugar se ha terminado, se encuentra un cadáver siendo arrastrado por una mascara con capucha, mas lejano, se escuchan las sirenas de la policía.

Por alguna razón le gusta, le encanta el olor a sangre fresca y comer cadáveres, es algo que...siempre le ha atraído, pero esta vez, no sabe lo que le prepara el destino.

Su caminata no dura mucho, finalmente llega a una casa, carga el cadáver y como si nadie mirará entra en la casa, la verdad es que nadie estaba mirando, solo se oía los grillos cantar, al entrar, todo estaba en orden, dejo el cadáver sobre la mesa de la cocina y con suma paciencia se dispuso a cortarlo, había olvidado que dejo el teléfono de la víctima en la escena del crimen, pero no le importaba, no había nada que ver, tomo un cuchillo carnicero, grande y cuadrado y corto la carne como si de una fruta se tratase, cortes finos, delgados y perfectos, tal como le gustaba después de años de perfección.

Al día siguiente se puso una mascarilla, la carne le había dado una infección en el labio, actuó como si nada pasara, llevando su vida cotidiana, eso, con el simple hecho de que le disgustaba la sociedad, por eso se mantenía alejada de ella, poseía 19 años y ya sabia esconder un cadáver, tragar carne sin arquearse, matar y fingir ser sociable con sus compañeros, mantenía un perfil bajo y se comportaba de manera tierna, la infección le duro una semana, estaba en una universidad de alto prestigio, se juntaba con sus típicas amigas y actuaba como si nada pasara, sus falsas amigas, actuaban como zorras, o mejor dicho, como pulgas, porque iban de perro en perro mordiendo para marcar su territorio y chupando sangre (y semen) como mosquitos.

Una noche, aburrida, se dispuso a hacer una invocación, buscando en internet la mas...lujuriosa encontró la de Offenderman, se puso su mejor vestido, se maquilló sin pintar sus labios y se dispuso a hacer aquel ritual.

Una, dos, tres horas pasaron, sintió un escalofrío en la espalda en primer momento, pero, antes de ir a acostarse y desilusionada se quito el vestido, Offender no había acudido a su llamado, fue a la cama y soñó con él, una noche de pasión única, en donde se desvirgó a través de los sueños, sus mejores sueños la hicieron llevar al paraíso, ese día despertó masturbándose y mordiéndose el labio, era la primera vez que lo intentaba, nunca lo había echo antes pero se sintió bien, le hizo sonreír al día siguiente, pero se sentía muy cansada, con pocas ganas de hacer las cosas, y no sabia porque, ese día, no salió a cazar, y se quedo a dormir en su casa, por la primera vez en su vida, no soñó bien.